DEUDA: FERROCARRIL DE HONDURAS

ZV
/
25 de mayo de 2024
/
12:34 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
DEUDA: FERROCARRIL DE HONDURAS

Palabras Liminares

Cuando recibí de La Tribuna una invitación para realizar la curaduría de un suplemento semanal de Historia, recordé un fragmento de la novela “Comida de domingo” del escritor portugués José Luís Peixoto: “El pasado tiene que probar constantemente su existencia”. La Historia se ocupa de probar esa existencia de un pasado, y lo hace habitualmente con diálogos de espejos, como los de un sextante. Esos diálogos siempre nos revelan un sentido de urgencia, un déjà vu que presagia algo. Las patrias como las personas son en esencia la suma de sus recuerdos. Y sin esos recuerdos seríamos solamente carne sobre tierra, geografías pobladas de vivos y muertos, cementerios y avenidas. Cada suplemento de Historia hace en un territorio el mismo trabajo que el hipotálamo hace en el cerebro.

Este suplemento visitará semanalmente las páginas de los libros de y sobre Honduras, de ahí su título: ExLibris que proviene del latín y que literalmente significa ‘de entre los libros’. Buscará intervenir lo menos posible en el contexto de las páginas. Buscará facilitar al lector el roedor trabajo de un bibliotecario. Iluminar las palabras que de alguna forma tienen la sustancia del mármol.

Cuando se ocurre a los hechos y a los
números para establecer la verdad, ella
se impone con caracteres de bronce.

TEGUCIGALPA
Tipografía Nacional. -Tercera Avenida E.- Número 42
1904

Tegucigalpa: 1° de septiembre de 1904.

Señor ministro:

En estos días se han publicado, en folletos y periódicos franceses e ingleses, con la traducción respectiva al español, injustos y rudos ataques contra Honduras, por la antigua deuda del ferrocarril.

Por esta causa desenterré de mi escritorio un empolvado manuscrito, que ya días conservo, el cual se relaciona con esa malhadada deuda. En él se demuestra que Honduras ha sido la víctima y que solamente recibió un legado de dificultades y deshonras y en ninguna manera dineros o cualquier otro beneficio.

Quiero que se conozca ampliamente la verdad, que restablezca la honra nacional, y para ello obsequio al país, por medio de Ud., el manuscrito, suplicándole que lo mande a publicar si lo cree útil y necesario.

Me suscribo de Ud. Atento S.S.

J. María Moncala.

Al señor ministro de Gobernación. Presente.

El pueblo hondureño quiere despertar el sentimiento de los pueblos hispanoamericanos y poner a los ojos de la prensa del continente la justicia que le asiste en este desgraciado negocio del Ferrocarril de Honduras.

Han transcurrido muchos años, se publicaron en todo ese tiempo documentos y resoluciones que demuestran la verdad; el mismo Parlamento de Inglaterra, desconoció la legitimidad de la deuda, y sin embargo, los TENEDORES DE BONOS nos insultan todavía, arrojándonos al rostro el estigma de una deuda injustificable de dineros que no hemos gozado, porque fueron distraídos de su objeto, pasando al dominio particular de los prestamistas y de los agentes encargados del empréstito.

Ya no es posible tolerar por más tiempo el anatema.

Es preciso que Hispanoamérica vea con qué injusticia se pretende ocurrir a la fuerza para arrancarnos los dineros que otros disfrutaron. Existe una justicia más grande que la invocada por los llamados acreedores de Honduras, y es la de que nunca hay verdadero contrato cuando hay dolo y mala fe. Esta es prerrogativa de los que padecen de engaño, de aquellos que, careciendo de los cono-cimientos indispensables para precaverse de los hombres malos, caen en la trampa y entran en negociaciones ruinosas.

Por estas razones, el pueblo hondureño se acoge a la fraternidad americana, y pide a la prensa que le ayude en esa labor de reivindicación y honra, labor meritoria siempre, porque es la queja de la víctima, la defensa del perseguido injustamente, el eco de la verdad comprobada con los hechos, y con los números y con la declaración justiciera del mismo Parlamento de Inglaterra.

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto