Avances en el combate de la trata y explotación infantil

Por: Ivonne Tabora*

Hay que reconocer que en los últimos dos años se ven pequeños avances en la lucha contra la trata de personas y la explotación infantil en Honduras, pues a través de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas, CICEST, y la intervención del Ministerio Público, se han realizado varias liberaciones de víctimas, pues solo en el 2023 se rescataron más de 100 personas, y se han capturado a algunos de los delincuentes que se dedican a este flagelo.

Sin embargo a pesar de los esfuerzos, hace falta mucho por hacer, ya que este problema viene arrastrándose desde décadas, solo para hacer un poco de memoria hace exactamente 10 años tuvimos la visita en nuestro país de la Relatora Especial de las Naciones Unidas y experta sobre la venta y explotación sexual infantil, Najat Malla, quien nos dejó un mensaje que decía: “El gobierno de Honduras debe adoptar con carácter urgente medidas de protección efectiva de la niñez, sin discriminación, ante toda la forma de abuso y explotación”, refiriéndose específicamente a la venta de niños, prostitución infantil y utilización de los menores en la pornografía.

Esta plaga es como una carcoma que va invadiendo el techo de una casa, hasta que la destruye, y vemos como aumentan los casos de víctimas de explotación y abuso infantil, embarazo precoz, trata y trabajo infantil, y sin pena, porque cada gobierno ha hecho poco o nada ante el problema.

Los factores ya los conocemos, la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la migración, etc., y yo añadiría uno muy importante y es la irresponsabilidad de los padres, porque el cuidado de nuestros menores no es solamente responsabilidad del Estado, los primeros que tienen el deber de cuidarlos y formarlos con valores, son sus progenitores.

Recientemente el Ministerio Público capturó a una banda o estructura criminal, que se dedicaba a la pornografía infantil, trata de personas y otros delitos que involucran jóvenes menores, que residen en Islas de la Bahía.

Aunque las capturas se iniciaron en esa zona insular en el 2019, con el caso que involucró a un norteamericano, el cual tenía en su poder, en su casa de habitación en Roatán, material de pornografía infantil y de paso, vivía con una menor de edad, que según cuenta el acusado, supuestamente fue contratada para realizar trabajos domésticos, asimismo en esa misma captura se vio envuelto el secretario del Juzgado de Paz, y algunos policías de esa turística isla.

Por otra parte, creo que se debe dejar a un lado el protagonismo por parte de algunas autoridades, tenemos un caso emblemático, que es el de la joven Angie Peña, que aún no se conoce su paradero, solo los dimes y diretes contradictorios entre las mismas autoridades.

Hace unos días la subsecretaría de Seguridad, Julissa Villanueva aseguró en los medios de comunicación, que ella tenía conocimiento de quienes tienen a Angie Peña, y relacionó a la banda capturada recientemente, con el caso de Peña, pues la funcionaria ha señalado que la joven fue raptada por una banda que se dedica a la trata de personas.

Pero el mismo día, el director Policial de Roatán, señaló que ellos nos pueden asegurar que los casos están relacionados, esto solo deja entrever que falta mucho trabajo en conjunto por realizar.

Pienso que en estos casos si no se puede brindar la información completa o fidedigna para no entorpecer las investigaciones, entonces mejor que impere la prudencia, pues hay que ponerse en los zapatos de los familiares, la angustia que deben sentir y la impotencia por no encontrar a su ser querido.

También me parece que lo que vuelve aún más difícil el desarticulamiento de estas redes criminales y delictivas, es el andamiaje de las mismas, es quienes operan en ellas, porque son altos quilates, en todos los ámbitos, por ello, en pleno siglo XXI, tenemos la esclavitud de la trata de personas, el segundo negocio ilegal en el mundo, más lucrativo.

Por lo menos se escucha de algunos avances sobre el tema, que Dios nos ayude, que se logren rescatar a más niños, niñas y jóvenes, que la CICESCT, compuesta por más de 35 instituciones gubernamentales y no gubernamentales, empresa privada y organismos internacionales, y se unan los demás poderes del Estado, incrementen sus esfuerzos y sus presupuestos para combatir y prevenir este flagelo.

*Licenciada en Periodismo.

@IvonneTabora
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