Por: Lorenza Durón
Un hermoso trabajo de renderizado, hecho en 2013 por estudiantes de la Universidad José Cecilio del Valle, proyecta la conceptualización del ferrocarril interoceánico en Honduras (puede verse en YouTube). Está sólidamente concebido para atender la demanda específica de los barcos super cargueros que no se pueden aproximar a otros puertos en “la delgada cintura de América” que añoraba Rubén Darío en el poema Pequeña América en sus últimos días.
No es el proyecto decimonónico cuyos fines eran los de exportación de maderas y otras commodities de la región. China aún no era la potencia comercial que es hoy. La experiencia histórica y los nuevos flujos de mercancías definen el nuevo concepto. El corredor y puerto seco que cabildean desde El Salvador para rescatar su mal concebido puerto de Cutuco tampoco es el proyecto que plantea el Comité Proconstrucción del Ferrocarril Interoceánico. Por mucho que haya sido diseñado y construido por japoneses, lo que llegue a un puerto en el país vecino requiere paso hacia el Caribe para ser funcional y rentable.
La información de batimetría indica que tenemos una profundidad mayor a 28 metros en Amapala y 35 Castilla. Sabemos que las capacidades en el canal de Panamá son insuficientes para atender la demanda mundial, ¡aun cuando hubiese un puerto en cada país centroamericano! Sabemos que urge un nuevo paso interoceánico que ahorre tiempo y combustible a los enormes barcos que no se pueden aproximar a Panamá ni a Cutuco.
El anuncio de la Comisión Nacional del Ferrocarril Interoceánico CONFI corresponde a esta urgencia internacional y han aprobado un presupuesto para estudios, gestión de financiamientos y planes de trabajo, entre otros. El inexorable desarrollo económico implica un plan de inversión que asegure el florecimiento social que anhelamos los hondureños. Panamá no tuvo el cuidado de acompañar la inversión de infraestructura con un plan de desarrollo para beneficio de los panameños. El canal de Suez se encuentra en riesgo por una mala gestión diplomática. Los proyectos de la región, los proyectos derivados, los análisis geopolíticos, todo cuanto informa el criterio de la CONFI es de mucha complejidad y de altísimo nivel de gestión.
Para Honduras, en el centro del mundo y corazón donde ha de confluir el sistema circulatorio del comercio hay un plan comprensivo: un ferrocarril, super puertos, gaseoducto, astillero y planta de generación de energía nuclear que potencien la región centroamericana. La academia y los pensadores pueden continuar acompañando estas iniciativas y a las personas que proponen soluciones de sentido común, a los empresarios que se arriesgan creando riqueza, a los que ven una solución antes que un respaldo teórico, a los que se atreven a soñar, a los arquitectos e ingenieros, a los que están construyendo nuestra civilización, a los que están haciendo patria.
