Carlos Medrano
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ha sido una piñata a la que han agarrado a palos los políticos, los catedráticos, los sindicalistas, los proveedores, los estudiantes y todo aquel quien estudie y trabaje directa e indirectamente en una organización que merece mejor suerte.
En la universidad estatal cada rector llega y hace cuanta locura se le ocurra, sin un rumbo, sin un plan a largo plazo, sin una visión concreta de cómo escalar peldaños para hacer de esta organización de las mejores en Centroamérica, por no mencionar otras latitudes.
A los docentes, en una gran mayoría, lo único que les ha importado es su beneficio particular, como obtener más y más prebendas, ganar más por hora no importando si enseñan bien, si tienen las competencias para explicar de manera inteligente sus conocimientos y si tienen el compromiso que se requiere en este tipo de organizaciones educativas.
Julieta Castellanos los obligó a marcar entrada y salida de las aulas universitarias, causando un rechazo pues increíblemente muchos “catedráticos” de manera abusiva y sinvergüenza no marcaban su entrada y salida, mucho menos iban a enseñar el “pan del saber”, acostumbrándose a imponer la lectura de libros o folletos sin ninguna explicación.
Recientemente el rector Odir Fernández procedió a despedir a dos personajes del partido de gobierno, a quien se descubrió que tenían años de no impartir cátedra.
Sería extraordinario y dándole seguimiento a estos despidos, sería ejemplar que mediante una auditoría se investigue cuantos días no impartieron clases, pero si cobraron por un trabajo no realizado y que se proceda con una demanda civil para que devuelvan todo el dinero que se les pagó por un trabajo no realizado.
Rector Odir Fernández continue limpiando de tanto “paracaidista” a la UNAH, muchos abrigados con permisos especiales, licencias con goce de sueldo y descarados políticos que solo llegan una vez al trimestre y no enseñan nada para las nuevas generaciones.
Necesitamos Sr. Rector que apoye a jóvenes brillantes que no tienen recursos para estudiar, otórgueles becas en el exterior que les permita seguir especializándose y que regresen al país a ofrecer su conocimiento para los estudiantes universitarios.
Abrir una nueva universidad en El Progreso para expandir el conocimiento en otros centros poblacionales del país, también es positivo.
Debe empezar a vincular a la universidad con las necesidades laborales que tiene el país, ya no necesitamos tanto abogado, tanto periodista, por mencionar algunas de las carreras universitarias que están atestadas de profesionales que no encuentran oportunidades de trabajo después de graduarse.
Honduras y su universidad deben empezar a tener una visión mundial, o sea que está pidiendo el mundo para su desarrollo y con esta información empezar a preparar a los profesionales que necesitan las grandes corporaciones en el globo terráqueo.
El país ya casi desaprovechó la oportunidad que generó el nearshoring que trajo a muchas transnacionales a América, pero si nuestra universidad prepara a hondureños que nos permita ofrecer esta mano de obra al mundo, nuestra alma mater contribuirá sustancialmente al desarrollo del país.
Rector Odir, la oportunidad es única e impostergable, la necesidad es gigantesca, el cambio en la UNAH debe ser radical de manera que modifique el statu quo al interior de la máxima casa de estudios para que sea un polo de desarrollo y no más burocracia, corrupción y atraso para el país.
Periodista
