Orden de Morazán en un escenario político

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1 de febrero de 2024
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12:01 am
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Orden de Morazán en un escenario político

Por: Juan Alberto Lara Bueso*

El 27 de enero pasado, en la celebración del segundo aniversario de su mandato, la Presidente de Honduras, doña Xiomara Castro Sarmiento, condecoró con la Orden “Francisco Morazán” en el Grado de Gran Cruz Placa de Plata al señor Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos mexicanos, en un acto político donde flameaba nuestro pabellón nacional y la bandera del partido Libertad y Refundación. Igualmente fueron entregadas condecoraciones a otros invitados extranjeros y al presidente Nicolás Maduro de Venezuela, recibida por una delegación de dicho país.

Independiente de los méritos para conferir la máxima condecoración oficial, en este caso, al señor Ebrard, es incalificable el acto de entrega, por su impropia e informalidad del mismo, al llevarse a cabo en una celebración política-partidaria, y, además, por las vestimentas inapropiadas del condecorado y de los funcionarios del gobierno presentes. Por costumbre o norma protocolaria en estas ceremonias, es apropiado en principio, un vestuario traje de calle, consistente por lo menos el uso de saco, aunque no necesariamente con corbata, tendencia actual de la moda masculina.

Registro en mis remembranzas un acto similar, cuando el entonces canciller Fernando Martínez invitó al cuerpo diplomático a la entrega de la condecoración de Morazán al embajador de México por el término de su misión en nuestro país, a celebrarse en la escuela “México” de una aldea del Distrito Central, consignando que la ceremonia era con camisas de guayaberas. El embajador, días antes de acudir al acto de la condecoración, avisó a la Dirección del Ceremonial Diplomático que no le era posible recibirla en esa ocasión, porque había sido llamado por su gobierno para que viajara de urgencia al Distrito Federal. Trascendió que el embajador había tomado esa decisión al consultar a su cancillería, para evitar recibir la condecoración con vestimenta informal y que trascendiera la noticia con fotografías en los periódicos y revistas mexicanas. Un amigo periodista que laboró en Relaciones Exteriores, escribió un artículo llamando la atención a la informalidad del vestuario para el acto de la condecoración, que afortunadamente no se realizó, reclamándole el canciller Martínez, pero el columnista le contestó que no volviera a cometer el error porque se lo comentaría nuevamente.

El canciller Enrique Reina tuvo que sugerirle a la familia presidencial que no era procedente realizar este acto en tal escenario y que se hiciera en una ceremonia en Casa Presidencial o en otro lugar formal. Y también que se excusara de participar en el mismo, pero lo hizo leyendo los acuerdos presidenciables que otorgaron las condecoraciones.

Por otra parte, periódicos mexicanos han informado que el excanciller Marcelo Ebrard no solicitó el permiso, a través de la Dirección de Protocolo de la Secretaría de Relaciones para aceptar la condecoración, conforme la Constitución Política de México, que expresa, que quien acepta o usa condecoraciones extranjeras sin permiso del Ejecutivo Federal, pierde la ciudadanía mexicana. Esta situación, para información de los lectores, no tiene consecuencias en Honduras, porque es una disposición interna que podría interesar solo en el hermano país azteca.

Mis juicos emitidos están dirigidos a las seriedades, formalidades y condiciones que deben observarse en toda ceremonia de condecoraciones conferidas por el Estado de Honduras y en especial la “Orden de Morazán”, porque lleva grabada la esfinge de nuestro Gran Prócer y pende una banda con los colores de nuestra Bandera Nacional, símbolo sagrado de nuestra hondureñidad. Para mayor ilustración, transcribo un párrafo del Decreto Legislativo de creación de la Orden que dice: “Esta condecoración, símbolo de alto honor y de reconocimiento, podrá conferirse a los hondureños por eminentes servicios prestados a la Patria o a la Humanidad, por virtudes cívicas acrisoladas o por notorios méritos de carácter científico o artístico; a los extranjeros a quienes, en igualdad de méritos con los nacionales, el Poder Ejecutivo considere acreedores a este honor, y a quienes, en casos excepcionales, haya que corresponder por las distinciones que otorguen a los funcionarios hondureños”.

Y para finalizar, los actos celebrados fueron políticos- partidarios por la multitud de simpatizantes del gobierno portando banderas y lemas del Partido Libre. Y como corroboración, cito el anuncio que circuló en los medios y redes sociales: “En el Polideportivo de la UNAH se prepara el festejo del segundo aniversario de la presidente Xiomara Castro, que se convertirá en acontecimiento político de Libertad y Refundación”. Ante las críticas, el rector Odir Fernández reaccionó y aclaró que “el alquiler o préstamo del Polideportivo nunca se concretó o autorizó para eventos políticos”. Magnifico, rector magnifico, al curarse en salud.

*Embajador en retiro.

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