Déjame que te cuente…
Por: José María Leiva Leiva.
Existen numerosas investigaciones de universidades de prestigio que demuestran los enormes beneficios de la risa. “Reír dicen-, es sano. La risa y la salud están estrechamente unidas, ella es una señal social de gran valor. Busque motivos para sonreír. Comparta generosamente algo que no le cuesta nada: la alegría de vivir cada día, de estar vivos”. Indiana University School of Medicine. University of Maryland School of medicine. “En muchos países existen actualmente las llamadas “clínicas de risoterapia”, en las que se ayudan a curar muchas enfermedades solo con la risa, y las investigaciones más recientes sobre esta materia se están llevando a cabo en Suiza, aunque los pioneros en crear centros dedicados a la risa han sido los americanos y los canadienses”. https://salud.ccm.net/. Laura García.
En el libro “Reírse hace bien” (Editorial: Concepto. Latinbooks (2009). Buenos Aires. Argentina. Págs. 119-127, de los autores Miguel García Cobo y Beatriz López Luengo, definen el humor terapéutico o risoterapia como: “cualquier intervención que promueve la salud y el bienestar estimulando el descubrimiento alegre, la apreciación o expresión de lo absurdo o lo incongruente de las situaciones de la vida”. Alberto Briceño Polo, en su obra “Renueve su vida, ¡Ríase!” (Editorial SAIRAM, Lima, Perú. Agosto de 1998. Págs. 5-9), confiesa: “Si yo tuviera que pedirle a Dios un don, un solo don, un regalo celeste, le pediría, sin dudarlo, que me concediera el supremo arte de la sonrisa”.
Y es que la risa como fuente de salud ya aparece en la Biblia. “Un corazón alegre es como una buena medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos”. Proverbios 17.22. Su Santidad, el Papa Francisco subraya que “si no se conserva el sentido del humor, es muy difícil ser feliz”. “El sentido del humor –dice-, es una cualidad que no debe faltar nunca en el cristiano, porque de ello dependen la capacidad de gozar la vida y el entusiasmo”. A su vez, Francisco Rabelais (escritor, médico y humanista francés), señala: “Una pulgada de alegría es mayor que un palmo de sufrimientos, porque reír es propio del hombre”.
Y como reír no cuesta nada, comparto los siguientes episodios humorísticos. Varios de ellos, además reflexivos. (1) Hay una multitud reunida en una iglesia. El organizador del evento dice: “Los invitados del novio, que se pongan a la derecha, y los de la novia, a la izquierda. Y ahora, ¡fuera todos! Esto es un bautismo”. (2) En el tribunal. Se le acusa de uxoricidio. ¿Se declara inocente o culpable? No lo sé… si me dejaran ver primero un diccionario. Uxoricidio: Homicidio de la esposa por parte del marido.
(3) Martínez, ¿a dónde va usted tan raudo, circunspecto, asaz, y atribulado? Pues iba al baño, pero ahora voy por un diccionario. (4) Le dice un vecino a otro: Oye, qué lástima, la gente cada vez lee menos. ¿Y tú como lo sabes? Lo acabo de oír en la radio. (5) A veces me quedo mirando a las personas y pienso… ¿en serio? ¿Ese es el espermatozoide que ganó?
(6) Mamá, ¿qué es un golfo? El que deja su mujer y su hija en casa para ir con prostitutas y busconas y cree que no me entero. ¿Y una bahía? (7) En un pueblo había una cantina frente a un panteón. La cantina tenía un letrero que decía: “Aquí se está mejor que enfrente”. Los del panteón tenían el suyo que decía: “Aquí están los de enfrente”. (8) Se quedó dormida mientras hacía tortillas. ¡Oye, la canción no puede decir así! Bueno, qué tal, “Ella durmió al calor de las masas”. ¡Mejor!
(9) El jefe quiere despedir a uno de sus empleados, pero no desea usar palabras bruscas, sino más bien en forma elegante, y le dice: “Señor García, no sé qué haríamos en esta empresa sin usted, pero a partir de mañana lo averiguaremos”. (10) En un hospital, una enfermera con problemas de dicción dice: “famidiades ded señod Fednandez, se des infodma q ed señod ha muedto” … se le acerca la esposa y dice: “¡No me joda!” … y le contesta la enfermera: “No mejoda, ni mejodadá, ni mejodó… ¡se mudió!
(11) Tocan la puerta, y una señora pregunta: ¿Quién es? Y un joven responde en forma socarrona. “Soy Aragorn, hijo de Arathorn, heredero de Isildur, Señor de los Dúnedain”. ¿Quién? Soy yo mamá, abre rápido que necesito ir al baño. (12) De noche en un callejón: Hola señorita… ¿no le da miedo andar solita a esta hora? Cuando estaba viva sí. (13) Un ladrón me dijo: “Dame todo lo que traigas”. Le dije: “Traigo el corazón roto”. Me miró a los ojos, nos abrazamos y lloramos, fue hermoso. Y mientras me abrazaba, me robó la billetera y el celular.
(14) Aviso: Debido a la inseguridad que vivimos en el país, la llorona informa: Que ahora, saldrá de día porque de noche le da miedo. (15) Doctor, doctor, dígame la verdad. ¿Después de la operación podré tocar la guitarra? Si hombre, perfectamente. ¡Qué bien! Porque antes no sabía. (16) El sargento le pregunta al soldado. ¿por qué no fue ayer al entrenamiento de ocultamiento y camuflaje? ¿Quién dice que no fui? Y una última perla: (17) En un cuadrilátero, al término del sexto round, el pugilista le pregunta a su manager: ¿Cómo vamos? Y este le contesta: ¡Si lo matas, empatamos!
