RUBÉN BERMÚDEZ MEZA

ZV
/
3 de febrero de 2024
/
12:24 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
RUBÉN BERMÚDEZ MEZA

Arturo Martínez Galindo

Nació en Juticalpa, Olancho, en 1891, siendo sus padres D. Rubén Bermúdez y doña Paz Meza de Bermúdez. Hizo sus estudios de ingeniero en el Mass. Inst. of Technology, Boston. En 1927 contrajo matrimonio en la ciudad de Juticalpa con doña Hada María Navas de Bermúdez.

El ingeniero Bermúdez reside en San Pedro Sula en el bulevar, donde tiene su oficina de ingeniería. Ha sido diputado al Congreso Nacional. Superintendente del Ferrocarril Nacional, inventor del mismo, y alcalde de San Pedro Sula.

En su profesión de ingeniero civil y de minas, además de muchas obras particulares, el ingeniero Rubén Bermúdez construyó el puente sobre el rio Ulúa, en La Pimienta, obra solida e imponente. Abrió 6 kilómetros de carretera en el corto tiempo de treinta y cinco días. Siendo alcalde de San Pedro Sula, el señor Bermúdez construyó el bulevar Morazán, una de las mejores vías públicas de la ciudad. También hizo el nuevo tanque para la distribución de las aguas, con una capacidad para 600,000 galones. Construyó, además, la carretera a Chamelecón, el Hipódromo, uno de los mejores de la América Central, y las tres cuartas partes de un Mercado Municipal.

Como se ve, por la descripción anterior, la obra del ingeniero Bermúdez ha sido múltiple, fecunda y trascendente. Ilustramos esta página con una vista de la hermosa residencia particular del señor Bermúdez, en el bulevar.

Las obras, que ha ejecutado el ingeniero Bermúdez (h), se distinguen no solo por su solidez y elegancia, sino porque ostentan un sello de originalidad personalísima. El ingeniero Bermúdez no solo es un profesional de primera fila. Se ha distinguido como orador político que sacude a las masas, y como periodista y poeta (de) legitima prosapia.

Fuente: Bustillo Reina, Guillermo y Buscón Jones, propaganda Pro-Honduras. (Molina y Cía., La Habana, 1930, pág. 313).

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto