Nuestra Virgen de Suyapa

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31 de enero de 2024
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12:45 am
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Nuestra Virgen de Suyapa

Noé Pineda Portillo  

Querámoslo o no es nuestra patroncita, la Virgen de Suyapa, es una advocación mariana de la religión católica, encontrada en la Basílica de Suyapa en Tegucigalpa, Honduras. Su representación artística escultural es una pequeña estatuilla de cedro de 6,5 cm., posiblemente tallada por artista principiante; con cabeza ovalada y cabello liso a la altura de los hombros, y sus manos colocadas en posición de plegaria. Esta se mantiene pegada a un marco de oro adornado con rayos de luz, y estrellas en la parte de arriba, y vestida con ropa fina de seda y plata.

La celebración de la virgen, es motivo de peregrinaje todos los años desde distintas partes del país y de Centroamérica.

Historia, han existido -según Enciclopedia Libre- muchas versiones acerca del descubrimiento de la Virgen de Suyapa, con pequeñas variaciones en los detalles, la más conocida y aceptada por sus feligreses es la referente al campesino Alejandro Colindres en febrero de 1747 (siglo XVIII). El relato cuenta que Colindres y un niño de 8 años fueron enviados por la madre del niño llamada Isabel Colindres, a limpiar campos de maíz a la montaña del Piligüín, al noreste de Tegucigalpa. De regreso, los atrapó la noche y decidieron dormir afuera. Luego se dio cuenta que algo estorbaba en su lado izquierdo y siempre que se quitaba el bulto el mismo volvía aparecer. A la mañana siguiente, Colindres descubrió que se trataba de la estatuilla de una virgen, que luego llevó a casa de su madre, en la Villa de su Suyapa, actualmente un barrio de la capital. Allí se hizo un altar de madera, donde los conocidos de la familia iban a rezar.

La estatuilla de la virgen permaneció en el altar de la familia Colindres, hasta que en 1768 se le acreditó su primer milagro y comenzó a atraer la atención del público. Se trató de la curación de don José Zelaya Midence, quien sufría de piedras en la vejiga, las cuales expulsó luego de recibir la virgen en su casa y pedirle por su salud. Luego de su primer milagro, la familia Colindres comenzó a recaudar fondos para construir una capilla, la cual fue completada en 1777.

En 1925, el papa Pío XI, la declaró Patrona de Honduras bajo el título de Nuestra Señora de Suyapa y declaró el 3 de febrero  como su Día Festivo. En la década de 1950 se construyó una gran basílica próxima a la capilla, nombrada Basílica de Suyapa. Actualmente, la estatuilla de la virgen pasa la mayor parte del tiempo en la capilla, pero cada año se mueve a la Basílica de Suyapa en el día de su celebración para acomodar a la multitud de personas que asisten a verla, tanto de Honduras como de Centroamérica.

Se han escrito canciones en honor a la virgen, siendo la más famosa y considerada como un himno: “Virgen de Suyapa” del cantautor hondureño Paco Medina.

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