Señores diputados, no dejen morir al enfermo
Miramonte
No es posible que una institución emblemática como ser el Banco de Desarrollo Agrícola (BANADESA), que en su origen se llamó Banco Nacional de Fomento (BANAFOM) sea cerrado por pícaros que no han honrado sus préstamos.
Lo primero que hay que hacer es demandar a todos los morosos. Segundo, establecer la responsabilidad de los gerentes y administradores que otorgaron esos créditos sin garantías, los empleados que se robaron parte de su patrimonio, y tercero inyectarle capital fresco, pero no dejarlo morir, ya que con una buena administración es una fuente de financiamiento para los pequeños y grandes agricultores, ganaderos, porcicultores, avicultores y piscícolas. De igual manera para apoyo de las industrias relacionadas con todo lo que mencioné anteriormente.
Yo fui parte de esa prestigiosa institución desde su inicio, habiendo trabajado por espacio de seis años, pasé por muchos puestos, siendo el primero como contador de crédito a corto plazo, después auditor, donde me tocó viajar por todo el país, auditando las agencias de las diferentes ciudades; de allí pasé a subjefe de la sección de Ventas, que de igual manera me tocó fundar (17) diecisiete agencias en toda la República, como ser: San Pedro Sula, Choluteca, Marcala, Nueva Ocotepeque, La Libertad, El Triunfo, Santa Rosa de Copán, La Entrada, Santa Bárbara, Corquín, Catacamas, Juticalpa, puerto Cortés, La Ceiba, Comayagua, El Paraíso y Danlí; primero me enviaban a estudiar la plaza, de ahí buscar el local, entrenar el personal y quedarme quince (15) días supervisando el personal.
El Banco Nacional de Fomento construyó el beneficio de café de El Paraíso, los silos de El Porvenir y Tegucigalpa, y así lo quieren cerrar.
Algunos políticos aprovechándose de sus puestos y sin ser agricultores o ganaderos; solicitaban préstamos que nunca pagaron, estos son los que tienen quebrado al banco, ya valiéndose de su posición les fueron condonados sus préstamos por el Congreso Nacional, que también tiene mucha culpa, ya que lo correcto es que los hubieran obligado a pagar, demandándolos, esto serviría de ejemplo a los sinvergüenzas de los políticos.
Señores diputados, no dejen morir esta institución que en su tiempo fue orgullo y ejemplo para otras instituciones de otros países. En sus manos está la salvación de BANADESA.
Hermann M. Reicle V.
Tegucigalpa, M.D.C.
