¿Culpable o inocente?

OM
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20 de abril de 2024
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03:19 am
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¿Culpable o inocente?

En “Anatomía de una caída”, una formidable película francesa de suspenso y brillante drama judicial dirigida por Justine Triet (“La batalla de Solferino”, “Victoria”, “El reflejo de Sibyl”), se narra la historia de Sandra Voyter (una extraordinaria Sandra Hüller, “La zona de interés”), una novelista bisexual quien vive con su marido, Samuel Maleski (Samuel Theis), y su hijo ciego, Daniel (Milo Machado-Graner), en un aislado chalet de montaña cerca de Grenoble, en los Alpes franceses.

 

Un día, mientras Daniel regresa de dar un paseo, guiado por su perro Snoop, encuentra a su padre muerto tirado sobre la nieve. En la casa solo estaba presente su madre, Sandra, quien descansaba en su dormitorio cuando escuchó los gritos del pequeño Daniel. A partir de este hallazgo se inicia una investigación policial que no puede determinar si se trata de un suicidio o de un homicidio. Al final, Sandra va a ser incriminada por asesinato, desarrollándose un tenso proceso judicial que desnuda la tumultuosa relación de la pareja y su ambigua personalidad.

Y aquí entramos a la parte esencial de la película, con un intenso y bien trabajado guión que nos da un fenomenal duelo interpretativo entre Vincent Renzi (Swann Arlaud), el abogado defensor y viejo amigo de Sandra, que intenta demostrar la inocencia de su representada, al afirmar que Samuel se cayó de la ventana del ático y se golpeó la cabeza contra un cobertizo; y un persistente fiscal (Antoine Reinartz), que parece convencido de la culpabilidad de la acusada, a quien señala de haber golpeado a su esposo con un objeto contundente y luego empujarlo desde el balcón del tercer piso.

El juicio pondrá en evidencia la relación tóxica del matrimonio, empezando por el resentimiento que Sandra tiene hacia Samuel, a quien responsabiliza por el accidente en el cual, Daniel perdió la vista. Así mismo, se relata la aventura amorosa de Sandra con otra mujer. Mientras tanto, un psiquiatra del fallecido, que lo trataba por depresión, insiste en que Samuel no tenía ninguna intención suicida, esto, porque Sandra narró que su esposo, después de haber dejado de tomar antidepresivos, ingirió una sobredosis de aspirinas atentando contra su vida.

Una situación, que en sentido analógico Daniel relató en el juicio contando la historia de un día mientras viajaban en auto, en que su padre le comentó que los seres amados un día podrían morir, y que en su momento el niño entendió que se refería a su perro Snoop… pero hablaba de él. Seguramente, de lo que pensaba hacer con su vida. Así mismo, la fiscalía presenta como prueba acusatoria, una grabación de audio que Samuel hizo de una pelea que él y Sandra tuvieron el día antes de morir.

“En la pelea, Samuel la acusa de plagio, infidelidad y de ejercer control sobre su vida. La prolongada discusión se vuelve físicamente violenta, pero no está claro quién golpea a quién. La fiscalía afirma que toda la violencia procedía de Sandra. Ella dice que había arrojado un vaso a una pared y abofeteado a Samuel, y que los moretones en sus brazos se debían a que Samuel la agarró, y que el resto de la violencia que se escuchó fue que Samuel se golpeaba a sí mismo”.

 

Finalmente, El fiscal observa en los libros escritos por Sandra, un patrón de escribir sus conflictos personales en sus historias y cómo asesinar a Samuel podría reflejar los pensamientos de un personaje secundario de su novela más reciente. “Anatomía de una caída”, es así un drama intenso, bien hecho y actuado que con mucho mérito se ha hecho acreedor a los siguientes galardones: Globo de Oro en su categoría de Mejor Película de Habla No inglesa, y Mejor guión. Oscar como Mejor guión original. Y Justine Triet, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes por esta película el año pasado.

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