Crisis ambiental y energética

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28 de mayo de 2024
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01:01 am
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Crisis ambiental y energética

Rafael Delgado

Lo que generalmente observamos de los gobiernos en Honduras ante los graves problemas del país son arrebatos; desesperadas gestiones de última hora ante la urgencia de ahogar la idea que no se hace hecho nada; conferencias de prensa recomendadas por estrategas de imagen que intentan con ello presentar a los gobernantes como un equipo eficiente. Esta práctica continúa y al parecer no hay intenciones de que se sustituya por acciones congruentes, integradas y sobre todo sostenibles en el tiempo. Escribo esto porque se escucha acerca de reacciones gubernamentales ante la profunda crisis ambiental y la crisis energética en la que ya tiempos nos encontramos y sobre la cual se discute muchísimo, pero sin acciones efectivas en el recién pasado que den soluciones a lo que acontece.

Sobre lo que acontece en el sector eléctrico, esto ha sido tema recurrente. Se ha insistido en lo estratégico para el país de tener un servicio de energía con amplia cobertura y sin interrupciones. Se sabe con mucho detalle sobre los proyectos de inversión estratégicos para el mejoramiento de toda la red, para que no se pierda la energía comprada a los generadores privados; así como la necesidad de ejecutar proyectos de generación de energía eléctrica con base en recursos renovables; se ha enfatizado en la necesidad de un sistema que logre precios competitivos a la hora de la compra de la energía a los proveedores privados y que el sistema funcionará mucho mejor si de él se expulsan todas esas consideraciones demagógicas, clientelistas y corruptas que al final son las que dirigen la dinámica del sector. Pero todo se lo lleva el viento y hemos caído en una trampa difícil de salir ya que a algunos pareciera que les conviene el status quo.

En cuanto a la crisis ambiental, los desesperados gritos de frenar la tala continua de los bosques y emprender una reforestación masiva tanto en las ciudades como en el campo han sido continuos por años. La clara relación entre lo anterior y el agotamiento de las fuentes de agua, así como el aumento del calentamiento fue igualmente advertido. Por años se ha insistido en fortalecer las instituciones dedicadas supuestamente a proteger el bosque; en crear capacidades a nivel local para que las municipalidades, las juntas de agua, los patronatos, los productores y en general los pobladores se conviertan en defensores y no agresores de las fuentes de vida. Pero al igual que ayer, hoy no existe vocación para ello en los líderes del país y dedican preferiblemente su tiempo a generar lealtades.

A lo anterior también le podemos agregar otras situaciones que contribuyen a lo anterior como el caos vehicular de las ciudades del país que se ahogan diariamente en una densa nube de humo tóxico ante la inoperancia de las autoridades locales de lograr soluciones efectivas a este problema. Los ejemplos de otros países sobran demostrando cómo se pueden desarrollar ciudades agradables para sus habitantes con infraestructura moderna, empresas de transporte masivo eficientes y cumpliendo con las obligaciones inherentes a un servicio tan delicado como lo es el de las personas. Pero aquí tampoco vemos moverse algo en la dirección correcta.

El ciudadano se preguntará qué hacen las autoridades que hasta ahora cuando los problemas rebalsan, reaccionan ante eventos de los que se ha alertado desde hace mucho tiempo; cuando se sabe que los gobiernos están allí para evitar las crisis y no para reaccionar, de paso torpemente a los hechos. Por lo anterior, es necesario que algo sustancial ocurra y que finalmente se ponga la política partidista a construir soluciones de todo lo anterior en vez de pasar en un eterno juego de mezquinos intereses que halan, empujan o paralizan la agenda nacional según la conveniencia.

Pese al desastre, las esperanzas se encuentran en miles de profesionales hondureños, emprendedores y ciudadanos que desde abajo luchan día a día con mucho ingenio y dedicación. Faltaría solamente que a través del esfuerzo de sus organizaciones y gremios se inicie la construcción desde debajo de esas iniciativas de éxito que puedan hacer el contraste entre el hoy de bruma y líderes falsos con el mañana de ambientes limpios y un país desarrollado.

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