Camarón que se duerme se lo lleva la corriente
Por: Carlos Medrano – Periodista
A la industria camaronera nacional le ha caído las 7 plagas de Egipto, lo que podría generar un crisis y descomposición social en el sur del país sin precedentes, pues se han cerrado más de 250 camaroneras medianas y pequeñas y se han perdido miles de empleos directos e indirectos.
Además de batallar contra enfermedades propias del crustáceo decápodo que habita tanto en aguas dulces como saladas, la competencia aguerrida y desigual contra Ecuador y el robo inmisericorde del producto por bandas delincuenciales y criminales que pululan en la zona sur, ahora se suma el cierre de sus dos principales mercados para la exportación.
El gobierno de la presidente Xiomara Castro consecuente con su política socialista, determinó abruptamente romper relaciones con China Taiwán y establecer alianza diplomática con China Popular, afectando sectores productivos que ya tenían una relación comercial con la isla.
Quienes “pagaron lo patos” de esta intempestiva determinación fueron los exportadores del camarón que ya habían trabajado arduamente en el difícil mercado taiwanés y ya habían establecido una relación comercial con los chinos capitalistas a miles de kilómetros de Honduras.
Los productores al ver cerradas las puertas de Taiwán trasladaron sus cotizados camarones a México encontrándose con una terrible resolución de un juez sinaloense quien determinó prohibir el ingreso de camarón hondureño por acusarle de estar triangulando producto de Ecuador.
La Asociación Nacional de Aduanas de México (ANAM), a través de la Dirección General Jurídica, ratificó un fallo judicial del Estado de Sinaloa de suspender temporalmente el ingreso de camarón de granja de Honduras, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
Los resultados del cierre de estos dos mercados han sido devastadores para la industria acuícola hondureña, ya que se han perdido los dos principales mercados de este producto hondureño, que tiene características especiales y que lo han situado en mercados asiáticos con buen suceso.
México actualmente es el segundo mercado de exportación de camarón hondureño, con un 27 por ciento del total exportado y ahora solo se podrá importar camarón de las granjas acuícolas que hayan sido certificadas y que permitan la trazabilidad del camarón que emane de ellas.
Complicado el panorama para los empresarios que se dedican a este rubro si no se resuelve positivamente la petición de los exportadores hondureños, ya que, si continúa cerrado este mercado, lo que pasará es que generará mayor pobreza, más desempleo, más necesidad y desesperanza en una región de por sí ya deprimida.
Es urgente que las principales autoridades del país pongan suma atención a esta crisis de los camaricultores hondureños, ya que, si se llegasen a cerrar más fincas, se podría generar una convulsión social peligrosa para la estabilidad social en esta región y porque no decirlo en todo el país.
Ahora que estamos frente a dos gobiernos “socialistas”, es importante que nuestra presidente de Honduras y del CELAC, interponga sus buenos oficios, ya que además de desempleo esta crisis va a generar más pobreza y migración, además de menos ingreso de divisas para el país.
Como el dicho expresa, “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, de modo que hoy más que nunca necesitamos de un gobierno diligente y que demuestre eficiencia en la resolución de este tipo de diferencias que afectan la economía hondureña.
