“LA OTRA VOZ”

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24 de enero de 2024
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12:25 am
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“LA OTRA VOZ”

“LA ontología –mensaje del poeta– rama de la filosofía metafísica, estudia la naturaleza del ser en cuanto ser”. “Busca determinar las categorías fundamentales de la existencia y la realidad, así como la manera en que estas se relacionan entre sí”. “Filósofos como Parménides y Platón sentaron las bases del pensamiento ontológico, que luego Aristóteles abordaría de manera más amplia en su libro ‘Metafísica’”. A mí, personalmente, me gusta la manera en que Jean-Paul Sartre lo plantea en su libro ‘Verdad y Existencia’, donde concluye que: “El hombre se define, entonces, por una ignorancia originaria”. “Tiene una relación profunda con esa ignorancia”. “En función de ella define lo que es y lo que busca”. “Sus acertados editoriales, presidente, nos dan un recorrido por el origen de las corrientes del liberalismo, que toman como base una respuesta ontológica de que el hombre es, en esencia y muy resumido, un ser con libre albedrío, expuesto casi fundacionalmente por Tomás de Aquino y desarrollado después por John Locke”.

“Locke expone que los seres humanos tienen la capacidad de tomar decisiones libres y racionales, y que la libertad individual es un derecho fundamental que debe ser protegido por el Estado”. “Por otro lado, la tesis doctoral de Marx, ‘Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y Epicuro’, es, lamentablemente, poco estudiada en el contexto ontológico del igualitarismo”. “Somos iguales porque somos átomos”, tal como lo afirma Epicuro: “Solo hay átomos y vacío”. “Los conflictos que el mundo vive y ha vivido por la tensión entre derecha e izquierda, o entre socialismo y libertarismo, son jugo puro para los sofismas”. “Pues la razón recae en el modo de entender al ser humano y al mundo”. “Los franceses entendieron esta contradicción entre libertad e igualdad, y resolvieron con una tercera vía: la solidaridad”. “Octavio Paz tiene una lectura maravillosa: recuerda que ‘la palabra fraternidad no es menos preciosa que la palabra libertad: es el pan de los hombres, el pan compartido’”. Y lo expone de esta forma: “A mi modo de ver, la palabra central de la tríada (libertad, igualdad, fraternidad) es fraternidad”. “En ella se enlazan las otras dos. La libertad puede existir sin igualdad, y la igualdad sin libertad”. “La primera, aislada, ahonda las desigualdades y provoca las tiranías; la segunda, oprime a la libertad y termina por aniquilarla”. “La fraternidad es el nexo que las comunica, la virtud que las humaniza y las armoniza”. “Su otro nombre es solidaridad, herencia viva del cristianismo, versión moderna de la antigua caridad”. “Una virtud que no conocieron ni los griegos ni los romanos, enamorados de la libertad, pero ignorantes de la verdadera compasión”. “Dadas las diferencias naturales entre los hombres, la igualdad es una aspiración ética que no puede realizarse sin recurrir al despotismo o a la acción de la fraternidad”.

“Asimismo –dice Octavio Paz– mi libertad se enfrenta fatalmente a la libertad del otro y procura anularla”. “El único puente que puede reconciliar a estas dos hermanas enemigas –un puente hecho de brazos enlazados– es la fraternidad”. “Sobre esta humilde y simple evidencia podría fundarse, en los días que vienen, una nueva filosofía política”. “Solo la fraternidad puede disipar la pesadilla circular del mercado”. “Advierto que no hago sino imaginar o, más exactamente, entrever, ese pensamiento”. “Lo veo como el heredero de la doble tradición de la modernidad: la liberal y la socialista”. “No creo que deba repetirlas, sino trascenderlas”. “Sería una verdadera renovación”. (Fin del texto de Octavio Paz). (Buena aportación la del poeta –entra el Sisimite– solo que se llevó todo el espacio. Pero es útil el debate filosófico. -La predestinación –interviene Winston– y el libre albedrío, nos llevaron a otros temas, herencia de la revolución francesa: “Libertad, igualdad, fraternidad”. Y esta reflexión del mexicano en su ensayo, “La otra Voz”… coincide con lo que ayer decíamos, sobre “el desencuentro de la libertad y de la igualdad, solo moderadas por la empatía”. -Bueno –interrumpe el Sisimite– siempre hay algo que sirve de enlace para humanizar contradicciones. -Y si no es lo que armoniza –concluye Winston– es, a propósito de libre albedrío, las opciones que uno tenga. Digamos, esto otro sobre lo que escribe el mexicano O. Paz en su ensayo “La otra Voz”: “Entre la revolución y la religión, la poesía es la otra voz”. “Su voz es otra porque es la voz de las pasiones y las visiones; es de otro mundo y es de este mundo, es antigua y es de hoy mismo, antigüedad sin fechas”).

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