Ramiro Sierra: periodista, educador y amigo

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10 de junio de 2024
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12:01 am
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Ramiro Sierra: periodista, educador y amigo

Por: Guillermo Fiallos A.*

Lo conocí a finales de la década de los noventa, cuando estudiaba periodismo en la UNAH. Era un maestro cuyos exámenes se consideraban difíciles, de cátedra exigente y con una pasión por la enseñanza, que era un privilegio estar sentado escuchándolo.

Tuve la oportunidad de ser su alumno en dos materias: Periodismo de Opinión y Periodismo Investigativo. Desde entonces, creció mi interés por aprender más de él y su experiencia en medios de comunicación. Sin embargo, no solo se logró concretar una relación docente-alumno; sino que, fui bendecido al contar con su amistad.

Recuerdo tantas veces que en cafeterías en los tiempos libres de clase o después que me gradué, sostuve largas y edificantes conversaciones, sobre el rol del periodista y el impacto que este tenía en el desarrollo de las sociedades. También, me relataba sus vivencias desde que era un jovencito, allá en su querida San Pedro Sula. Nunca olvidaré cuando me narraba con viva emoción y un brillo singular en sus ojos, acerca del equipo de fútbol del cual formó parte y a cuyos integrantes les llamaban “los filósofos del tapete verde”. De igual manera, la emoción que transmitía cuando se refería a una construcción que tenía en las afueras de Tegucigalpa. ¡Instantes aquellos que siempre perduran en mi memoria!

El licenciado Ramiro, además de su sapiencia, espíritu combativo y bagaje cultural fuera de serie; siempre se proyectó como un hombre humilde, de voz suave y pausada, respetuoso de las ideas contrarias de los demás. Cuando no se le ponía atención en clase, se molestaba y siempre trataba que los elementos distractores en la misma, no la entorpecieran más. Puedo afirmar que además del educador, conocí comunicador, al amigo y al caballero que es este señor de más de ocho décadas; y que siempre se mantiene activo y despierto con el acontecer nacional y mundial.

Me enteré, por los medios sociales, acerca del merecido homenaje que le brindó días atrás, la Escuela de Periodismo de la UNAH y, hoy, quise plasmar estas palabras escritas en mi columna de este diario, como un humilde testimonio de mi agradecimiento y admiración, por haberme formado e inspirado en la rama periodística que más ejerzo: el periodismo de opinión.

El país necesita de periodistas de una sola pieza como don Ramiro Sierra. Su legado como director de la Escuela de Periodismo durante tres períodos y el haberla dotado de varios laboratorios, hace que muchas generaciones estemos en deuda por lo que realizó arduamente.

Cada vez que escribo en esta columna, estoy aplicando las directrices que aquel maestro motivador brindaba a sus estudiantes. ¡Cómo no dar las gracias a quien es uno de los mayores responsables que esté ejerciendo esta intrincada especialidad del periodismo!

Se estacionan en el recinto de mis remembranzas aquellos años lejanos en las aulas universitarias, en las cuales conocí a otros eminentes educadores como: Vilma Gloria Rosales, Juan Durán, Reynaldo Amador, Delia Mejía, etc. Para todos ellos, también, expreso mi reconocimiento por su instrucción y días de desvelos al cursar sus cátedras inolvidables.

Tengo un buen periodo de no verlo ni conversar con él; sin embargo, ni los espacios ni tiempos transcurridos, borran de mi mente todos los conocimientos recibidos y la plena gratitud que le guardo por su formación de excelencia.

Mi enhorabuena para el licenciado Ramiro Sierra: el periodista, educador, amigo, caballero y gran ser humano; quien dejó huella profunda en aquellos que tenemos la dicha de haberle conocido, y permitir que toda esa energía intelectual, experiencia acumulada, personalidad con valores y sincera amistad, fluyera en la inteligencia y el corazón de sus educandos.

¡Cuántos Ramiro Sierra necesita Honduras! Es difícil encontrar en el gremio, una persona desinteresada y que luche por sus ideales sin lastimar los derechos de los demás. Dios conserve al licenciado Ramiro con bienestar y sabiduría, para que siga irrigando su modelo de integridad en todos los comunicadores sociales.

*Mercadólogo, abogado, pedagogo, periodista, teólogo y escritor.

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