Docentes y estudiantes de la UNAH entre ilusiones y desesperanzas

El punto muerto en las negociaciones por parte de las autoridades y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), es considerado por docentes y alumnos de la Ciudad Universitaria como una medición de fuerzas por ambas partes.

Los pasillos y los demás sitios que otrora lucían abarrotados por miembros de la máxima casa de estudios superiores del país, ahora ofrecen un panorama desolador y a los pocos estudiantes que transitan por la parte exterior de los oscuros edificios, se les observa cabizbajos ante la preocupación de saber que prácticamente perdieron el período de clases.

La preocupación abarca a los docentes, trabajadores y dueños de negocios, quienes indirectamente han sido envueltos en la problemática universitaria.

AÚN SE PODRÍA

 Hasta la semana anterior se podía concluir el segundo período académico y tener un intensivo bajo las normas establecidas por la Ley de Educación Superior, pero al perderse esta nueva semana de clases, la situación se complicó más, si bien así se podría rescatar, consideró Ovidio Vásquez Cabrera, coordinador de la carrera de Educación Física de la UNAH.

“Si continúa la problemática y no nos incorporamos a clases el próximo lunes, sería muy difícil terminar el segundo período y comenzar un intensivo, solo quedaría la oportunidad de un período, ya sea terminar el que iniciamos o abrir un tercero”, estimó.

Entre las penumbras de algunos edificios, los defensores de derechos humanos hacen su trabajo de veeduría.
Entre las penumbras de algunos edificios, los defensores de derechos humanos hacen su trabajo de veeduría.

Los docentes de la Escuela y Departamento de Ciencias de la Cultura Física y la Facultad de Humanidades y Artes, están trabajando en las asignaciones de tareas, de acuerdo con el plan operativo, ya que aprovechan que no se imparten clases para avanzar en las actividades académicas y, a la vez, capacitan a los docentes y personal administrativo, apuntó Vásquez Cabrera.

OPINIONES

 Cinthia Ardón: “Ninguno tiene toda la razón”

(becaria del segundo año de Ciencias Médicas): “Ninguna de las partes en conflicto tiene toda la razón, porque la lucha inicial se convirtió en una lucha para ver quién tiene la razón.

Ante la insensatez de ambos sectores, el problema cada día se agudiza, porque los dos han cometido errores y para resolver el asunto deben ceder en algunos puntos para que todos volvamos a clases, porque estamos muy perjudicados”.

Ariel Valdés: “Clases no han sido canceladas”

(alumno de Ingeniería en Sistemas): “Aunque no nos han cancelado el período, tenemos mucha preocupación, porque hace una semana comenzamos las clases, pero de nada sirvió porque perdimos las clases”. “Para nosotros es más difícil, porque debemos estar en los laboratorios, por eso les hago un llamado a las autoridades y compañeros estudiantes para que busquen una forma de llegar a un final feliz, porque si no la lucha en vez de beneficiarnos, nos afectará más”.

Kevin Rivera: “Muchos docentes no saben enseñar”

(estudiante de Ingeniería Eléctrica): “Mire las autoridades han dicho que peleamos porque elevaron el índice académico de 60 al 70 por ciento, pero eso es falso, eso no sería tanto problema para mí, porque solo tendría que estudiar más, pero la situación va más allá, porque con solo matricular una clase con un docente, de antemano uno sabe que va a perder la clase, porque la mayor parte de catedráticos no fueron formados para enseñar y por eso se les hace difícil poder implementar la Pedagogía”.

“Casi todos (docentes) tienen mucho conocimiento, pero al momento de impartir sus cátedras, los estudiantes quedamos en el aire, porque no se dan a entender y, al final, ellos terminan dando las repuestas a los apuntes hechos en las pizarras, porque se dan cuenta que nadie les entendió y eso es uno de los problemas que se les planteó a las autoridades, pero lo que hicieron fue criminalizar a los compañeros”.