Repatrian cuerpos y cabezas de tres “catrachos” decapitados
El primer cuerpo retirado de la terminal aérea fue el de Héctor Francisco Paz Alemán, que de inmediato fue llevado a Juticalpa.
Los cadáveres decapitados de tres hondureños fueron repatriados el jueves, desde México, junto con sus cabezas, embaladas y rotuladas con el nombre de cada uno, para evitar confusiones al entregárselos a sus familiares.
Los restos llegaron la mañana de ayer al aeropuerto Toncontín, en un vuelo comercial, donde parientes de las víctimas aguardaban por los restos mortales.
Los tres jóvenes eran originarios del departamento de Olancho y el 25 de julio del 2019 los hallaron decapitados en un sector solitario de Tijuana, Baja California, México.
Los compatriotas asesinados por desconocidos fueron identificados como Héctor Francisco Paz Alemán y los hermanos, Fabricio José Pastor Raudales (32) y Allan Ramón Pastor Raudales (34), quienes desde hace dos años radicaban en el país azteca, luego de fracasar en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
En Honduras, los hermanos Pastor Raudales se criaron juntos con Paz Alemán y debido al cariño que se tenían, se consideraban primos, relató uno de los parientes.
Norma Raudales, madre de Fabricio José y de Allan Ramón Pastor Raudales, manifestó que ella conoció de la infausta noticia cinco días después del triple crimen. Desde entonces había estado con la incertidumbre de no saber si volvería a ver siquiera los restos de sus hijos.
Los hijos de Norma eran mecánicos, pero al momento de ser asesinados trabajaban en la construcción, ya que se les dificultaba encontrar trabajo y por eso tenían planificado retornar a Honduras.
LOS SEPULTARÁN EN JUTICALPA
Los cuerpos de los tres jóvenes, junto con sus respectivas cabezas, fueron trasladados hasta la ciudad de Juticalpa, departamento de Olancho, donde ayer fueron velados y hoy les darán cristiana sepultura.
Se conoció que, lamentablemente, Santa Paz, madre de Héctor Francisco Paz Alemán, hace un mes perdió otro hijo, en Olancho, también de forma violenta.
La representante del Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos y Fallecidos de Honduras “Amor y Fe”, Jessica Soto, manifestó que los jóvenes tenían planificado regresar a Honduras porque tenían poco trabajo en Tijuana, “pero desgraciadamente los mataron antes de retornar a sus hogares en Olancho”.
“Exigimos a las autoridades mexicanas una investigación sobre estos crímenes abominables para que nos den respuesta sobre lo que pasó para que les quitaran la vida, y no solo con ellos, sino que con muchos compatriotas que han sido repatriados a nuestro país, la mayoría de ellos ejecutados”.
El trabajo de la Cancillería es confirmar la identidad de las personas, tanto de los difuntos repatriados como de sus familiares, por medio del ADN y otra documentación, “y lamentablemente las autoridades mexicanas son las que se tardan en darles alguna documentación”, precisó Soto. (EB)
DATOS
El 15 de agosto del 2019, Norma Raudales y su hija Nieves Pastor Raudales viajaron desde Olancho hacia Tegucigalpa, para someterse a una prueba de ADN en la Dirección de Medicina Forense, para verificar si en realidad son parientes de los fallecidos, para que de esa manera los pudieran repatriar.
