Gobernar un país en crisis usando el liderazgo de Salomón y la filosofía de Marco Aurelio

MA
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2 de abril de 2024
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12:41 am
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Gobernar un país en crisis usando el liderazgo de Salomón y la filosofía de Marco Aurelio

Carlos G. Cálix

Hace unos días en San Pedro Sula frente a empresarios, políticos y académicos, un profesor de matemáticas me preguntó sobre el rol que deberían de jugar los valores morales para gobernar una sociedad como la hondureña. Le dije que la respuesta era muy sencilla y que podría responderle usando la geometría euclidiana, la sabiduría del rey Salomón o la filosofía del emperador Marco Aurelio. Mediante un diagrama de Venn utilizado como un esquema en la teoría de conjuntos pude ejemplificarle la forma en que los proverbios de Salomón y el estoicismo de Marco Aurelio pueden encontrar un espacio para sacar a un país de la crisis y gobernarlo con éxito.

El rey Salomón, conocido por su sabiduría y discernimiento, enfrentó numerosos desafíos durante su reinado. Su famosa historia de resolver disputas utilizando su juicio equitativo y compasivo, como la conocida disputa por el bebé entre dos mujeres, destaca la importancia de la justicia y la empatía en el liderazgo. En tiempos de crisis, los líderes pueden aprender de Salomón la necesidad de escuchar a todas las partes involucradas, considerar cuidadosamente las implicaciones de sus decisiones y actuar con imparcialidad y comprensión. Lo que en Honduras implicaría escuchar y solucionar los problemas de empleo, pobreza, falta de educación, salud y seguridad de los independientes, los nacionalistas, los liberales, los libres y por supuesto el resto de los hondureños.

Por otro lado, Marco Aurelio, el filósofo-emperador de Roma, nos legó sus pensamientos y reflexiones en sus “Meditaciones”, donde expresa ideas sobre la virtud, la serenidad y el deber. En medio de las adversidades que enfrentaba su imperio, Marco Aurelio buscaba cultivar la fortaleza interior y la racionalidad para enfrentar los desafíos externos con calma y sabiduría. Su filosofía nos enseña la importancia de la autodisciplina, el autocontrol y el compromiso con el bien común en momentos de crisis.

Para gobernar Honduras bajo los principios de Salomón y Marco Aurelio, es esencial adoptar una postura equilibrada que combine la sabiduría del discernimiento con la fortaleza del espíritu. En primer lugar, un líder debe buscar comprender las causas subyacentes de la crisis, escuchando a todas las partes involucradas y considerando cuidadosamente las diversas perspectivas. Al igual que Salomón, el líder debe actuar con imparcialidad y justicia, tomando decisiones que promuevan el bienestar de todos los ciudadanos, incluso si estas decisiones son difíciles o impopulares.

Además, como Marco Aurelio enseñó, un líder debe cultivar la fortaleza interior y la serenidad para enfrentar los desafíos externos con calma y claridad de pensamiento. Esto implica practicar la autodisciplina y el autocontrol, manteniendo el enfoque en los principios y valores fundamentales que guían sus acciones. En lugar de sucumbir al pánico o la desesperación, el líder debe mantenerse firme en su compromiso con el bienestar de la nación y buscar soluciones racionales y pragmáticas a los problemas que enfrenta.

Otro aspecto crucial del liderazgo en tiempos de crisis es la capacidad de inspirar y unir a la población en torno a un propósito común. Tanto Salomón como Marco Aurelio reconocieron la importancia de la cohesión social y la solidaridad en momentos de dificultad. Un líder efectivo debe comunicar de manera clara y persuasiva la gravedad de la situación, al mismo tiempo que ofrece esperanza y un camino a seguir. Al fomentar un sentido de comunidad y colaboración, el líder puede movilizar los recursos y la energía necesarios para superar la crisis y construir un futuro más próspero.

Sin embargo, es importante reconocer que incluso los líderes más sabios y virtuosos enfrentarán críticas y desafíos en su camino. En tales momentos, es fundamental mantenerse fiel a los principios y valores fundamentales que guían su liderazgo. Al igual que Salomón y Marco Aurelio, un líder debe ser consciente de sus propias limitaciones y errores, buscando constantemente aprender y crecer en su capacidad para servir a su país y a su pueblo.

Indudablemente, para servir al país y al pueblo, es necesario rodearse de los mejores. De los buenos consejos de los expresidentes pensantes que aún están vivos y, de los hombres y mujeres capaces de transformar Honduras. Lo que requiere un equilibrio entre la sabiduría del discernimiento y la fortaleza del espíritu, para guiar a la nación a través de las adversidades hacia un futuro más brillante. Algo que pienso con “La Biblia” frente a mí y, las “Meditaciones” de Marco Aurelio y las “Obras de José Cecilio del Valle” a mi derecha.  Sin dejar de lado la visión de desarrollo de Ramón Rosa, Juan Manuel Gálvez, Ramón Villeda Morales, Carlos Flores Facussé y Ricardo Maduro Joest.

Con la reflexión del Proverbio 16:3, nos vemos en el futuro.

[email protected]
Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato.

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