¿SAUCE LLORÓN?

MA
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6 de febrero de 2024
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12:25 am
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¿SAUCE LLORÓN?

“¡DIOS qué entereza! –mensaje de buena amiga– Así es, ameeeeén a la “homilía.” Otro mensaje del colectivo: “Que linda Sofi, su nieta, presidente”. “Creo que uno da lo que es, no lo que recibe”.  “Y todo lo bueno que uno entrega regresa, aunque no siempre es de las personas a quien uno da”. “Y como cada quien da lo que es, no se puede esperar amor de alguien que no lo conoce y no está preparado para apreciarlo”. “Estamos llenos de la poca reciprocidad, pero entre más nos conocemos, más límites sabemos poner”. “Nos llenamos más de relaciones recíprocas que valoran lo importante”. Opinión de un magistrado: “Preciosa lección de moral, amistad y agradecimiento”.

“Muy buenas reflexiones de su nieta –mensaje de otro buen amigo– a pesar de su edad; pareciera que las hace una persona mayor”. “Como reza el dicho:” “La fortaleza no viene así por así o se nace para sauce o se nace para roble”. “Quien define a una persona no son sus posesiones, en realidad son sus actos de nobleza”. “Hay que tratar de entender eso”. “Hay que ser como el río que atraviesa la roca, no por fuerte sino por persistente”. La defensora de DD. HH.: “Al leer a Sofía siento tan cerca de mi corazón lo que escribe”.  “Porque sus palabras son parte de lo que uno siente; y a pesar de todo siempre no digo nada de lo que me ocurre, que me haga convertirme en la persona que no quiero ser”. “Seguiré actuando con agradecimiento, principios y valores, aunque me lleve chascos; sé que no todo mundo actúa de forma contraría”. Solo viene a mi mente el poema: “Verdades Amargas”. Un amigo empresario: “El problema que tenemos, es la envidia”. “No podemos ver que a alguien le vaya bien, pues está en nuestra naturaleza que nos da envidia”. “Y como tal es mejor hundirlo, como los canechos, cuando los tiran en una olla, el uno jala el otro para abajo y nadie puede salir”. “El otro mal es que a todos los juzgan por igual, por categorías, como al ganado, que le ponen el fierro para identificar a su dueño”. “Si sos político, como tal, tenés estas características y lo mismo pasa con los empresarios, médicos, catedráticos, etc.”.  “Todos son iguales y todos son malos o buenos”. “Qué falta de capacidad para comprender que todos nacimos distintos y, por lo tanto, no somos iguales, y que nuestra misión como ser humano y como país es ayudar al otro a subir y salir de la olla”. Una exmagistrada: “Mi papá solía decir, “lo que en amor se da, en amor se pierde”. “No hay que lamentarse por lo que uno da, ya que eso habla de quienes somos y de nuestros valores”. “Como las otras personas respondan a nuestra bondad, es algo que escapa de nuestro control y hablará de esas personas y de sus valores”.

(Lee –entra el Sisimite– mandan esto de Aristóteles, hablando de tres tipos de amistad. -Echá pues leo –interviene Winston– siempre a mí me ponés a leer lo que mandan: “1. La amistad basada en la utilidad. 2. La amistad basada en el placer. 3. La amistad basada en el carácter”. Ah, y que las diferencias entre amigos o compañeros surgen cuando, debiendo ser recíproca, la naturaleza de su amistad no es la que ellos creen que es. -Bien –interrumpe el Sisimite– yo creo que la mejor lección que podés dar a un majadero ingrato es ignorar su falta de formación y de carácter y –aunque, así de frescos, hasta el límite de la desconsideración, sean los inconscientes y ciertos compañeros que no vale la pena frecuentar– establecer, con el ejemplo, un contraste entre el valor y el antivalor. –“Take the high road” –comenta el Sisimite– que no tiene una traducción exacta al español. -Significa –ilustra Winston– comportarse de manera moral cuando otros no se comportan moralmente. En otras palabras, actuar con decencia, frente a la conducta indeseable de otros. -O sea, la diferencia –comenta el Sisimite– entre el roble y un sauce llorón. -¿Y qué es –pregunta Winston– un sauce llorón? -Aquí en un lugar de referencias –aduce el Sisimite– lo describen como un “arbolito caducifolio de poca altura con ramas delgadas, flexibles, largas y colgantes casi hasta el suelo. Tronco con la corteza fisurada”. -O sea –suspira Winston– que lo denominan “llorón” por sus ramas caídas).

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