*** Estamos viviendo un momento histórico en la historia de EEUU. Fue durante la guerra civil de 1861 a 1865, siendo presidente Abraham Lincoln, la región sur del país se quiso retirar de ser parte de la unión americana. Tomó cuatro años de batalla y centenares de miles de muertos, el norte derrotó al sur y mantuvo unida a la nación.
Ahora tenemos otro problema y lo que está en juego es la democracia de EE.UU. Una democracia que ha sido el orgullo de este país y el respeto de los países democráticos.
Esta democracia ha durado casi 250 años por el respeto a las leyes, la democracia, su patriotismo que ha unido a los estadounidenses desde que se formó la república el 4 de julio 1776 cuando EE.UU. se sublevó y se liberó de Inglaterra.
Gran Bretaña trató de recapturar el país, pero las milicias americanas impidieron que eso ocurriese. De 1865 a la fecha, 159 años, manteniendo sólida a la Unión con los tres principales poderes han venido funcionando en la forma en que se gobierna a esta nación, pero en este momento comenzamos a tener sudas si seguiremos siendo una democracia. La población ha perdido la confianza en la Corte Suprema de Justicia.
El Congreso está dividido ya que se enfrentan ferozmente republicamos y demócratas y vemos cómo pierde fuerza el Poder Ejecutivo porque tanto la corte como los políticos de ambos bandos están deshaciendo al país. Veremos qué pasa si nos dejamos quitar la patria que hemos querido y respetado. Las elecciones de noviembre de este año serán claves si seguimos siendo EE.UU. o estados divididos en amplia caída. Una democracia unida y operante o una nación desunida.
