¡La primavera democrática de Arévalo!

MA
/
24 de enero de 2024
/
12:45 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
¡La primavera democrática de Arévalo!

Óscar Lanza Rosales

Bernardo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala enfrentando considerables desafíos, desde la fuerte oposición de legisladores, el Ministerio Público y un juez que buscaban socavar su posición, hasta intentos de retirarle la inmunidad, desarticular su partido y anular las elecciones. A pesar de estos obstáculos, juró su cargo la pasada medianoche del 15 de enero, más de nueve horas después de lo programado, emergiendo como el presidente más progresista de Guatemala desde la década de 1980, según la prensa internacional.

Arévalo logró superar estas dificultades gracias al apoyo internacional. Estados Unidos impuso restricciones de visa al presidente saliente, Alejandro Giammattei, y sus aliados. Además, delegaciones internacionales presentes en la toma de posesión expresaron su respaldo, destacando figuras como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Chile, Gabriel Boric. Este respaldo se vio complementado por el apoyo mayoritario de los guatemaltecos, especialmente de los movimientos indígenas, quienes respaldaron a un candidato por primera vez.

El presidente Arévalo, elegido con un contundente 60% de los votos en la segunda vuelta, ha asumido el compromiso de rescatar a Guatemala de la “corrupción” e “impunidad”, considerándolas condiciones previas para el desarrollo del país. En su discurso de investidura, destacó su firme posición contra la corrupción, proponiendo la creación de un “Gabinete Específico Anticorrupción” y abogando por la “pena de muerte” para aquellos condenados por corrupción.

Arévalo también reconoce, “que su asunción evidencia que la democracia de su país tiene la fortaleza necesaria para resistir y que mediante la unidad y la confianza, podemos transformar el panorama político de Guatemala”, señalando que, “nunca más al autoritarismo y que jamás permitamos que la violencia sea empleada como medio para agendas políticas y preservar privilegios”.

Para concluir este artículo, quiero mencionar brevemente: ¿quién es Bernardo Arévalo? ¿Qué se propone hacer y qué significa para Centroamérica su presidencia?

Arévalo nació en octubre de 1958 en Montevideo, Uruguay, durante el exilio político de su padre. Después de vivir en varios países, se estableció en Guatemala a los quince años. Se graduó en sociología en la Universidad Hebrea de Jerusalén y obtuvo un doctorado en filosofía y antropología social en la Universidad de Utrecht, Países Bajos.

Se ha desempeñado como diplomático, incluyendo viceministro de Relaciones Exteriores y posteriormente embajador de Guatemala en España. Después se involucró como asesor con varias instituciones en procesos por la paz de conflictos internacionales.

En el ámbito político, participó activamente en manifestaciones en 2015 y cofundó el partido político Movimiento Semilla. Elegido diputado en 2019 y posteriormente proclamado candidato presidencial en 2023, Arévalo se identifica como “socialdemócrata” y defiende un sistema republicano y democrático con separación de poderes.

Su propuesta presidencial, compuesta por 10 puntos bajo el lema “Semillas para Recuperar el Futuro”, destaca la lucha contra la corrupción y el desarrollo social como ejes transversales. Aborda cuestiones claves como educación, salud, infraestructura, tecnología e innovación, seguridad ciudadana, cuidado de la naturaleza, relaciones exteriores y eficiencia en la administración pública.

Arévalo, consciente de la crisis política, también ve una oportunidad para construir una institucionalidad democrática robusta. Su visión es lograr “Cuatro Pactos Nacionales” en educación, salud, desarrollo y medio ambiente, así como un acuerdo de bases para un diálogo constitucional, elementos esenciales para la construcción de un Estado democrático y de derecho, según su perspectiva, hacia una Guatemala 2056.

De acuerdo, a una entrevista de Contracorriente, su política internacional estará orientada a promover las instituciones democráticas y protección de derechos humanos. En tal sentido, Arévalo no tuvo ningún problema en reconocer que Nicaragua es una dictadura, y sobre el presidente Bukele, aunque no lo mencionó, dice que reelegirse inconstitucionalmente no es un principio democrático que él comparte.

En cuanto a Honduras, espera tener una muy buena relación, y contribuirá a resolver el problema de la basura que llega de Guatemala a Honduras a través del río Motagua.

En conclusión, Bernardo Arévalo representa una nueva primavera democrática para Guatemala, buscando recuperar y construir sobre los cimientos de la “primavera democrática” liderada por su padre, Juan José Arévalo, cuando fue presidente de Guatemala (1945-1951), y promovió reformas laborales, agrarias, educativas y de seguridad social. Su liderazgo, experiencia y propuestas generan expectativas no solo para Guatemala, sino también para Centroamérica.

Por lo tanto, esperamos, que su “Nueva Primavera Democrática” inspire a sus países vecinos y promueva un ambiente de mayor democracia y prosperidad en la región.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto