Febrero y San Valentín

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11 de febrero de 2024
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Febrero y San Valentín

A la memoria de Julio Ernesto Alvarado (Q.D.D.G.)

Por: Lic. Elsa Ramírez

“Decían nuestras abuelas que febrero era loco y que de todo tenía un poco… o febrero mocho…”

Esta vez escribiré sobre dos temas relacionados con el mes de febrero año bisiesto, que según cuenta la historia fue el emperador Julio César quien propuso la creación del calendario juliano, el cual exigía adicionar un día cada cuatro años, los romanos decidieron que sería febrero.

Bisiesto proviene del latín “ante diem bis sextum Kalendas Martias”, (significa sexto día antes de las calendas de marzo en idioma español), es decir el 24 de febrero. Debido a que la frase era un poco larga, se terminó reduciendo en “bis sextus” que significa bisiesto en español.

Años más tarde, el papa Gregorio XIII decidió, a través de una bula papal, “perfeccionar” el calendario haciendo una modificación adicional de los años bisiestos, siendo el 29 de febrero.

Ahora pasamos al 14 de febrero con el pensamiento del antiguo filósofo y escritor chino Lao Tzu que expresó: “amar profundamente a alguien nos da fuerza y sentirse amado por alguien nos da valor.” Es cierto, nos hace sentirnos amados, pero cuando el amor que se ofrece es verdadero, no fingido. Mientras tanto la primera ministra de la India Indira Gandhi en una de sus frases exclamó “El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita y nunca se venga.”

La sagrada Biblia nos invita a que hagamos todo con amor y pasión, de hecho, aparecen más de ciento cincuenta versículos que hablan sobre este interesante tema; también existe un día en el calendario donde se celebra a San Valentín o día del amor y la amistad (siglo III dC. en Roma), basada en una leyenda y emotiva historia de un sacerdote que desafío las órdenes del emperador romano Claudius Aurelius Marcus Gothicus (Claudio II), quien por aquel entonces había prohibido la celebración de matrimonios entre parejas jóvenes, porque según él, los solteros eran mejores soldados.

San Valentín consideró que el decreto era injusto, por lo cual celebraba en secreto los matrimonios de los jóvenes enamorados, lo que provocó la indignación del emperador Claudio quien ordenó llevar a prisión a Valentín. El oficial a cargo de la encarcelación quiso ridiculizar y poner a prueba al santo Valentín, retándolo a que le devolviese la vista a su hija Julia, quien había nacido ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Este hecho conmovió a Asterius y a su familia quienes se convirtieron al cristianismo.

De igual manera, Valentín fue martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270. Julia agradecida con el santo por haberle devuelto la vista, en su honor plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba, es por eso que este árbol es considerado símbolo del amor y la amistad permanentes.

Entre los años 496 y 498 dC., el Papa Gelasio estableció como fecha el 14 de febrero para honrar a San Valentín. Sus restos se encuentran en la Basílica que lleva su nombre en la ciudad de Terni, Italia, lugar donde a través de una misa las parejas se comprometen para contraer matrimonio al año siguiente.

En Norteamérica esta costumbre se adoptó a principios del siglo XVIII a raíz de los avances de la imprenta y el bajón que hubo en los precios del servicio postal, lo que incentivó el envío de saludos por el día consagrado a San Valentín.

En nuestro país los pudientes tienden a brindar con una espumosa copa de champagne, para disfrutar después de una exquisita cena decorada con hermosas y perfumadas rosas rojas, sin faltar los coloridos globos, los deliciosos chocolates y costosos obsequios, para enseguida, alegrarse escuchando una hermosa pieza musical a luz de las velas y finalizar, por supuesto, las parejas, envueltas en una ardiente, apasionada y mágica noche de amor.

De igual modo, para los que todavía permanecen en estado de soltería, consiéntase asimismo y disfrute de las dulces cosas que la vida le obsequia tan generosamente.

Y para los que tienen pareja, aprovechen la ocasión y gocen de esos instantes mágicos y eternos, para con un beso y una caricia sellar sublimemente el mandato supremo del amor.

Y a los amigos, que ese vínculo de afecto, lleno de aprecio, respeto, admiración y gratitud que un día nos unió, no se rompa nunca y que las bendiciones del Altísimo sean el pan nuestro de cada día. ¡Salud, besos y abrazos a montón!

“Decían nuestras abuelas que febrero era loco y que de todo tenía un poco… o febrero mocho…”

 

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