Tomás Vaquero, Ministro de Gobernación: “El gobierno está estirando la faja para cumplir”

El ministro de Gobernación, Tomás Vaquero Morris, recibe en su despacho a LA TRIBUNA en medio del altercado con el alcalde sampedrano, quien lo acusa de retenerle las transferencias por envidia política. “Está loco, terminará preso como Kilgore”, dispara de entrada. Desde su oficina, en el piso 20 de la Torre 2 del Centro Cívico Gubernamental, la capital se mira envuelta en la bruma venenosa. Sentado en su escritorio y de espalda a un crucifijo grande, dirige el ministerio clave del gobierno para el juego político. Por aquí están pasando 11 mil millones de lempiras a las 298 alcaldías y controla 17 mil organizaciones no gubernamentales. Si el día de las elecciones faltara el presidente, él ejercería como tal hasta nuevas elecciones y si se mantiene en el cargo hasta el final de este período, instalará el Congreso del 2026-2030. Además, es de los pocos ministros que se reúne frecuentemente con la Presidenta y su esposo, “Mel” Zelaya. Se declara seguidor de las corrientes Rodista, Reinista, Florista y Melista, el último eslabón perdido de los liberales. Fue en este partido que comenzó en política de la mano del caudillo Óscar Mejía Arellano, precisamente, cuando ocupaba este cargo en los años ochenta.

—¿Le van a pagar las transferencias al alcalde de SPS?
Nosotros no tenemos ningún problema en pagarle, pero él tiene que venir a Finanzas a arreglar su problema, yo no tengo por qué negarle ni un lempira a la ciudad donde yo vivo. Lo que a mí me llama la atención es que él pone de escudo los 200 millones de lempiras, pero no habla de los 12 mil millones que ha recibido de parte del ciudadano sampedrano y en qué lo ha invertido.

—¿Mira cambios en San Pedro Sula en la gestión de Contreras?
Para nada, está peor, si usted va a San Pedro Sula, es mínima la cantidad de obras, dos o tres vados y anda hacieno bulla con una cosa que la deja a medio palo. Por eso la gente se pregunta qué está haciendo este hombre con el dinero, nosotros no lo vamos a cuestionar, que lo cuestione el Tribunal Superior de Cuentas o el Ministerio Público, pero no me extrañaría que termine preso como Kilgore.

–Dice que le da ventaja de 50 mil votos en una contienda, ¿le acepta el reto?
Es que yo no voy de candidato, nosotros ya dijimos que nos quedamos con la Presidenta hasta el final. El problema de él es que es soberbio, está endiosado en el puesto, no tiene reparo en su lengua.

—¿Qué tanto ha avanzado esta secretaría en descentralización y justicia?
Yo comencé en política trabajando en los ochenta en este ministerio con don Óscar Mejía Orellana, uno de los mejores hombres que he conocido. Desde entonces, esta secretaría ha cambiado 360 grados. Hemos simplificado los trámites que tardaba dos meses hasta por un error de una palabra o una letra. Ahora, todo estos trámites son electrónicos, aquí solo vienen a firmar y se van, esto sin mencionar que registramos más de 17 mil Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

—¿Cuántos millones han descentralizado?
Estamos transfiriendo 11 mil millones de lempiras directamente a los alcaldes, además de los fondos para caminos productivos y reparación de escuelas, que se liquidan como las transferencias. En el primer año pasamos de 5.5 por ciento a siete y ahora estamos llegando a nueve. Queremos llegar al 11 por ciento con lo cual estaríamos fortaleciendo los gobiernos locales como nunca en la historia de Honduras.

–Muchos alcaldes se quejan que estos fondos se entregan por colores políticos, ¿es cierto?
Mentiras, que me diga quién.

—¿El alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, por ejemplo?
Mire, Quintín es otro problema, no tanto como el alcalde de SPS, es un poquito moderado. Como tiene 25 años de ser alcalde, tiene un montón de embargos administrativos y todos son, precisamente, de su administración; o sea, quien los ha provocado es él mismo.

—¿No sería mejor premiar con las transferencias a las alcaldías más eficientes?
Puede ser una buena idea, lo cierto es que no hay dinero para todo lo que piden, somos un país con recursos limitados y hay cantidades de demandas, pero créame que el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro está estirando la faja para cumplir y si llegamos al 11 por ciento de transferencias, coronamos a los gobiernos locales, va a ser el premio más grande de la historia.

