Los adultos mayores del San Felipe disfrutaron de sol y agua fresca al aire libre, gracias a las donaciones de piscinas de varias empresas privadas.
El verano llegó, también, al Asilo de Ancianos del Hospital “San Felipe”, gracias al patrocinio de varias empresas privadas que les han donado piscina y agua para que se den sus “chapuzones” en estos días que el calor azota la capital.
Ligia Sosa, jefa del Asilo, agradeció la voluntad de los patrocinadores con lo cual los adultos mayores podrán disfrutar un momento de sol y agua fresca al aire libre. Y como muestra de lo anterior, inmediatamente que las piscinas fueron equipadas, varios pacientes no perdieron el tiempo y pidieron bañar.
Como la mayoría son personas con discapacidad, la labor resulta delicada, fuera de las responsabilidades cotidianas, pero los voluntarios y los empleados del auspicio lo hacen con mucho cariño para que los asilados puedan disfrutar del ambiente de la temporada, señaló.
En cuando a las condiciones generales del refugio, Sosa comentó que tienen las necesidades satisfechas en cuanto a alimentación y cuidados médicos, pero necesitan urgentemente la reparación del inmueble y mayor personal, ya que los pacientes no tienen familiares, como parte de las condiciones para aceptarlos.
A pesar de estas limitaciones, aclaró, el servicio sigue siendo con la mayor eficiencia con el fin de que los adultos mayores tengan una mejor calidad de vida mientras vivan en el asilo.
