¿Día de la mujer?

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30 de enero de 2024
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12:17 am
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¿Día de la mujer?

Elvia Elizabeth Gómez García

Cada 25 de enero se conmemora en Honduras el Día de la Mujer, sin embargo, si preguntamos en las calles, en centros educativos, incluso si hacemos un sondeo por algún medio de comunicación, nos daremos cuenta de que son pocos los que conocen el origen y significado real de esta conmemoración.

Como todo, el Día de la Mujer ha sido presa de la vorágine del sistema actual, en donde cada fecha se vuelve comercial y pierde su significado. Los medios de comunicación nos bombardean con cientos de anuncios invitando a “conmemorar” este día, partiendo de una imagen romantizada y fuera de contexto.

Flores, chocolates, globos y regalos disfrazan lo que día a día se vive en nuestra sociedad al ser mujer. El acoso callejero, la falta de oportunidades, la estigmatización producto de los patrones tradicionales que han condicionado a las mujeres a vivir en la sombra, a competir de forma desigual porque llevamos sobre nuestros hombros el peso de la sociedad misma.

El 25 de enero debe recordarnos la fecha en la cual las mujeres conquistaron el derecho a ejercer el sufragio, un derecho producto de la lucha de aquellas que se manifestaron en contra del estatus quo imperante en nuestro país, en donde los derechos políticos no existían para nosotras y en donde aún hoy en día, la mujer es utilizada más como una imagen, sin reconocer realmente la trascendencia de su accionar en la sociedad.

Sin embargo, los mensajes de felicitación, las publicaciones en redes sociales, la publicidad sobre esta fecha ha sido tergiversada y moldeada a los intereses del mercado. ¿Será que las mujeres sufragistas que salieron a las calles a exigir sus derechos vistieron de color rosa?

Esa imagen estereotipada es la que sobrevive a una lucha política legítima, que hace que se pierda en una nebulosa de color rosa, donde se habla de lo valiosas que somos las mujeres para la sociedad, pero se nos presenta vulnerables, como si fuesen exhibidas en una vitrina, frágiles e indefensas.

Como expresara Juana Pavón en su poema Nosotras: ¡esos sujetos “somos las que estamos paradas en el tiempo y latimos… latimos… latimos!” Las mujeres estamos paradas, luchando día a día, cada una en sus trincheras para forjar una Honduras más segura para nosotras y las futuras generaciones.

No debemos seguir siendo condenadas a la marginación. Si abrimos los libros de historia siempre encontraremos a los grandes héroes, los que han liderado ejércitos y ganado batallas, los grandes estadistas que han “innovado” con sus brillantes ideas. ¿Dónde estamos nosotras?

Se han emitido leyes nacionales e internacionales que exigen un mundo menos desigual, y la equidad de género se convirtió en el discurso de moda, pero no se tradujo en mejoras significativas. Las mujeres seguimos siendo juzgadas por una sociedad que nos exige ser buenas madres, esposas, empleadas pero que no nos brinda las herramientas necesarias para poder cumplir con ello.

En pleno siglo XXI, en Honduras peleamos por una educación inclusiva, que nos visibilice y reconozca. Que nos empuje a ser valientes, a alzar la voz, a defendernos.

Es por todo lo anterior que la educación es fundamental para romper con esos esquemas tradicionales de pensamiento. No somos complemento, somos iguales, somos compañeras, somos profesionales que no deben sentir culpa por triunfar, que no deben ser señaladas y acusadas de abandonar a sus hijos por aspirar a una carrera profesional, que no deben ser juzgadas por decir no a la maternidad. Hay que romper con esos modelos en los que cargamos con el mundo, pero el mundo no nos escucha.

Si en los hogares comenzamos a educar guerreras en lugar de princesas, si esa primera escuela asume su rol fundamental, orientando a las niñas a la defensa de sus ideas, a valorar por igual la belleza y la inteligencia, estaremos asegurando una generación diferente, en la cual podamos trabajar hombro a hombro, en la que no seamos una entre cientos sino cientos de la mano, forjando una sociedad más justa e igualitaria.

Porque tal como expresara en su momento el cantautor Guillermo Anderson “tu paso por la historia es la prueba que hay voluntad y que hay manera de hacer digno el presente”.

Profesora universitaria

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