La “bestia” mutiló sus piernas y un espíritu inclaudicable brotó

ZV
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20 de mayo de 2024
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04:05 am
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La “bestia” mutiló sus piernas y un espíritu inclaudicable brotó

LA TRIBUNA, conoció el coraje y valor de Mary Salgado al egresar con honores, de un programa de emprendimiento dirigido a emigrantes retornados en la CCIT con apoyo de OIM y USAID.

Un tren de carga (la bestia) mutiló las piernas de la hondureña Mary Salgado en Veracruz, México, en su dura travesía hacia los Estados Unidos, pero con su espíritu inclaudicable ahora se aferra y sale adelante en Honduras.

LA TRIBUNA Salgado comparte la historia de esta hondureña que el fin de semana destacó en la clausura de un programa de emprendimientos para emigrantes retornados de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), con apoyo de la OIM y USAID.

Tras ser deportada, encontró su lugar en la Comisión Nacional de Apoyo a Migrantes Retornados con Discapacidad (Conamiredis). Hoy es la presidenta de esa organización. Antes eran 20. Hoy son más de 800.

“Estamos comenzando un nuevo sueño, no ha sido fácil, nos ha tocado luchar para seguir adelante y seguiré luchando con un emprendimiento, gracias a la Cámara de Comercio, a la OIM, USAID y a mis compañeros de la Conamiredes” agradeció.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó su coraje y valor.

Desde su silla de ruedas, alerta sobre riesgos de la migración y anima a mujeres a enfrentar todo tipo de adversidades. “Es bien difícil concienciar, decirle a alguien no te vayas y no tener qué ofrecerles. ¿Qué voy a hacer en este país?, me preguntan. No porque te pasó a ti, me va a pasar a mí” le responden aconsejados.

“Regresé con una mutilación y sin esperanzas, pero he aprendido a movilizarme sola. Es bonito ayudar a otros de corazón, se siente bien” agregó.

La OIT resaltó, en portada, el espíritu inclaudicable de la valiente hondureña.

SALIÓ DE HONDURAS

Mary Salgado tenía 32 años cuando salió de Honduras hacia los Estados Unidos, convencida por vecinos de colonia La Trinidad en Tegucigalpa, donde vivía con sus cinco hijos. Planeaba irse por cinco años, generar capital, volver para comprar una casa y emprender un negocio.

Su hija mayor y su hermana quedaron a cargo de sus hijos. Renunció a su trabajo y emigró con solo 1,500 lempiras (60.8 dólares). Un amigo radicado en Houston, Texas, prometió ayudarle con 5,000 dólares (123,450 lempiras) que le exigían traficantes de personas (coyotes), para pasarla sin visado.

Una fría y lluviosa madrugada del 5 de enero del 2007 dejó el país junto a cuatro vecinos: “Caminamos en exageración, comimos monte, caña de azúcar, tomábamos agua de charcos y dormíamos a ratitos, por turnos” recordó.

“Se me llagaban los pies, pero tenía que seguir. En ese camino uno tiene que identificar cuando son charcos de agua o pantanos. Los retenes están puestos de tal manera que uno no tiene escapatoria, vas directo a la muerte. Mis vecinos me alertaban” continuó.

Salgado contó que corrieron al ver el tren de carga, para colgarse de la escalera y subir a los vagones. Para sus vecinos eso no representó ningún problema. Para ella, sí. “Cuando vi el tren, tuve miedo horrible. No pude subirlo y me quedé sola”. En Coatzacoalcos (zona sur de Veracruz) Mary contactó a una “coyota”. Pudo llamar a su amigo, pero este no tenía el dinero. Le adelantaron que iba a cuidar niños hasta que llegara la plata.

Desde su silla de ruedas, alerta sobre riesgos de la migración y anima a mujeres a enfrentar todo tipo de adversidades.

“ME SECUESTRARON”

“Me secuestraron. Me obligaban a robar a clientes de un bar, a drogarme, a adorar a la santa muerte y muchas cosas que nunca imaginé hacer, pero estaba en juego mi vida”. La hondureña no se acomodó a esa vida y pudo escapar al mes y medio. Esa vez superó el “miedo horrible” y subió al tren con destino a Veracruz.

Todo iba bien a lomo de hierro de esa “bestia” hasta que apareció un control (migración). “Tírate, me dijeron. Estaba bastante nerviosa. Empecé a descender, puse el pie en la última grada y resbalé. El tren me mutiló las piernas. Viajé llena de sueños, ilusiones y metas, y encontrarme con algo así, fue lo más doloroso”. Su historia fue noticia en Veracruz con titulares de que: “Tres personas murieron en los rieles del tren”. Mary Salgado fue la única sobreviviente.

La semana pasada, la protagonista de esta historia egresó del programa de emprendimiento en la CCIT, con herramientas educativas que le ayudarán a la reintegración socioeconómica. “Junto a mis compañeros retornados con discapacidad tenemos nuevos sueños y esperanzas de seguir adelante, ser autosostenibles y ayudar a otros” señaló. (Wilfredo Hernández)

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