Desviaciones radicales refundacionales en Honduras

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5 de febrero de 2024
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12:02 am
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Desviaciones radicales refundacionales en Honduras

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

El gobierno refundacional tiene embrollada a Honduras en un proceso político de cambio estructural radical, apartado de la ruta democrática que prometieron en la campaña electoral y, hoy por hoy, ejecutando acciones distintas a las que se formularon originalmente en el Plan de Refundación, porque siguen lineamientos políticos estratégicos que les fija el Foro de Sao Paulo.

La cúpula dirigente y el coordinador del Partido Libre, han caído en una situación de manejo político en la que, desvalorizan el diálogo democrático, creando barreras políticas a fin de evitar consensos que puedan posibilitar, la transición política a una democracia distinta a la que pretenden estos socialistas radicales.

La reflexión en torno a cómo se puede transitar hacia la democracia participativa, es evitada, pero bien que buscan imponer unilateralmente, una democracia controlada por el Partido Libre y el Estado. Atacan la forma de democracia liberal obstinadamente, porque para ellos, la democracia representativa liberal, es una forma de gobierno frustrada y sin efectos beneficiosos para la mayoría ciudadana. En consecuencia, buscan desestructurarla, imponiendo una forma de gobierno que es más injusta e inconveniente para vivir en armonía. Han trastocado el ideal de la democracia participativa e intensificado el conflicto político.

La sociedad hondureña, actualmente convive bajo una dominación política arbitraria y despótica, con pocas posibilidades de crecimiento económico incluyente. Al promover la exclusión de las empresas privadas del proceso de desarrollo económico, crean efectos negativos que impiden el desarrollo económico y social sostenible.

Es incoherente, pretender organizar una forma de democracia participativa, controlada por el Estado, bajo condiciones de una dominación política sectaria e instrumentalizando diálogos tendenciosos y parcialmente oscuros.

Lo que se constata, es la pretensión política por promover un remedo de democracia beneficiosa para unos y obstructiva para otros. En la que predomina el abuso del poder y se irrespetan los derechos humanos o se violan.

El Partido Libre, controla al gobierno y le impone posturas políticas antidemocráticas que guían la gobernanza refundacional. Lo cual hace, que se instaure un patrón de conducción política dual que, altera, el espíritu del enfoque de administración democrático de poder prometido por la Presidente.

Lo que nos está ocurriendo es que, en vez de organizar una sociedad democrática, caminan hacia la imposición de un régimen de autoridad monolítica, controlado por el asesor y coordinador general del Partido Libre y la Presidente, a la que han convertido en el señuelo para poder lograr la verdadera agenda política socialista radical, que es coherente con el mandato que les fija la izquierda latinoamericana desde Venezuela, Brasil, Cuba y Nicaragua.

En definitiva, estamos encarando una situación como la planteada por Margaret Thatcher: “El socialismo no procede del pueblo. Es una doctrina de intelectuales que tuvieron la arrogancia de creer que podían planificar mejor la vida de todos”.

En las elecciones 2025, los hondureños tenemos la oportunidad de cambiar esta ruta política que nos impone el Partido Libre, pero solo si las fuerzas democráticas no socialistas, se unen a través de una alianza estratégica y enfrentan dichas elecciones, unidas alrededor de un candidato consensuado entre todos y con un plan de desarrollo alternativo que, demuestre un camino político de salida del atraso, distinto al socialista.

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