—¿Cómo han sido estos dos años y medio de gobierno para usted?
Realmente, pasó el tiempo tan rápido, parece mentira, pero siento que en este tiempo hemos avanzado a pasos agigantados y sentimos que no nos va ajustar el tiempo para hacer todas las cosas que tenemos en agenda, fueron 12 años de mucha desidia. Tratamos de retomar todo este papel, pero nos está costando.

—¿En qué está abocado en esta secretaría?
Hemos venido construyendo una Direccion de Desarrollo Urbano para que las alcaldías puedan hacer proyectos de desarrollo urbano mucho mejor estructurados porque no hay planes de desarrollo urbano, no hay planes de administración territorial para potenciar las áreas urbanas.

—¿No le parece que hay muchos municipios?
El ordenamiento territorial ha sido un problema, aquí tenemos 30 solicutudes de nuevos municipios, porque muchos políticos creen que con un nuevo municipio van a conseguir más obras o votos. Sin embargo, no podemos ser irresponsables, más bien creo que una reducción de municipios sería muy saludable, pero si ya tenemos los 298 quedémonos con ellos y fortalezcamos las mancomunidades.

–Las gobernaciones políticas son figuras decorativas, ¿no ha considerado suprimirlas?
No, más bien se está haciendo un nuevo reglamento para los gobernadores políticos para saber cuál será el nivel de incidencia en el desarrollo de un territorio determinado y darle mayor relevancia a la quehan tenido hasta ahora.

— ¿A quién mira más, a la Presidenta Castro o “Mel” Zelaya?
A los dos, pero estoy en contacto más con el expresidente Zelaya.

—¿Qué piensa de las críticas al gobierno?
Me parecen injustas, pero las entiendo porque cuando usted toma medidas para los sectores desfavorecidos va a ser criticado por los conservadores, sé que un gobierno comete errores, pero queremos una crítica sana y constructiva.

–Se le acusa de estar repitiendo muchas cosas que se criticaron en los gobiernos azules, ¿usted lo ve así?
No estoy de acuerdo, creo que eso es hacer una crítica mal pegada, aunque sé que los funcionarios no tenemos que abusar con los bienes del Estado, como alquileres de carros, pero hemos bajado ese gasto en comparación al gobierno de Juan Orlando. Mucha gente piensa que el erario es para hacerse rico, pero realmente es para darle beneficio al pueblo.

—¿Qué hizo en el tiempo de llanura política?
Fue una llanura larga y resiliente. Salí exiliado a Guatemala seis meses porque me fabricaron un montón de juicios de los que pude salir poco a poco. Estuve un mes en Estados Unidos, mientras me acomodaba. Se nos cerraron las puertas en todos lados, las amistades se dieron vuelta, usted se queda solo en esos momentos. Soy abogado, sociólogo y con maestría en gestión pública, así que pudimos trabajar poco a poco.

—¿Estuvo en peligro su vida?
Fui secuestrado en mi carro, me dejaron tirado en un lugar, después que regresé. Estoy vivo por la gracia de Dios. Fueron momentos emocionalmente fuertes, durante los cuales decía ‘no me vuelvo a meter en esto’, pero como me decía mi esposa ‘gallina que come huevo, aunque el quemen el pico’.

—¿El apellido Vaquero de dónde viene?
Mis abuelos eran salvadoreños y se radicaron en Santa Bárbara, se graduó de médico, estuvo en Rochester, fue un cirujano reconocido. Yo soy sampedrano, fui al José Trinidad Reyes, soy Marathón de corazón y vivo en la misma casa que compré cuando me casé en 1986.

—¿Por casualidad, fue compañero de don Roberto Contreras?
No, afortunadamente.

—¿Pero sí le gusta comer en Power Chicken?
Tampoco, a mis dos hijos varones les gusta, a mí no me gusta, ni el pollo chuco por el tema de la grasa, me gusta más la yuca con chicharrón y pollo al carbón.

ÉL ES…
Tomás Vaquero Morris nació en San Pedro Sula donde cursó toda su educación primaria, secundaria y media. Es abogado y sociólogo con postgrado en Gestión Pública. Fue ministro de Recursos Naturales en el gobierno del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009). Y laboró en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Alcaldía Municipal del SPS y con organismos como el PNUD y USAID.