JOSE MARIA DIAZ CASTELLANOS
Dos hechos recientes han causado incomodidad; primero el informe de Transparencia internacional donde nos califican como el cuarto país más corrupto de América latina. El gobierno ha anticipado que va a investigar de donde toman la información; el otro hecho es haberse otorgado la mal alta distinción del país a Nicolás Maduro, quien tiene orden de captura internacional y se le acusa de narcotráfico, pero aquí se le reconoce porque anduvo de chofer de Manuel Zelaya días después del 28 de junio del 2009.
En tiempo del abogado y general Tiburcio Carias Andino, mediante Decreto número 102 de fecha 1ro de marzo de 1941 se crea la Condecoración de la Orden de Morazán, en conmemoración al primer centenario de la muerte del general Francisco Morazán ocurrida el 15 de septiembre de 1842. Esta condecoración seria conferida a los jefes de Gobierno de naciones amigas y a los ciudadanos hondureños y extranjeros, por eminentes servicios prestados a la Patria en el orden civil o militar, o en las ciencias, las letras y las artes. Se le da a la Secretaría de Relaciones Exteriores la responsabilidad de darle cumplimiento a este Decreto (Decretos Legislativos. Publicación del Congreso Nacional). Vemos entonces que esta condecoración se crea un año antes de 1941, preparándonos para los 100 años de su fusilamiento. El presidente del Congreso Nacional era Plutarco Muñoz.
Mediante Decreto número 44 del Congreso Nacional del 24 de enero de ese mismo año de 1950, se reforma el Decreto 102 por parte de Juan Manuel Gálvez, en el sentido de que se conferiría a hondureños y extranjeros por eminentes servicios a la Patria, pero con virtudes acrisoladas o por notorios méritos de carácter científico, literario, artístico o humanitario, y consistirá en Gran Cruz de Oro y esmalte, placa del mismo metal y medalla de plata, que llevará grabado la efigie del Gran Prócer. De esta condecoración penderá una banda de seda azul y blanco. El presidente del Congreso era José Máximo Gálvez, o sea, quien le puso la primera piedra a las actuales instalaciones del Congreso Nacional. (Memorial de la Cancillería. Oscar Acosta. – 2004.)
Mediante Decreto 12 del 11 de enero de 1954 nuevamente Juan Manuel Gálvez sanciona el Decreto de reforma a la Orden de Morazán, o sea días antes de presentase la renuncia (5 de diciembre). El Artículo 2 dice que esta condecoración será conferida a los hondureños por eminentes servicios prestados a la Patria o a la humanidad; por virtudes cívicas acrisoladas, o por notorios méritos de carácter científico o artístico; a los extranjeros a quienes, en igualdad de méritos con los nacionales, el Poder Ejecutivo considere acreedores a ese honor. El presidente del Congreso Nacional era Francisco Salomón Jiménez Castro.
Esta Orden se ha otorgado a varios embajadores (as) y representantes diplomáticos, jefes de Estado, para el caso al embajador Ricardo Flores, al embajador de Nicaragua Juan Ramón Gámez (2021), a las embajadoras de USA Lisa Kubiske (2015), James Nealón (2017), Heide Fulton (2019); estas tres últimas entregadas personalmente por el presidente Juan Orlando Hernández. También se le ha otorgado al embajador del Japón (2013) y en forma póstuma al embajador Alejandro Valladares, quien representó a Honduras por muchos años como jefe de la misión diplomática en el Vaticano.
La directora de protocolo de la cancillería explicaba que la Orden Morazán se otorga en seis grados, siendo el más importante y de mayor peso el grado de Gran Cruz Placa de Oro banda de primera clase, y que una de las personalidades en recibir esta Orden en el grado de Gran Cruz fue el presidente de China Taiwán, en el año 2010 (El Heraldo 26 de junio del 2011).
Diario la prensa de San Pedro Sula del 4 de octubre de 1992 decía: “ lo paradójico es que se entiende que la Orden se le concede a hondureños por eminentes servicios prestados a la patria y a los extranjeros en igualdad de condiciones, pero los registros muestran que los primeros condecorados se otorgaron a dictadores de la talla de Rafael Leónidas Trujillo, de la República Dominicana , Anastasio Somoza de Nicaragua, Maximiliano Hernández de El Salvador, Marcos Pérez Jiménez de Venezuela, Fulgencio Bautista de Cuba y Carlos Castillo Armas de Guatemala. Don Rafael Leiva Vivas decía en esa ocasión: La Orden de Morazán se ha dado en un 95% a extranjeros, ya que parece que existe temor de distinguir a los nacionales, la lista de hondureños es muy escaza decía, entre ellos, Jorge Fidel Durón.
Quizá la mayor crítica a la Orden de Morazán es que se haya otorgado a Clemente Marroquín Rojas (1897-1978), periodista y político guatemalteco, quien era anti morazanista. Escribió el libro Francisco Morazán y Rafael Carrera (1965).
Termino con Nicolás Maduro. Pregunto ¿cuáles son los eminentes servicios prestados a la Patria?
