Una cárcel demasiado lejos

ZV
/
1 de febrero de 2024
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Una cárcel demasiado lejos

Por: Adán Hilario Suazo Molina*

Por lo general los grandes proyectos, empresas u operaciones que se emprenden sean estos de orden públicos o privados, se planifican minuciosamente, principalmente los elementos logísticos para todas las fases del emprendimiento. Corresponde a expertos en la materia, evaluar y dictaminar los riesgos, daños colaterales y factibilidad de un proyecto o empresa de cualquier índole; constituyendo el factor distancia, accesibilidad y control, elementos críticos; en el éxito o fracaso, de lo planeado.

Un ejemplo clásico que se deriva del ámbito militar, y se desprende de las grandes operaciones de la IIGM. Se trata de la operación Market Garden, hecho ocurrido entre el 17 al 25 de septiembre de 1944, en donde participaron unos 100,000 combatientes aliados, (dos divisiones aerotransportadas y una terrestre), quienes fueron trasladados a lo que hoy comprende Países Bajos, para cumplir la misión de capturar, una serie de puentes, sobre los principales ríos de la región cuales se encontraban bajo ocupación alemana. El resultado: la operación significó el mayor fracaso de los aliados en la última fase de la campaña contra Alemania, la historia registra un numero de 16,000 bajas aliadas. Market Garden resulto una operación muy ambiciosa y apresurada, evaluación muy pobre del adversario, exposición de los combatientes en un terreno descubierto. La operación se convirtió en un caso clásico de estudio, fue llevado al cine con el nombre de “Un puente demasiado lejos”.

Como el caso citado, existen muchos, que son vivos ejemplos de pobre liderazgo, apresurada planeación y carencia del análisis histórico, obviando, elementos esenciales que pudiesen arriesgar una operación de gran magnitud… de cualquier naturaleza que sea; en donde el aislamiento y acceso crítico, ponga en riesgo vidas, bienes y prestigio.

Por ser de interés nacional, hemos estado pendientes del curso que esta tomando el proyecto de construcción de una cárcel en Islas del Cisne, primero nos ha parecido una broma, luego el asunto se polemizó y varios hondureños que al menos conocemos el lugar (mi bitácora registra unos 27 vuelos al cisne, nadie me lo contó) como muchos personajes y organizaciones hemos brindado nuestro punto de vista, en su mayoría contrarios a que la proyectada cárcel se construya en El Cisne, la lógica nos conduce a pensar que no es un buen proyecto, por razones de aislamiento, seguridad, exposición a los elementos meteorológicos, logística (disposición de toda clase de materiales y suministros), pero sobre todo, el peligro que correrán las Islas de ser dañadas irremediablemente en su condición de reserva marítima y refugio de especies endémicas, exponiendo al país, incluso a demandas internacionales por no respetar acuerdos y condiciones que nosotros mismos hemos buscado: primero para recuperarlas como territorio hondureño y luego para declararlas Reserva Natural.

Tecnológicamente la construcción de este proyecto es posible, ¿pero a qué costo? En el Cisne no hay más que especies endémicas: iguanas, cangrejos, pájaros e insectos, después de eso todo debe llevarse desde nuestros puertos costeros; el agua potable debe obtenerse de la desalinización, ¿qué pasa si estos sistemas fallan y tenemos unas 4,500 personas sedientas; ¿qué sucederá si hay una amenaza de un huracán Cat. 5 y se ordena evacuar la isla, ¿cuánto tarda una embarcación en llegar y retornar del Cisne?

Rememorando los años 80, cuando tuvimos en la FAH, 4 aviones C-130 operativos, quizá se podía intentar una evacuación aérea y ahora ¿contamos con esos recursos?

Lo que hemos expuesto, es solamente un recordatorio de tantos detalles que quizá por el entusiasmo, o la complacencia natural de no contradecir al jefe, no lo hacemos y por desgracia callamos.

No obstante, pude escuchar unas declaraciones del señor general de División Roosevelt Hernández, actual jefe del Estado Mayor de las FFAA, que me parecieron prudentes y acertadas, cuando un periodista le consultó sobre la cárcel del Cisne, se concretó a decir: lo mejor es que el proyecto sea sometido a una matriz costo-beneficio. Lo expresado es correcto, esta variable debe ser complementada, alimentándola, con todos los análisis y factibilidades que afecten el entorno y al mismo proyecto. Pero… pregunta obligada: ¿quién elaborará el análisis costo-beneficio?, puesto que se necesita evitar sesgos, complacencias y favoritismos, lo mejor que puede suceder, es que sea una organización ambientalista internacional, quien dictamine y recomiende, existen muchas y es factible obtener esa asistencia.

Todo el asunto, se basa en una hipotética realidad, de voluntad y criterio lógico; varios aducen, que la decisión esta tomada. No obstante, siempre un argumento correcto puede salvar la situación. Una última observación: ¿por qué los gringos construyen prisiones (el Detention Complex) en Manhattan, 125 de White Street? Y el presidente Bukele, construyó una mega cárcel en Tecoluca a 74 km de la capital, la que tiene a full ocupación. Son tan solo dos ejemplos… quizá deberíamos consultarles y parar de inventar lo inventado.

*Coronel de Aviación ®

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto