Desarrollo con orden y legalidad, nuestra preocupación
Miramonte
Hemos escrito que el Estado de Honduras fue constituido para asegurar a todos los hondureños y a todos los extranjeros que legalmente conviven con nosotros, su bienestar jurídico, individual y colectivo, la educación, salud y trabajo, y en general la satisfacción plena de sus necesidades y aspiraciones. Hasta la fecha no se ha logrado ese propósito y gran objetivo como lo evidencia nuevamente la migración de caravanas de hondureños que en busca de mejores derroteros, han emprendido hacia otros países. Muchísimos sectores de nuestra sociedad han solicitado y demostrado que es necesario reducir y mejorar los gastos del Estado. Que necesitamos reorganizar los poderes del mismo, y sus instituciones y reestructurarlas de acuerdo a nuestras necesidades e intereses racionalmente analizados. El primer sector es el agrario o rural, ya que de él deriva nuestra alimentación y las exportaciones que nos traen divisas para fortalecer la economía, haciendo venir cuando es necesario y conveniente, individual o colectivamente extranjeros que conozcan dichas materias cuando no existan hondureños para realizar esa labor; hay que aprovechar inteligente y racionalmente nuestros recursos naturales, renovables y no renovables.
Nuestro principal recurso es la tierra y su subsuelo en el cual están asentados los bosques que constituyen el 65% del territorio. En materia de reforma agraria hay que aprovechar lo que ya se ha hecho y organizado, y hacer todo lo que nos falta en todo el país; trasladar recursos humanos cuando fuere necesario, los batallones militares o de otra índole que se organicen, en el futuro deben estar ubicados en las zonas fronterizas con Guatemala, El Salvador y Nicaragua, y en lo que se refiere a centros penales y similares convendría dotarlos de terreno suficiente para que los reclusos trabajen en la agricultura y produzcan suficiente para su subsistencia y nos doten de alimentos a todos los ciudadanos que pululan en los alrededores, y el excedente enviarlo a los centros de compra más cercanos, así los integrantes de esos centros tendrán un ingreso que les permita sobrevivir en forma digna y aprender oficios. En cada sector y subsector que sea conveniente deben construirse centros de educación, salud y policiales, para que todos los pueblos de Honduras gocen de seguridad y al mismo tiempo los elementos aptos para crear industrias, apoyarlos para que se beneficien de sus proyecciones y generen empleos a fin de que todos los hondureños satisfagan sus necesidades en forma justa y equitativa y no tengan necesidad de pensar siquiera en abandonar su país, exceptuando cuando quieran hacerlo en vías de vacaciones, las cuales preferiblemente deben llevarse a cabo en otras partes de la nación y posteriormente en el extranjero.
Justos en el orden social y eternos en la justicia.
Abogado y notario
Francisco Rodolfo Jiménez Caballero
San Pedro Sula
