EL BEATO MANUEL DE JESÚS SUBIRANA

ZV
/
9 de marzo de 2024
/
12:37 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
EL BEATO MANUEL DE JESÚS SUBIRANA

Guillermo Mahchi

Muchas de las personalidades que vivieron en Honduras en el siglo 19 han sido puestos casi en el olvido por las últimas generaciones, uno que creemos debe de ser recordado y nombrado como el único “Beato” que posiblemente vivió en Honduras fue Manuel de Jesús Subirana.

La lluvia de peces en la comunidad de Yoro, se dice que es un milagro del padre Subirana, considerándose por muchos como un santo. El hecho fue el siguiente: El padre Subirana al encontrarse en Honduras, con mucha gente pobre y hambrienta, oró durante tres días y tres noches pidiendo a Dios un milagro que ayudara a los más necesitados a conseguir alimento. Por consiguiente, las súplicas fueron escuchadas y Dios provocó una lluvia de peces, en aquel lugar. Muchos son los escépticos de todo el mundo que se han trasladado a la localidad, para informarse y estudiar el dichoso milagro lluvia de peces en Yoro.

Manuel de Jesús Subirana. Nació en 1807 en la localidad de Manresa en España. Murió el 27 de noviembre de 1864, en el lugar llamado “Potrero de los Olivos”, situado al norte y en la jurisdicción de Santa Cruz de Yojoa, del actual departamento de Cortés, y cumpliendo un deseo testamentario, sus restos fueron trasladados hasta la ciudad de Yoro donde y en su traslado su cadáver “Olía a Rosas” para ser depositados en la iglesia local donde su sepultura constituye un factor de fervor religioso y turismo.

Subirana, entró a temprana edad en el seminario de la ciudad de Vich del cual se ordenó en el año de 1834, fue nombrado sacerdote en su ciudad natal hasta 1845; se embarcó hacía Cuba a la cual llegaría en 1850. En el año de 1857 se traslada a Honduras, cuando contaba con cuarenta y nueve años de edad; era un hombre de gran intelecto y con una gran experiencia misionera cristiana. Fue recibido por el Obispo de la Diócesis de Comayagua, fray Hipólito Casiano Flores, quien le autorizase para que se desempeñe en su labor misionera en el territorio hondureño. Subirana, luego se trasladó a La Mosquitia hondureña, sector oriental del país colindante con Nicaragua, su misión era la de evangelizar a los habitantes de dicha región, divididos en: Zambos, Payas, Misquitos, Jicaques, Toacas, Sumos caribes y otros, que en gran número tenían creencias paganas y supersticiosas.

En 1858 se trasladó al departamento de Yoro donde dedicó la mejor parte de su apostolado misionero, comenzando por aprender la lengua tol usada por los indios Jicaques o Xicaques de tal forma que vivió entre ellos. El cacique Cohayatbol se resistía a toda enseñanza y evangelización cristiana del misionero Subirana, hasta que un día dicho cacique sufrió un fuerte dolor de cabeza, por lo cual fue llamado el padre Subirana, quien rezó y el dolor de cabeza desapareció; desde ese día en la montaña Pijol el cacique Cohayatbol se convirtió al cristianismo, bautizándose y convirtiéndose a la nueva fe. Según sus informes llegó a bautizar unos 9,000 xicaques, es decir casi la totalidad de los que vivían en esa época. Por lo que se le atribuyó como el primer milagro.

Las predicciones del padre Subirana incluyen: La desaparición de San Pedro Sula por el desbordamiento del Río de Piedras y la desaparición de Puerto Cortés por la furia del mar.

 

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto