Cossette López, consejera electa del CNE: “No me intimida el 2 a 1”

A cinco meses de asumir el cargo, Cossette López propone a sus futuros compañeros de pleno, aplicar la ley, por encima de las presiones partidarias, como principio de un proceso electoral certero. Preparación académica, experiencia política y rasgos de reina de belleza acompañan a la electa consejera electoral. “Ya estoy vieja”, dice soltando una carcajada cuando le hace acercamiento a las fotografías de su rostro. Comienza recordando que su padre le decía desde niña que no hablara tan rápido porque el juez no le entendería, pero ella nunca litigó. Se decidió por la política.

—¿Se acuerda cuando llegó al Congreso?
Claro. Tenía 22 años, estaba chiquita, acababa de graduarme. Fue un trabajo que me marcó mucho, al punto que por eso decidí estudiar Derecho Constitucional y Parlamentario.

—¿La contagiaron las “Bodas Gratis” cuando fue secretaria de la alcaldía capitalina?
Todavía no participaba de ellas, cuando me juramentan como secretaria municipal, pero tenía cinco meses de embarazo.

—¿Tiene más hijos?
No, solo mi hija que ahora tiene 13 años.

—¿Casada?
Divorciada.

–Pero guapa, como siempre, ¿alguna receta?
Ninguna, estoy gordita, tengo que bajar 20 libras.

–Anduvo con su abuelo (el abogado Carlos López Osorio) en los juzgados. ¿Él la indujo al Derecho?
No tanto mi abuelo, sino mi papá. Cuando yo estaba pequeña, hablaba muy rápido, y no se me quita, y mi papá me decía: no hables tan rápido porque vas a perder los juicios porque los jueces no te van a entender. Ahora entiendo que era una especie de inducción que me hacía.

—¿Hay más abogados en la familia?
La vena del Derecho corre en mi familia, todos hablamos como abogados. Mi bisabuelo fue procurador de los tribunales, Abelo López Osorio, y no solo aquí, sino que también en la CSJ de Guatemala, en Belice y El Salvador.

¿Reinados de belleza?
No. Me gusta la publicidad por el lado creativo, los comerciales de televisión, pero no estar frente a las cámaras.

—¿Cargos de elección popular?
En el 2013 me postulé a una diputación en el movimiento de Ricardo Álvarez.

—¿Qué ha estado haciendo?
Soy diputada del PARLACEN, mi período concluye en octubre del 2025, pero tuve que renunciar para optar a este cargo.

—¿Quién la propuso para el cargo?
Fue una iniciativa personal, mandé los papeles al Congreso, después, encontré los apoyos, pero no fue un llamado de mi partido para que me postulara.

—¿Qué la motivó?
Primero, estamos en un escenario bastante conflictivo, complejo, particularmente, la institución partidaria a la que pertenezco y veo la oportunidad de hacer un aporte en materia de construcción de ciudadanía, de certeza en los procesos, aunque sé que no es fácil.

—¿La intimida el cargo?
Es un reto y hay desventajas conocidas en el contexto en el que voy asumir, pero no deja de representar una oportunidad, no todo se logra peleando, hay muchas batallas que hay que conciliarlas. Al estar en un cargo público de este tipo, debo desvincular mis afinidades, actuar con la imparcialidad que manda la ley, soy una fiel defensora del servicio público y no lo veo con un mero ‘pasar el agua’.

—¿Ni las presiones de su partido?
Voy a ser árbitro, no voy vacilar, las presiones siempre van existir y las críticas también, asumir un cargo de esto implica la gallardía de soportar las presiones y una brújula con la que nadie se pierde es la ley, el hecho que sean de mi partido no implica que debo fallar a favor de ellos o en detrimento de sus derechos porque nos sean de mi partido.

—¿Conoce a sus futuros compañeros del CNE?
No. Conocí a Ana Paola Hall en la antesala de la entrevista y al abogado Marlon Ochoa nunca lo he visto.

–Cómo va a contrarrestar el 2 a 1 y la experiencia que le llevan sus futuros compañeros de pleno, ¿no entra en desventaja?
El 2 a 1 es algo que ya está dado y aunque mis compañeros tienen experiencia adelantada sobre mí, me siento preparada y me voy a rodear de un equipo bueno. De manera que no me siento intimidada, estoy lo suficientemente dotada del razonamiento crítico y de la gallardía para defender mis posiciones.

