Director de operaciones

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21 de mayo de 2024
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12:31 am
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Director de operaciones

José María Leiva Leiva.

Con ocasión de la celebración consagrada al Día de la Madre, me llegó un conmovedor y maravilloso video de fecha 10 de mayo de 2014, que puede verse en YouTube y que formó parte de la campaña publicitaria de American Greetings (la compañía estadounidense dedicada a la producción de tarjetas de felicitación, con sede en Westlake, Ohio), para destacar las virtudes, la entrega, y el rol fundamental desempeñado por las madres… esas que en verdad hacen honor a su nombre, esas que llevan en sus entrañas el don y el privilegio de dar vida, y son por tanto, coadyuvantes de Dios en el milagro de la creación.

Todo comenzó cuando esta corporación creó un puesto de trabajo falso, y lo publicó en línea y en los periódicos. Hombres y mujeres interesados acudieron a las entrevistas vía Skype, y el resultado fue ciertamente espectacular. Se les explicó que el puesto que se buscaba era el de Director de operaciones, y que se trataba no de un solo trabajo, sino de alguna manera, del trabajo más importante.

A continuación, se les dijo que las responsabilidades y requisitos eran realmente amplios. Empezando por una primera categoría: La movilidad. Ello requería un trabajo de estar de pie la mayoría de las veces, o se podría decir que todo el tiempo. Constantemente parado, constantemente agachándose. Constantemente exigiéndose un alto nivel de aguante. Por 135 horas, hasta horas ilimitadas a la semana. Es básicamente, 24 horas al día, los 7 días de la semana. Los 365 días del año. Sin descansos disponibles.

El entrevistador agregó: “esta posición requiere excelentes habilidades de negociación y de relaciones interpersonales. Estamos buscando a alguien que tenga un título en medicina, finanzas y las artes culinarias. Debes poder llevar varios sombreros. El socio necesita atención constante. Hay veces que se tiene que quedar con un socio… durante la noche. Tienes que estar dispuesto a trabajar en un ambiente caótico. Si tuvieras una vida, te pediríamos que dejaras esa vida de lado”.

“No hay vacaciones, incluso en el día de acción de gracias, navidad, año nuevo y en vacaciones en general. La carga de trabajo será mayor… nosotros requerimos eso. Con una disposición de felicidad. no hay tiempo para dormir, y se pueden hacer las conexiones significativas que puedan… El sentimiento que tendrán al ayudar al socio es inmedible. También, vamos al tema del salario. La posición no va a pagar absolutamente nada”.

Y así, conforme el entrevistador iba exponiendo las condiciones del trabajo, los candidatos se van mostrando cada vez más y más sorprendidos. “¿No hay tiempo para el almuerzo?”, pregunta uno de los entrevistados. Bueno –le explican-, Puedes comer algo, pero solo cuando el socio ha terminado de comer su almuerzo. Otro de los candidatos, incluso, pregunta si eso es legal. Y todos coinciden en que es imposible que exista un trabajo así, y mucho menos que alguien sea capaz de aceptarlo.

Ya que se trata de un trabajo imposible, cruel, inhumano, un chiste enfermo y retorcido, demencial, y por supuesto, que nadie lo haría gratis. Al final del video, el entrevistador les dice: “Qué pasa si les dijera que hay alguien que tiene esta posición en este momento. Billones de personas en realidad. ¿Quién? Las madres. Desde luego, en la búsqueda de un trabajo, es una tradición presentar una hoja de vida y contestar una serie de preguntas comunes y corrientes, pero nada similar a este corto, donde tenemos que esperar hasta el final del mismo para enterarnos acerca de lo que realmente ocurre.

Un sentido homenaje, porque “el ser madre es un trabajo constante. Un trabajo que no tiene horario fijo y mucho menos retribución salarial, pero que sin embargo ellas, están dispuestas a realizar, las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante todo el año, sin descansos, sin festivos… es el tiempo que están disponibles nuestras madres para nosotros. Un trabajo amoroso que requiere hoy en día y cada vez más, la conciliación de la vida laboral y familiar y el inmenso esfuerzo diario que eso conlleva”. ¡Benditas sean por siempre!

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