RAMÓN AMAYA AMADOR: “Biografía de un Escritor”, por Juan Ramón Martínez

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3 de febrero de 2024
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RAMÓN AMAYA AMADOR: “Biografía de un Escritor”, por Juan Ramón Martínez

(Editorial Universitaria, 1era edición, Tegucigalpa, MDC, 1995, 330 pp.)

Ofrece este libro una visión completa de la vida del máximo novelista hondureño: Ramón Amaya Amador. Desde su nacimiento en un lugar humilde, en Olanchito, Yoro, fruto de una relación poco ortodoxa entre un cura rural (Guillermo R. Amador) y una mujer sencilla con vocaciones artísticas irrealizadas (Isabel Amaya), que en aquel ambiente rural de principios de siglo presagiaban escasos niveles de oportunidades para el desarrollo cultural de quien estaría destinado a ocupar páginas esclarecidas en la literatura.

El biógrafo no se limita a un frío relato de su biografiado y, a menudo con pasión, tome el oficio de defensor ardiente de la vida y obra de Amaya Amador. No le excluye de posibles debilidades y errores de humano, pero, más alla de la muerte, le guarda su sitial como el hombre que mejor ha narrado en Honduras, en todos los tiempos.

En este libro asistimos al largo peregrinar de Amaya Amador en distintos meridianos del planeta; siempre alerta a las voces de su tiempo. Sus pinitos literarios bajo la mirada del periodista Ángel Moya Posas en “El Atlántico” de La Ceiba; sus pinceladas de protesta en “Alerta”, a juicio de Juan Ramón Martínez, el mejor semanario que ha circulado en Honduras; su emigración a Guatemala; su oxigenación política en la revolución democrática guatemalteca de 1944; su exilio, su permanencia en Argentina, su boda con una mujer austral. Su regreso a la patria; las peripecias en El Cronista; su viaje a Checoeslovaquia socialista y su presencia en la plana mayor de la Revolución Internacional”. Y a lo largo de todo, la vocación de Amaya Amador por la literatura, que lo lleva a producir más de 30 libros, algunos aún inéditos. Al final de sus días, y hasta ahora, es el autor hondureño más traducido en lenguas extranjeras. Su palabra ha llegado a confines inauditos: atravesando mares, hablando de bananeros (“Prisión Verde”) de campesinos fusilados bajo la acusación de Brujos (“Los Brujos de Ilamatepeque”); de la revolución en los trópicos (“Amanecer”); de niños en estado de abandono (“Cipotes”) y de otras realidades, sociales y humanas, que plasman el devenir de nuestros pueblos.

Al cerrar la última página, entendemos que no ha muerto Amaya Amador, vive en este libro en el que, su coterráneo Juan Ramón Martínez, alcanza la mayoría de edad autoral (Óscar Aníbal Puerto Posas).

Fuente. Honduras Agraria, No.16, 17 de mayo de 1996

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