El golfo

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26 de marzo de 2024
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12:59 am
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El golfo

Por: Fernando Berríos

Allá por el año 2021, cuando los presidentes de Honduras (Juan Orlando Hernández) y Nicaragua (Daniel Ortega) suscribieron el tratado de límites en el Caribe y en el Golfo de Fonseca, dijimos que este era uno de los acontecimientos más importantes en los últimos 100 años.

Y es que Honduras, mediante ese tratado, ponía fin una controversia de siglos (al menos con Nicaragua) respecto a sus derechos soberanos en el Pacífico y el Atlántico.

Es muy relevante el tratado porque, en el caso del mar Pacífico, Nicaragua y El Salvador siempre habían sostenido que en el golfo la frontera marítima solo es entre ambos, es decir, desconociendo los derechos de Honduras y su proyección hacia las aguas internacionales a partir de la bocana del golfo.

Dicho tratado, suscrito en octubre de 2021, debía ser ratificado por los congresos de ambos países. En el caso de Nicaragua, la ratificación se dio casi de inmediato, no así en Honduras por razones meramente políticas.

Dos años les demoró a quienes nos gobiernan darse cuenta de que este tratado, si bien fue negociado y suscrito por el gobierno de Hernández, el más beneficiado con su ratificación sería Honduras.

Enbuenahora por la decisión tomada, el pasado 19 de marzo, por el actual Congreso Nacional de ratificar el Tratado de límites entre la República de Honduras y la República de Nicaragua en el Mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca.

Dicho tratado fue ratificado por unanimidad, de manera que los diputados de todas las bancadas reconocieron su importancia, sin importar quién lo haya negociado y suscrito. Así deberían actuar siempre las diversas fuerzas políticas, primando siempre el interés general.

Tal y como se dijo en 2021, la actual cancillería ha reconocido que este tratado “pone fin a más de cien años de laudos arbitrales y disputa entre pueblos hermanos, por los territorios que le corresponden por derecho a cada nación. Esta sentencia fue emitida por la Corte Internacional de Justicia de los años 1960, 1992 y 2007, cumpliendo con la invitación realizada a ambos estados para llegar a acuerdos de buena fe”.

Dicho lo anterior, vamos a tratar de explicar un poco sobre el conflicto que tenía Honduras, sobre todo en el golfo de Fonseca.

Honduras, en base al derecho internacional, siempre ha reclamado su derecho de salida hacia las aguas internacionales a través de la bocana del golfo, es decir, ha reclamado el derecho soberano como estado ribereño en el mar Pacífico.

Sin embargo, Nicaragua y El Salvador no reconocían ese derecho, pese a los fallos de sendos juicios en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Ambos países afirmaban, sin sentido, que en el Pacífico la frontera marítima solo era entre ambos, desconociendo a Honduras.

Estos países afirmaban que, en la bocana del golfo, la frontera era solo entre El Salvador y Nicaragua, de manera que Honduras, debía solicitar autorización de ambos países para la salida y entrada de embarcaciones por la misma.

La bocana del golfo tiene una extensión de 19.33 millas náuticas, es decir, 35 kilómetros y se extiende en línea recta desde punta de Amapala en El Salvador hasta punta Cosigüina en Nicaragua.

De estas 19.33 millas náuticas, Nicaragua y El Salvador tienen una faja de 3 millas (equivalente a una legua marina) que se extiende desde el litoral o la ribera de cada uno de los tres estados y dicha faja de 3 millas es la única bajo la soberanía exclusiva de cada estado costero.

Ahora bien, en este punto cabe resaltar que de los tres, el país con más extensión ribereña es Honduras, país al que precisamente se le estaba negando su derecho y proyección hacia las aguas internacionales.

Sepa usted que la ribera (la orilla) del Golfo de Fonseca mide 261 kilómetros (medido linealmente). De estos 261 kilómetros, 185 kilómetros le pertenecen a Honduras, 47 kilómetros a Nicaragua y apenas 29 kilómetros a El Salvador.

Pero continuando con el tema de la bocana, si El Salvador y Nicaragua tienen derecho a la faja de 3 millas desde su ribera, esto suma seis millas entre ambos, dejando por tanto en la parte central de la bocana una línea de 13 millas náuticas que debe ser co-administrada por los tres países para poder garantizar la salida de los tres hacia el mar. Así es como lo establece la Corte de La Haya (el derecho internacional) y así es como ha sido reconocido por Nicaragua mediante el tratado ratificado, el cual reconoce que, en el golfo, su frontera marítima es con Honduras y no con El Salvador.

En 2021, al ser suscrito el tratado, recordamos la reacción airada de El Salvador, pero Honduras y Nicaragua tienen el derecho soberano de definir sus límites territoriales. La Corte Internacional, en la sentencia de 1992, párrafo 432 numeral 3, estableció: “cualquier delimitación de las zonas marítimas pertinentes deberá ser efectuada mediante acuerdo, con base en el derecho internacional”.

Si en aquel entonces (octubre 2021) Bukele le recomendó a JOH comerse un Snickers, cuando este último aprobó un PCM reiterando la soberanía sobre la Isla Conejo, en la antesala de la posterior suscripción del tratado con Nicaragua ¿qué le irá a recomendar a la presidenta Castro?

Red X: @berriosfernando

Email: [email protected]

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