¿DE TIEMPO Y AGUA?

ZV
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29 de enero de 2024
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12:12 am
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¿DE TIEMPO Y AGUA?

ESOS ejercicios filosóficos han cautivado al colectivo. Mensaje de un amigo empresario: “Me recuerda los sabios consejos de mi querido padre. Siempre cortos, pero de gran impacto que difícilmente se pueden olvidar”. Alusivo a la conversación de cierre: (-A propósito de esa inquina de aquel que dijimos –interrumpe el Sisimite– de alucinar, a lo Goebbels, con falacias, Kant dejó una sentencia lapidaria: “El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca”. “Vemos las cosas, no como son, sino como somos nosotros”). Otra buena amiga sobre el cuento de la carreta vacía –versus la llena– que de lejos se reconoce porque hace mucho ruido: “Qué aleccionador lo de la carreta. Ahora procuraré hablar menos y escuchar más, no vaya a ser que me confundan con una carreta vacía”. “No me gustaría parecerlo porque no me considero una de esas”. “Menos ruido, más claridad”. “Y sí, tiene razón, el necio lo sabe todo y cree que nunca se equivoca, el sabio aprende todos los días y reconoce sus errores”. ¿Por qué será que los perdedores siempre tratan de empañar las elecciones?

“Hoy sí me parece que estoy en la clase de filosofía –mensaje de un buen amigo– en la universidad allá por 1982”. “Excelente retomar esos temas filosóficos, ahora que la juventud solamente se levanta, almuerza y se acuesta viendo y mandando tonteras”. “Ya es tiempo que les pongan la correa”. Un amigo empresario: “Del variado menú de hoy, el más impactante, que inició con su pildorita de ayer, es la desesperanza –provocada, además, por los que irresponsablemente alimentan desconfianza al ambiente– sentimiento que motiva a la gente a irse en tendaladas hacia otros países”. “Matar la esperanza de la sociedad no es bueno, y menos empañar el proceso electoral –sembrando la duda que no va a ser confiable– ya que es la esperanza que queda de cambiar democráticamente lo que nos incomoda”. Otra buena amiga: “Creo también en la predestinación junto al libre albedrío del que estamos dotados por nuestro Creador; el uso del libre albedrío determinará si escogimos bien o mal, si seguimos el camino trazado (predestinado) o nos desviamos”. “Creo que a cada uno se nos otorgan dones, talentos que utilizamos para el bien o para el mal, dependiendo cómo estamos orientados”. “Cada uno sabe lo que tiene en su corazón y ello es lo que determina cómo actúa”. Otro lector: “Usted tocó tangencialmente un tema crucial: la igualdad”. “Y como somos iguales en esencia, pero no en condiciones y las condiciones limitan bastante el desarrollo humano, se ve que la libertad absoluta se refiere al campo moral, interior, del alma”. “No soy libre a mi gusto en mis condiciones externas”. “Soy libre para decidir cambiarlas”. “Soy libre para elegir ser feliz y vivir en paz, en medio de mi realidad exterior”.

(A muchos del colectivo –entra el Sisimite– les gustó la cita de Octavio Paz: “Entre la revolución y la religión la poesía es la otra voz”. “Su voz es otra porque es la voz de las pasiones y las visiones; es de otro mundo y es de este mundo, es antigua y es de hoy mismo, antigüedad sin fechas”. -Pues para complacerlos –interviene Winston– nos despedimos con estos versos de Borges: “Mirar el río hecho de tiempo y agua/ y recordar que el tiempo es otro río,/ saber que nos perdemos como el río/ y que los rostros pasan como el agua./ Sentir que la vigilia es otro sueño/ que sueña no soñar y que la muerte/ que teme nuestra carne es esa muerte/ de cada noche, que se llama sueño./ Ver en el día o en el año un símbolo/ de los días del hombre y de sus años,/ convertir el ultraje de los años/ en una música, un rumor y un símbolo,/ ver en la muerte el sueño, en el ocaso/ un triste oro, tal es la poesía/ que es inmortal y pobre. La poesía/ vuelve como la aurora y el ocaso./ A veces en las tardes una cara/ nos mira desde el fondo de un espejo;/ el arte debe ser como ese espejo/ que nos revela nuestra propia cara./ Cuentan que Ulises, harto de prodigios,/ lloró de amor al divisar su Itaca/ verde y humilde. El arte es esa Itaca/ de verde eternidad, no de prodigios./ También es como el río interminable/ que pasa y queda y es cristal de un mismo/ Heráclito inconstante, que es el mismo/ y es otro, como el río interminable”).

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