Por: Gustavo Adolfo Milla Bermúdez*
Nació el 20 abril y por nombre lo bautizaron “Gustavo Adolfo Milla Bermúdez” en la ciudad más bella y pequeña del mundo rodeada de bosques, montañas, ríos y ópalos acrisolados como rayos de luz radiante de un nuevo amanecer en “Erandique”.
Durante toda mi vida, nada me ha hecho falta; mis padres y mis hermanos siempre estuvimos juntos ante el altar de nuestra fe y filosofía cristiana, cumpliendo los preceptos y mandamientos que están en el libro del hombre, la Biblia.
Gratos recuerdos de mi niñez y mi juventud basados en principios morales que han sido el estamento de compartimiento con los demás seres humanos, para lograr la equidad de principios en el bien común.
Llegar a la vejez es poder darle las gracias a nuestro Dios Jesucristo por continuar viviendo en el paraíso terrenal. Nací en la patria más bella del continente americano, HONDURAS, bañada por dos mares: el Atlántico y el Pacífico. Ese es el legado que debemos recoger como nuestro pabellón de “CINCO ESTRELLAS” de color azul.
Jamás dejémonos que nos arrebaten nuestra patria, nuestros credos de filosofía cristiana y nuestra idiosincrasia que siempre hemos vivido en armonía, amor y paz.
Abramos bien nuestro conocimiento y los ojos, ya se está gestando un nuevo asalto dictatorial para las próximas elecciones presidenciales. El gobierno actual con su “asesor” que está rodeado de sus compinches socialista-comunistas de diferentes países de América Latina: Ecuador, Venezuela, Colombia, Nicaragua y el cáncer de la Isla-cubana comunista de Díaz Canel. Y algo más, el genocida de Rusia, Vladímir Putin ya está con sus garras para enseñar cómo se logran triunfos con urnas y votos preparados, así ganó el Putin las últimas elecciones, por eso la presidente pro tempore de la Celac, Xiomara Castro, lo felicitó al caudillo ruso, sobrepasándose por encima de los demás miembros de la organización. Eso es diplomacia, aprendan los eruditos del derecho diplomático internacional.
Hoy que es el día de cumpleaños pensaba que iba ser el día más feliz unido con mis hijos, mis nietos y bisnieto junto con mi compañera que hemos procreados nuestra prole.
América Latina es tierra de promisión que abre nuevos horizontes a nuestra desesperación y agobio cotidiano. A todos esos de falacias, farsantes y atorrantes que asesoran a los apátridas del socialismo del siglo XXI y del “social demócrata”. Son gobiernos saqueadores de las arcas nacionales. Verdaderamente corruptos con medalla de oro y títulos en papel papiro.
Analicen bien lo que les digo: que las próximas elecciones serán el trafago político más pervertido de la historia por tránsfugas corruptos como los del Partido “Libre”, que no tienen dignidad alguna, son perversos y malvados, no saben lo que es vivir en democracia, porque el opio de su ignorancia no los deja ver la luz porque nacieron en las cavernas que ayer dejaron. Jamás se van a sacudir las cadenas.
El actual gobierno nos aniquila, porque nos desubica de la realidad. El deber ser del orden jurídico está muy lejano de las estructuras sociales. Las cosas sociales no deben quedar en buenos propósitos. Cuánto ganaría el país que, en lugar de la autocrítica gubernamental, que dice lo que se va hacer, se hicieran señalamientos de que ya positivamente se ha realizado. Para entonces podremos encontrar algún justificante para nuestro país. Debemos insistir que nos apartemos de las tesis absurdas radicales que no justifican en nada. Y nos orientemos a la justificación del Estado democrático en cuanto sea una genuina política. La acción valerosa del pueblo debe rechazar toda acción que afecte a los ciudadanos que queremos y amamos nuestra patria con devoción de amor, para vivir en armonía y paz.
Por todo lo antes expuesto, exigimos más respeto al pueblo, que es el que los tiene en el poder. Un país donde se pisotea la ley no merece el nombre de patria.
“Dios, Hombre y Justicia”.
*Lic. en Economía política.
