Estrategia e incentivos para la seguridad alimentaria

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5 de abril de 2024
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12:31 am
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Estrategia e incentivos para  la seguridad alimentaria

Carlos Medrano

China, la superpotencia mundial, debido a tener que alimentar a más de 1,400 millones de habitantes, ya fijo como prioridad número uno la seguridad alimentaria, que hoy se ve amenazada por el cambio climático principalmente.

En los últimos 40 años, el milagro económico que se ha generado en China es impresionante, después de ser un país pobre en vías de desarrollo y superpoblado se convirtió en una nación con un estatus de renta media alta con tasa media de crecimiento del PIB entre 1978 y 2018 del 9,5%.

China, es el mayor país comercial del globo terráqueo, cuenta con importantes industrias de importación y exportación y es la segunda economía del mundo solo debajo de Estados Unidos, registrando una transición de una economía de planificación centralizada para dar cabida a la empresa y el capital privado con un 60% del PIB que lo produce ahora el sector empresarial.

Mientras China ya casi supera todos los efectos relacionados con el Covid-19, los chinos están adaptando la legislación sobre los derechos de uso para proteger la soberanía alimentaria y estimular la inversión, y el impacto general sobre la desigualdad socioeconómica.

Para lograr esta seguridad alimentaria, China estableció que el derecho al uso de la tierra puede ser transferido de acuerdo con la ley. Todas las organizaciones e individuos que utilicen la tierra deben garantizar su uso racional y durante la década de 1950, una amplia reforma agraria condujo al sistema básico dual de tierras urbanas de propiedad estatal y tierras rurales de propiedad colectiva.

En China, país cuya relaciones diplomáticas e ideológicas se han estrechado con Honduras, desde principios de la década de 1980 se ha concedido un estatus especial a varias regiones para estimular aún más la inversión agrícola. La isla de Hainan ha sido designada Zona Económica Especial (ZEE) a nivel provincial, mientras que hay cinco ZEE a nivel de ciudad en las provincias de Fujian, Guangdong y Xinjiang, también hay 14 ciudades costeras abiertas y numerosas áreas del interior designadas como zonas de libre comercio, zonas de desarrollo tecnológico o zonas de desarrollo industrial.

El mundo se encuentra en alerta alimenticia, todos los países ya están haciendo planes agresivos para incentivar la producción agrícola a fin de alimentar a sus conciudadanos y después exportar alimentos que siempre tendrán una importante demanda.

El gobierno de la presidente Xiomara Castro destinó en su primer año unos 700 millones de lempiras para impulsar el Bono Tecnológico Productivo y garantizar la seguridad alimentaria a las familias más pobres del país.

Este bono tecnológico consiste en 20 libras de semillas de maíz, o 40 libras de frijol, fertilizante urea y fórmula 12-2412, más un kit fitosanitario, pero este valioso esfuerzo todavía es insuficiente para la necesidad en el campo.

La producción agrícola en Honduras ha venido disminuyendo, principalmente por la falta de incentivos y ahora las condiciones climáticas adversas y negativas que se pronostican en estos veranos, pero también para los lluviosos inviernos que destruyen casi todo a su paso.

Ojalá y juntos, el gobierno y los productores nacionales logren establecer y crear una estrategia que permita mayor producción alimenticia y que el pueblo hondureño tenga lo básico para nutrirse, que se castigue y recupere las invasiones de tierras para ser entregadas a quienes si producen la tierra en este país.

Periodista

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