LAS FLORES DE MAYO: GRACIA EFÍMERA, SÍMBOLO SILENCIOSO DE LAS EMOCIONES HUMANAS.

ZV
/
26 de mayo de 2024
/
12:53 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
LAS FLORES DE MAYO: GRACIA EFÍMERA, SÍMBOLO SILENCIOSO DE LAS EMOCIONES HUMANAS.

Las rosas rojas, significado, simboliza a la pasión por el amor.

AUTOR: Luis Alonso Gómez Oyuela
Coautora literaria Águeda Chávez
Email:[email protected]

DANLÍ, El Paraíso. En el vaso del lienzo de la literatura, las flores han desempeñado un papel tan exquisito como etéreo, tejiendo un lenguaje floral que va más allá de lo meramente estético. Cada pétalo, con su gracia efímera, ha servido como símbolo, metáfora y testigo silencioso de las emociones humanas a lo largo del tiempo. La literatura, la música y el arte para darle un significado más profundo. Las flores son históricamente conocidas por su simbolismo. Está en su naturaleza. Desde las civilizaciones antiguas se han utilizado en la literatura.

Para profundizar este contenido en el mes de las flores, en esta ocasión compartimos este reportaje con la magíster Águeda Chávez, catedrática de la UNAH-TEC DANLÍ, quien con mayor capacidad y conocimiento literario relaciona esa hermosa convivencia entre la naturaleza y los seres humanos.

La rosa blanca: “Cultivo una rosa blanca”, símbolo de la pureza.

“Las flores tienen su propio significado y expresan diferentes mensajes. Por ejemplo, una declaratoria de amor. De hecho, representan el amor incondicional. La presencia de flores en cualquier espacio puede tener un efecto positivo en la calidad de vida de las personas, ayudando a reducir los niveles de estrés y ansiedad.

“La lluvia de mayo es esperada con ansias, no solo por los agricultores que afanosamente preparan la tierra, sino por todos los que nos servimos de ella. La naturaleza es sabia, y con ello las flores son abundantes desde las primeras lluvias en donde la primavera se luce en su máximo esplendor; es por esto, que esperar las lluvias de mayo también nos evoca y conduce a la celebración de “El mes de las flores” en honor a la virgen María. Las iglesias se engalanan y por las tardes rezar el Rosario y cantar alabanzas marianas es, sin duda, una tradición ya arraigada, y llegada desde la península Ibérica. Este es un ritual extendido en Honduras que implica también la producción de flores, tanto en las cercanías a Tegucigalpa, como en otros lugares del país, en donde la floricultura sirve de sustento a las familias que las comercializan.

Los lirios blancos y rojos, pureza, inocencia y belleza.

Siguiendo con el aspecto religioso y la relación con las flores en el mes de mayo, para el caso, el municipio de Lepaterique, en Francisco Morazán, ha sumado a ello como producto del sincretismo, el agradecer a la virgen por los favores recibidos, elevando esta práctica a un “Festival de las flores” en donde se involucra toda la población, bien como participantes o como espectadores, ya que la celebración todos los días de mayo en la iglesia, también se extiende a las calles con la procesión a la virgen, a lo que se suma como otras tantas prácticas socioculturales, el degustar de la gastronomía local.

Otros municipios se van sumando con apuestas importantes alrededor de la admiración a las flores, como Santa Lucía y la ciudad de Siguatepeque, al centro del país, que, aunque este último festeja su Festival de las Flores en el mes de octubre, su celebración recoge la importancia que tienen las flores en la belleza de los municipios, así como en la economía del país. Cada vez son más sitios donde se ofertan estos servicios y en donde la población acude para la compra de plantas que un día producirán la tan ansiada flor.

Izote, flor nacional de El Salvador.

Estas prácticas sociales han sido llevadas a la literatura, en donde los concursos de poesía y narrativa tienen su origen en el mes de mayo, registrados en España a finales del siglo XIX como “Concursos de juegos florales”, desde donde saltan a América. Por ejemplo, en nuestro tiempo, Gabriel García Márquez hace una alusión importante a ellos en la novela “El amor en los tiempos del cólera”, ambientada en su natal Colombia. En El Salvador este certamen está a cargo del Ministerio de Cultura; en Guatemala se desarrollan en diferentes localidades, una de ellas es Quetzaltenango, cuna de Humberto Ak’abal quien dedica unos versos hermosos a las flores con los títulos “Las flores” y, “La flor amarilla de los sepulcros”.

La relación con Guatemala es que, en Honduras, precisamente en el municipio de San Marcos, Ocotepeque, al occidente del país, se celebra anualmente, desde hace 33 años, un certamen de esta naturaleza, inspirados en lo que sucedía en el país vecino. Este Certamen Literario Nacional convoca a escritores hondureños y a extranjeros residentes en Honduras a participar en las ramas de poesía y cuento. En sus orígenes, los participantes ganadores de estos certámenes recibían una flor como premio, hoy día la premiación incluye la publicación de su obra, un hecho que a cualquiera motiva. Y todo esto, por la relación intimista y de gratitud a las flores. Como canta Ak’abal en estos versos:

En México la flore de Cempasuchil, simboliza el día de muertos.

“Las raíces
nos mandan a contar
—por medio de las flores—
cómo es la tierra por dentro”.

Y para terminar en Centroamérica, Nicaragua, cuna de poetas ilustres y en donde cada manifestación artística cuenta, Carlos Mejía Godoy en clara alusión a las flores y la fragancia que emanan lo vincula con la música, al estilo campestre, así se expresa con fuerza en unos de sus versos:

“Esta flor de pino/Que corté para ti/Tiene la fragancia/De una indita de acá/Flor de jaralbahaca. Que jamás morirá…

Esta flor de pino que entre brumas nació/Es la que Sandino con sus manos cortó/Pa la muchachita que escogió para él/La telegrafista de San Rafael.”

Celebración mes de las flores en Lepaterique en honor a la virgen María.
En Guatemala la flor de loroco es apetecida en platillos típicos.
Águeda Chávez, coautora literaria de este artículo.
Más de Dominicales
Lo Más Visto