–Van a jugar “enchute” con usted, según se escucha en los corrillos políticos…
Ciertamente, el 2 a 1 representa una desventaja, pero por mera matemática, porque si me voy por la ley ¿por qué tendrían que estarme venciendo con el 2 a 1?, ¿no deberíamos tener posiciones unánimes? Debemos pensar en el país, somos los primeros llamados a obedecer la Ley Electoral, como le podemos decir a la ciudadanía que respete la ley si nosotros mismos, como árbitros, no la respetamos.

—¿Le da curiosidad descubrir eso que dicen que se cae el sistema, que le ponen más votos a un candidato en las computadoras y tantas cosas más?
(Suelta una carcajada). Claro que suscita curiosidad y genera otro reto, soy abogada, no informática; entonces, volvemos al tema de los equipos que se conformen, si tanto nos estamos recostando en la tecnología para traducir la voluntad del pueblo, esa tecnología no puede ser trastocada, debe ser como un espejo.

–Hasta se habla que el partido de gobierno ya tiene un software con algoritmo para ganar las elecciones. ¿Lo cree?
El deber de las autoridades electorales es garantizar que eso no sea así, establecer prácticas anticorrupción y prevención del fraude, ese es el deber del árbitro, del Consejo, reflejar los verdaderos resultados electorales, confiables, que tenga certeza y certidumbre para la población.

–Se habla, incluso, que no habrá elecciones…
Pues, es un escenario conflictivo, hay que saberlo gestionar, es parte del reto, por conjunto o seperado, ojalá sea en conjunto. La reelección, la constituyente y todos estos temas han sido el eterno fantasma antes de las elecciones, desde que yo tengo conciencia, entonces, lo que tenemos que hacer en esta etapa, es construir la certeza que si van haber elecciones. Soy apasionada del derecho y del servicio público, y no considero ni la democracia ni la ley, como asuntos abstractos, sino como instrumentos puestos al servicio de las soluciones.

–¿Qué comentarios tiene sobre la Ley Electoral?
Primero, no se puede cambiar la ley cuando ya estamos en el certamen, eso es, como dicen, cambiar de caballo a mitad de río, tampoco se puede hacer reformas constitucionales. Creo que hay cosas por perfeccionar, como las credenciales, que siempre se convierten en un problema de incertidumbre y la depuración del censo.

–¿Está de acuerdo que las credenciales se entreguen en blanco?
Es un tema que debemos revisar con toda altura para que se sepa quién es el representante y no dejar una carta abierta.

–¿Le va tocar inscribir a Nasralla?
Seguramente, (se ríe), pero no puedo pronunciarme desde ya porque se podría constituir en una causal de recusación.

–¿Está preparada?
Estamos estudiando bastante, revisando las experiencias del pasado y muchos procesos que, seguramente, van estar avanzados cuando llegue a mi nuevo cargo, voy a entrar en plena cirugía electoral, entonces, hay que prepararse.

–¿Qué piensa del dinero sucio en las campañas?
Pues, hay una unidad especial para eso y en la medida que los recursos de origen ilícitos se mantengan fuera de la campaña eso nos permite que los espacios políticos sean tomados por las personas correctas porque si hay algo que necesita este país y necesita la clase política es honestidad.

–¿Sigue siendo el PARLACEN un “Elefante Blanco”, como le dicen sus detractores?
Es un espacio de incidencia que podríamos estar aprovechando mejor, hay cosas que uno las conoce hasta que llega y hay mucha gente que trabaja bastante, por ejemplo, este mes de mayo habrá sesiones conjuntas con el SICA y hay temas como ampliar el CA-4 a CA-8, la hipoteca centroamericana o las relaciones con Unión Europea que no las debemos seguir viendo con desdén.

ELLA ES…
Cossette Alejandra López Aguilar nació en Juticalpa, Olancho, 18 de septiembre de 1979, donde vivió hasta los cuatro años. Hizo estudios primarios en varias escuelas y se graduó en el Instituto María Auxiliadora de la capital. Es abogada por la UNAH con maestría en Alta Dirección Pública con el Instituto Ortega y Gasset y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Además, posee una especialización en Derecho Constitucional y Parlamentario con la Universidad Autónoma de Madrid y una alta especialización en Derecho Administrativo local en la Universidad Externado de Colombia. Ha trabajado en la CSJ, Congreso Nacional, fue secretaria general de alcaldía capitalina y actualmente es diputada al PARLACEN.