Norcoreanos huidos destacan el peso de los mercados negros en su país en un nuevo informe
Lee Jae-myung (centro, al frente), lider del partido de la oposición Partido Democrático, habla durante una marcha en contra del vertido de aguas de Fukushima en Seúl, Corea del Sur. EFE/EPA/JEON HEON-KYUN
Norcoreanos que han huido a Corea del Sur destacan la importancia cada vez más fundamental que tienen los mercados negros y la actividad por cuenta propia en el empobrecido país en un nuevo informe publicado hoy por el Gobierno surcoreano.
Casi un 91 % de los 6.351 desertores consultados -parte destacable de los 34.000 que se han establecido en Corea del Sur desde los noventa- consideran que la economía interna no puede sostenerse sin los llamados “jangmadang”, los mercados informales que empezaron a aparecer hace tres décadas cuando colapsó el sistema de distribución pública de alimentos.
A su vez, aquellos huidos después de 2012 aseguran que, de media, más de dos tercios de sus ingresos procedían de actividades económicas que el régimen considera propias del capitalismo e ilegales, según el informe publicado hoy por el Ministerio de Unificación.
El incremento de las penurias económicas que trajo el endurecimiento de las sanciones ha provocado aparentemente un aumento de este tipo de actividades, ya que el 46,2 % de aquellos huidos entre 2016 y 2020 reconoció haber comprado o vendido viviendas o terrenos, en contraste con el 10,7 % de los que llegaron al Sur antes del año 2000.
La proporción de norcoreanos que tiene una imagen negativa de Kim Jong-un como líder también aumenta cuanto más tarde se produjo la salida del país, según el informe, que afirma que, por ejemplo, el 36,6 % de los que huyeron entre 2006 y 2010 no aprueba su labor, frente al 56,3 % de aquellos que abandonaron Corea del Norte entre 2016 y 2020.
Al mismo tiempo, mientras que el 43,8 % de los consultados consideran injusto que Kim heredara las riendas del país de manos de su padre, la proporción llega hasta el 54,9 % entre aquellos que desertaron entre 2016 y 2020.
El contraste es también llamativo en torno al acceso a, por ejemplo, contenidos audiovisuales foráneos, puesto que solo el 8,7 % de aquellos que huyeron antes de 2000 dijeron haber podido ver u oír semejantes contenidos frente al 83,3 de aquellos huidos en años recientes.
La inmensa mayoría de desertores consultados fueron mujeres (el 81,8 %) y procedentes de las cuatro provincias fronterizas con China, Pyongan del Norte, Jagang, Ryangang y Hamgyong del Norte, de donde partieron el 82,1 % de los entrevistados, mientras que el 81,7 % tenía entre 20 y 49 años cuando fue encuestado (las entrevistas se hicieron de 2013 a 2022). EFE
