Libre, dos años de fracasos

MA
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24 de enero de 2024
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12:48 am
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Libre, dos años de fracasos

Nery Alexis Gaitán

Siempre dijimos que le deseábamos el mayor de los éxitos a la Presidente, Xiomara Castro, porque su triunfo era el triunfo de todo el pueblo hondureño que merece un mejor destino en la vida. La miseria debe acabar algún día, y las esperanzas del pueblo estaban depositadas en las promesas de campaña del Partido Libre.

Pero dura es la realidad que golpea sin misericordia a los pobres de Honduras, que en su mayoría no tienen ni para comer los tres tiempos al día. Ahora los pobres se han convertido en miserables. El fracaso del “socialismo democrático” solo ha traído más miseria y se han incrementado los índices de corrupción de una forma alarmante.

Desde antes de llegar al poder, las luchas internas de este partido, de naturaleza izquierdista trasnochada, evidenciaban que las ansias de poder y la sed por hincarle el diente al presupuesto nacional eran inagotables. Se inauguraron tildando de traidores a sus propios correligionarios porque no seguían las órdenes del caudillo, Manuel Zelaya Rosales.

Es así que se instauró el nepotismo más descarado que se ha visto en los últimos tiempos. La familia presidencial empleó a todos sus familiares en puestos claves, aunque la ley lo prohíbe. Lo mismo hicieron los asesores, ministros y demás funcionarios, incluyendo hasta el firulais de la casa. Las embajadas están llenas de familiares y allegados de los principales funcionarios y asesores del gobierno. El único requisito es tener lazos de sangre con algún pudiente; de capacidad o trayectoria profesional ni hablemos.

Tan es así que el único requisito para ser parte del gobierno, aparte de los lazos familiares, es tener un currículum político que contemple haber quemado llantas, destruido propiedad pública y privada o haber vandalizado la embajada americana, como es el caso del actual ministro de Finanzas.

Razón por la cual se ha colocado a gente inepta al frente de la administración gubernamental. Dando como resultado la peor gestión administrativa que hemos tenido, lo que ha ocasionado grandes daños a los pobres, ya que los programas de asistencia social son completamente ineficientes. Los últimos dos años se caracterizan por la pobre ejecución del presupuesto nacional. La pregunta obligada es: ¿dónde tienen el dinero que no se ha invertido en beneficio de los más necesitados?

En el Congreso Nacional, las dos legislaturas pasadas son las más improductivas en toda la historia nacional desde 1982. Es obvio que a los diputados oficialistas solo les importa imponer la antidemocrática agenda política de Libre; y que los pobres no se beneficien aprobando leyes.

Las promesas de campaña fueron un vil engaño. Todavía no se ha instaurado la Cicih. Los carros de lujo, aparte de que no los vendieron, han comprado y alquilado muchos más. La tal austeridad que pregonaban, en la práctica hemos podido darnos cuenta que era una mentira más, y se han dedicado a derrochar el dinero de los pobres a manos llenas.

Es así que el gasto ha sido excesivo en contratos y concesiones de todo tipo; en comisiones viajando por el mundo, en viáticos y demás gastos relacionados, sin que hayan conseguido beneficio alguno para el pueblo. Los cientos de millones derrochados son un insulto para los pobres de Honduras, que son la mayoría de la población.

Todo este despilfarro, sin control alguno, ha ocasionado que se haya elevado el costo de la vida. Y este gobierno, al no trabajar para solucionar los graves problemas que el país enfrenta, ha provocado, además, que no hayan medicinas en los hospitales; que la delincuencia se haya incrementado; que cada día más hondureños abandonen el país porque no hay fuentes de empleo, etc.

Este fatídico gobierno, al solo estar interesado en imponer su agenda política para continuar en el poder a costa de lo que sea, ha llevado el país a una pobreza terrible. Todo en este gobierno tiene el sello del fracaso.

¡Libre nunca más!

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