¿SI NO…?

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12 de febrero de 2024
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12:54 am
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¿SI NO…?

UNA cosa lleva a la otra. Un miembro del colectivo remite un artículo de opinión sobre los funerales del fallecido exmandatario chileno –publicado en un diario suramericano– donde expresa que “la despedida de Piñera fue una muestra de convicción democrática y republicana frente a la deriva populista”. Manifiesta que “Chile destaca entre la mediocridad, no entre los que descollan”. “El país tiene problemas, como todos, y enfrenta desafíos propios de la modernidad, incluidas las pulsiones autocráticas y populistas”. (Más o menos en la misma nota de Winston del pasado editorial: Todos son pintorescos paisajes acabados, solo que unos más menesterosos que otros). “El funeral de Estado –continúa diciendo el autor– no fue un festival mundano de consignas y barras bravas; por el contrario, fue la presencia misma del Estado en su naturaleza, esa que lo sobrepone sobre el gobierno de turno y lo vincula inquebrantablemente a la soberanía de la gente”.

Este otro párrafo merece destacarse: “Una buena parte de Latinoamérica, tristemente, ve todo con extrañeza”. “Con la incredulidad que produce lo inalcanzable y la resignación que genera la desconfianza”. “Sin embargo, no hay nada genético o preconcebido en Chile que hiciese imposible aplicar la misma cultura republicana y democrática en otros rincones”. “Es una cuestión de voluntad”. “Es cuestión de voluntad no dejar que los extremos arrastren a todos a las trincheras”. “Es cuestión de voluntad entender que el Estado está sobre quien gobierna y es cuestión de voluntad defender la democracia siempre…”. (Fin del extracto). Un fundador del colectivo comenta: “Qué distancia más grande entre nosotros y países como Chile –querido presidente y amigo– en esta fotografía veo: respeto, civilidad, institucionalidad, valores democráticos y dignidad”. “Recuerdo perfectamente bien sus palabras de estadista para levantar todo un país”. (Alusivo a la frase de cierre del reciente editorial: “La Patria hondureña es responsabilidad compartida”. “Mérito o demérito de toda la ciudadanía”. “Porque Honduras es de todos: Sus angustias, las sentimos todos; sus alegrías las celebramos todos; sus esperanzas las soñamos todos y sus heridas debemos restañarlas todos”). Comentario de una buena amiga: “Excelente cierre, Honduras es responsabilidad de todos; y cada hijo(a) consciente en donde quiera que se encuentra para bien o para mal hace patria”. “Construye patria como el mejor o peor de los arquitectos; labor que termina hasta que somos transformados y trasladados al tercer cielo”. “Es rico estar un sábado con la mente y el corazón en paz con Dios, conmigo misma y disfrutar de sus opiniones acompañada de un buen café”. Otra buena amiga: “Hace falta muestras de concordia entre políticos”. “A algunos los mismos partidarios los critican si señalan algo positivo de un contrario”. “No les dejan ver ojos bonitos en cara ajena”.

(Pero igual –entra el Sisimite– a propósito de la citada frase, hubo otros llamados a la concordia y a la unidad, digamos cuando el país fue azotado por aquel bíblico diluvio que rompió en pedazos la geografía nacional. Sí –asiente Winston– como este por ejemplo: “Es preciso que todos estos compatriotas signados por el heroísmo, el martirio y la gloria, abonen para el bien la tierra que amorosamente les cobija y que su entrega suprema nos sirva para reflexionar y para reaccionar con nuevas actitudes y conductas superiores… Para que no haya más espacio para la indolencia y la dependencia. Para que nadie intente sacar ventajas personales del dolor de la crisis que es de todos. Para que hagamos de un pueblo, nuestro pueblo, una sola voluntad, un solo destino, una decisión firme y solidaria de caminar unidos, trabajando unidos, compartiendo unidos lo poco que nos queda en pie y la generosidad internacional nos ha entregado”. De nada servirá reconstruir los puentes, las carreteras, y los acueductos y la economía, si no reconstruimos nuestra propia moral y no replanteamos nuestro comportamiento anterior”).

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