Presencia del dengue amenaza llegar a situaciones inmanejables

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19 de abril de 2024
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12:01 am
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Presencia del dengue amenaza llegar a situaciones inmanejables

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Por las informaciones provenientes de los entes especializados de la salud mundial y continental, en medios de comunicación como INFOBAE desde Suramérica y BBC News Mundo, podemos avizorar que los casos multiplicados del Dengue, en países como Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, nos hacen avizorar la posibilidad de que se vuelvan inmanejables en algunos de nuestros países de Latinoamérica y el Caribe, siendo el de Argentina uno de los más delicados porque según el último boletín epidemiológico del ministerio de Salud, publicado en la segunda semana de marzo, ya son más de 180.000 los argentinos que se han infectado y 129 quienes han muerto desde que comenzó el brote actual, en agosto de 2023. Pero los médicos alertan de que las cifras reales de contagio son mucho mayores, ya que estudios científicos han comprobado que por cada paciente con síntomas hay otras tres personas con dengue asintomático, que no fueron registradas en el sistema de Salud. Esto plantea un gran desafío para la salud pública a futuro, ya que las personas contagiadas de una cepa del virus del dengue, que más adelante son infectados con otra de las cuatro variantes que existen, corren mayor riesgo de contraer la forma más grave de la enfermedad, que puede causar hemorragias internas, shock e incluso la muerte. En Honduras pongamos ojo a esta advertencia porque aquí circulan casos de las cuatro cepas o variantes.

Lo que hace que esta epidemia sea particularmente dramática para muchos argentinos, en especial para quienes viven en el área metropolitana de Buenos Aires, la región más densamente poblada del país, es la falta de repelentes para evitar la picadura del mosquito. La escasez de este insumo clave empezó a notarse en marzo, a medida que se entraba en las semanas de mayor presencia del Aedes aegypti, a comienzos del otoño. Pero en los últimos 15 días, cuando justamente se atraviesa el peor momento de la epidemia, ha sido casi imposible conseguirlo. En supermercados, comercios y farmacias se repite una y otra vez la misma frase: “No tenemos”. Y en los pocos lugares donde aún se consigue -sobre todo aplicaciones de comercio electrónico- los precios de reventa son astronómicos. Fuentes de una de las empresas que producen repelentes en el país le dijeron a BBC Mundo que se trató un de error de previsión, y que fabricar el producto lleva meses. El gobierno de Javier Milei atribuyó el problema a un “cuello de botella que se va a subsanar en los próximos días”.

Pero los críticos al gobierno “libertario”, que se opone a la intervención estatal, acusan a las autoridades de no haber anticipado el brote y de no haber coordinado una solución desde el Estado. “La inacción del gobierno hizo que cada empresario obtenga la información tarde. Ahora ya no se llega: aumentar la producción o importar lleva tiempo y ya viene el frío. Así, la solución llegaría recién cuando el dengue se haya ido”, denunció en su cuenta de X el senador radical Martín Lousteau. Mientras tanto, muchos argentinos se volcaron a las redes sociales para expresar su frustración y preocupación. “Conozco un montón de gente con dengue y la está pasando realmente muy mal. No consigo off ni cualquier repelente por ningún lado. Los más desesperados también utilizan las redes para compartir con amigos y vecinos información sobre dónde conseguir los pocos repelentes que aún circulan, y Tik Tok, Instagram, Facebook y WhatsApp están repletos de “recetas caseras” que explican cómo usar vainilla, ajo o incluso shampoo para prevenir las picaduras. Para agregar a la incertidumbre, circulan versiones cruzadas sobre la conveniencia o no de aplicarse la vacuna Qdenga contra el dengue, aprobada en Argentina hace un año.

Algunos médicos, en especial pediatras, recomiendan la aplicación de esta vacuna, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, que requiere dos dosis, y se comercializa por unos US$150. Otros consideran que, si bien la vacuna ha sido declarada segura tanto por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina (Anmat) como por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), aplicarla ahora podría no ser lo más conveniente, ya que, para ser efectiva contra la infección -y sobre todo para prevenir la versión más grave del dengue-, se deben aplicar ambas dosis, que se administran con un intervalo de tres meses mínimo. De esta forma, quien se la aplique ahora logrará la inmunización recién cuando sea invierno, y, para entonces, el mosquito debería dejar de circular de forma natural. Sin embargo, el propio ministro de Salud dijo que la vacuna todavía “no está validada” para aplicar a la población y sostuvo que “no es efectiva para mitigar un brote”.

Así las cosas, muchos creen que hoy el enfoque debería estar puesto en limpiar los hogares y patios, para evitar que el Aedes aegypti se siga criando dentro de las casas, dado que pone sus huevos en envases destapados con poca agua y alcantarillas internas. Concluimos que aquí en Honduras debemos hacer lo mismo para controlar la amenaza del dengue en nuestro país, con la acción comunitaria en cada vivienda para evitar la reproducción del zancudo vector de la enfermedad.

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