Independencia y recuperación patria
Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza (*)
El cute, nombre hondureño del zopilote al que científicamente se le conoce como Nahua Izopilotl, es un ave rapaz americana semejante al buitre común, pero de tamaño mucho menor. Es completamente negro, incluida la cabeza, que está desprovisto de plumas. Frecuenta los basureros según el Diccionario de la Real Academia de La Lengua Española. Es conocido en nuestro medio por rondar a los cuerpos muertos, por un olfato superlativo cuando la carne es podredumbre y por comer y vivir de la misma.
Generalmente asociamos al cute a efectos fatales, precisamente por su disposición natural, de comer aquello que está en descomposición, de tal forma, que cualquier otro animal, mucho menos el humano, no pueda disponer de ese producto que no es más que la consecuencia de la muerte, en cualquiera de sus formas, es decir, el cute no hace distinciones de donde se produce la muerte, ni el cómo, mucho menos del quién es el cuerpo descompuesto, está diseñado para vivir precisamente entre la putrefacción y el paso del tiempo y sus contundentes efectos.
Hecha esta introducción, hay personas en nuestro país, cuyas acciones, decisiones, actividades y actitudes se parecen a las del cute. Con tristeza los ciudadanos somos testigos de la destrucción de nuestra nación, que a diario va muriendo mientras se termina de desmantelar el Estado de Derecho, se succiona la institucionalidad a la voluntad de los aspirantes a dictadores, se drena el presupuesto del Estado en un inefectivo culto a la personalidad, a la mejor usanza de los países totalitarios y se justifica la destrucción de la república en nombre de una democracia popular ficticia, alimentada por la ambición de malos hondureños que solo piensan en sus mezquinos intereses y que prefieren, como el cute, destruirnos y matarnos como democracia, para vivir como el cute, de los restos ya putrefactos.
Dentro la agenda de los disque socialistas del siglo 21, si usted revisa sus estrategias, todas han sido iguales en los países en los que, nefastamente, llegaron a gobernar en América Latina esos supuestos revolucionarios. Comenzaron destruyendo a la empresa privada, la única capaz de producir trabajo efectivo y riqueza material a la nación; siguieron con vedarle a los empresarios, pero también a la ciudadanía la posibilidad de obtener dólares para sus múltiples responsabilidades y actividades. Continuaron vedando el derecho humano a tener una opinión y a expresarla libremente por todos los canales posibles, se crearon o intentan aprobar leyes mordaza para controlar al periodismo independiente y, al periodismo en general.
Ahora se plantean eliminar partidos políticos, ONG´s sean nacionales o internacionales, iglesias, han pretendido controlar todos los gremios profesionales como lo demuestra el intento fallido en el Colegio de Abogados de Honduras, en el que recibieron una bofetada no muy agradable. Han dividido a muchas organizaciones como a los cafetaleros, por ejemplo, en fin, han seguido al pie de la letra la partitura del Grupo de San Pablo, Brasil cuyo objetivo es, destruir primero a la clase media, que por cierto somos los que mantenemos a los pobres y a los ricos, a ellos mismos con sus suntuosos salarios incluyendo guardaespaldas, carros blindados, privilegios especiales que, alguien que se dice revolucionario, si fuera real, no buscaría.
De telón de fondo tienen una estrategia dicótoma, como dicótomo es el gobierno entre Mel y Xiomara y los adláteres de cada uno; estrategia que va en dos vías, la de la constituyente para volarse finalmente la Constitución del 82, la mejor que hemos tenido en nuestra historia y, en segundo plano, controlar, con sus amigos bisagras del Partido Liberal y la corruptela entregada del Partido Nacional, que han perdido toda dignidad, La Sala de lo Constitucional de la tristemente célebre Corte Suprema de Justicia para justificar así como lo hizo JOH con sus amigotes, cualquier ilegalidad e inconstitucionalidad que les permita quedarse en el poder más allá del período constitucional.
No me cabe la menor duda que los que nos gobiernan, con sus aliados naturales, embarrados todos por la corrupción y la impunidad, los caudillos que todavía se creen dueños de los partidos políticos, sus socios empresariales, a los que les ha de ir muy bien en el gobierno, aunque no se cumpla la ley y después salgan mencionados en algún juicio del condado sur de la ciudad de Nueva York, prefieren utilizar el aburrido argumento contra JOH, que ya fue condenado por cierto, y la realidad choca contra lo que ellos vendieron como cambio, que nadie lo ve por ningún lado, incluyendo la venida de la Cicih, eliminación del pacto de impunidad, que muchos de ellos han utilizado y utilizan mientras escribo estas palabras y, con los recursos que da el poder, lo que ha logrado es doblar a muchos inmaculados de varios partidos, seguir con la estrategia utilizada en Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Chile y otros, de destruir el país o incendiarlo para quedarse con las cenizas o sea, como los cutes, para quedarse con el cuerpo corrompido por la muerte de ese país llamado Honduras.
Así que, estimado lector, esos que usted ve en las Prados blancas blindadas con guardaespaldas, policías a sus lados, con trajes de Gucci y lociones de Channel, ya olvidaron la revolución y lo que ellos llaman “ Refundación” que no es más que una “Refundición” es una mentira disfrazada y pagada con nuestros impuestos para destruir al Estado de Derecho, son los nuevos y mejorados cutes puesto que se comen las sobras, el cuerpo corrompido de la nación, mientras suben las fotos a Instagram, X, Facebook, Tik Tok, etc. Se pueden vestir fino pero el que es cute, siempre será cute!
(*) Abogado y Notario. Catedrático Universitario. Político Liberal.
