Acciones por considerar por Honduras en materia exterior: RRII, PPEE, CCII

F. Javier Mejía Guevara

Honduras como país en desarrollo, debe establecer una visión clara en materia exterior e internacional, que complemente los esfuerzos del despegue económico, social, cultural y ambiental de la nación. Lo ideal es que ella este guiada por una misión concreta, que a posteriori siente las bases de las acciones necesarias a emprender como país, en el corto, mediano y largo plazo en la esfera internacional. Este círculo se completa con estrategias, políticas, planes y objetivos que son materializados por metas y actividades precisas en este campo.
Nuestra opinión es que Honduras debe encontrar el modelo ideal que contemple las sinergias que se deben dar, en materia de relaciones internacionales (RRII) incluyendo las establecidas y por establecer, con las de materia en política exterior (PPEE), que deben estar basadas en los intereses nacionales y con las sinergias en materia de Cooperación Internacional (CCII) que estarán en función de las demandas de los sectores nacionales.
Por ello afirmamos nuestro punto de vista principal, que la coordinación de esfuerzos en estos tres campos es imprescindible, para aprovechar al máximo los contactos, las relaciones, las ayudas, las demandas, las ofertas y las acciones que se deriven del campo internacional, y que complementen los esfuerzos de desarrollo del país, en la educación, la salud, la infraestructura, el empleo, la inversión, la actividad económica, el bienestar social y la seguridad entre otras esferas, y que deberán estar entrelazadas con los aspectos transversales como el medioambiente, los derechos humanos y las tecnologías de la información y la comunicación, entre otros aspectos.

Entre los argumentos, planteamos el definir una estrategia que incremente la apertura de RRII con más actores internacionales (AIs), ya que esto es positivo para el establecimiento de más contactos formales y apertura de más representaciones diplomáticas y la profundización de RRII existentes, con naciones que posean las capacidades, habilidades y experiencia en determinados campos del saber científico, tecnológico, humanístico o medioambiental. Otro argumento, es el razonamiento de que esto, debe de estar plasmado en la normativa y los lineamientos predefinidos en nuestra PPEE. Una vez realizado esto, la idea es materializar el modelo en la práctica, por lo que otro argumento es explorar y afianzar la CCII con aquellos Estados, OIs, ONGIs, empresas, universidades y otros AIs que nos complementen los esfuerzos locales de solventar los problemas nacionales en un determinado campo.

Esto es comprobable al ver ejemplos como Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, y Malasia entre otros países, los cuales implementan estas sinergias, como complemento a sus esfuerzos nacionales. Algunos actores locales refutan o son reacios a este modelo, pero la verdad es que nuestra actual realidad nacional, es la mejor prueba de no haber planificado apropiadamente, al no considerar este modelo innovador. Lo que planteamos es justificable, ya que, al aprovechar las capacidades y experiencias de determinado actor internacional (en especial los Estados) en áreas específicas, entonces podemos asegurarnos del beneficio a obtener, siempre y cuando, esas solicitudes hayan sido en base a las demandas locales de CCII.

Por ejemplo, se sabe de las capacidades y expertise de EE. UU. en infraestructura y competitividad, de los Países Bajos sobre control de inundaciones, de Japón en innovación industrial, de Finlandia en Educación, de Cuba en Salud, de Suiza en servicios de Alemania en tecnología, de Costa Rica en medioambiente, de Francia en Turismo, de Chile y Australia en desarrollo sostenible, de Italia en manufacturas MIPYMES, de Canadá en forestería, de los Países Nórdicos en desarrollo humano, de India en desarrollo de softwares, de República Popular China en manufacturas y grandes proyectos de infraestructura, de Rusia en fertilizantes, de México en producción cementera a pequeña escala, de Malasia en Palma Africana, de Israel en tecnologías y agricultura y de Nueva Zelanda en desarrollo y equidad social, por decir solo algunos casos.

En nuestra tesis afirmamos, como premisas explicitas en CCII, el expertise de la ONU en desarrollo sostenible, de la AIEA en energía atómica de uso doméstico (la salud), de Noruega en acuicultura y equidad, de Oxfam en combate a la pobreza, o bien de premisas implícitas en CCII, y que son realidades de éxito en el tema de democracia, medioambiente, calidad de vida y aspectos sociales (educación, salud, seguridad social) como los Países Nórdicos.

En conclusión, las proposiciones descritas, cuentan con evidencias prácticas de esos modelos y son verdades en países, además de otros mencionados anteriormente como Israel, Corea del Sur, Singapur y Chile, y en general son el fundamento, en la mayoría de los países emergentes y en muchos países en desarrollo, del cual Honduras debería tomar nota y considerarlo para su dimensión del desarrollo.

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Catedrático y Doctorado en Relaciones Internacionales