Preservar vidas a cualquier costo

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25 de marzo de 2020
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12:23 am
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Preservar vidas a cualquier costo

La necesidad de neutralizar la infodemia

Por José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

Aunque está claro que estamos frente a un gran problema, para muchos hondureños persiste la idea que la peste es una broma, que es un complot del gobierno o del pleito entre potencias mundiales por las posesiones comerciales, los invito a que nos olvidemos de eso, voy en este caso a intentar de explicar y convencer que estamos al borde de la peor epidemia que nuestras mentes puedan asimilar, no existe comparación, estamos en crisis de vida.

De manera tajante, quiero desterrar como problema el origen o las razones de la epidemia, quiero que nos demos cuenta lo fundamental de aceptarla para combatirla, explicando además que la prioridad es la subsistencia de las personas, recordarles que lo material como el dinero no es nada, si no se tiene la salud física y mental para disfrutar el mismo y los placeres que este facilita, de tal forma que no es difícil entender que si nos toca escoger entre la salud y el dinero no deberíamos dudar en anteponer la primera sobre el segundo.

Como es del conocimiento general, en toda crisis, lo primero es reconocer que existe, y ese es el punto de partida para su diagnóstico y análisis, para determinar cómo atacar el problema que lo ha generado y con ello proceder a organizar los recursos disponibles y elaborar estrategias, políticas y elaborar planes para el manejo y solución de la misma. Por supuesto, esto es lo ideal en un país organizado y preparado para las contingencias.

En nuestro caso, considero satisfactoria la respuesta a la crisis generada por la epidemia que nos ataca, estimo que con los exiguos recursos, se ha procedido adecuadamente en los inicios, a pesar de los inconvenientes presentados, las personas del gobierno responsable de la administración del país, han sido puntuales hasta los niveles de sus alcances y competencias, yendo más allá incluso, con el plus de su compromiso profesional aun a riesgo de comprometer su propia salud, lo que amerita que nosotros, hagamos lo nuestro y dar la contribución necesaria y valiosa, no nos sirve enfrentarnos, aun y cuando las personas encargadas no resulten agradables para muchos, la epidemia no se fija en eso, nos ataca y punto, hay que retribuir el esfuerzo de los que comandan la operación de contención de la infección masiva, cumpliendo y acatando al pie de la letra lo único que nos han pedido: cuidarnos y quedarnos en casa, nada más. Por lo anterior, es difícil entender cómo se puede confundir lo material y poner en riesgo el bien más valioso: la vida.

Lo procedente en estos momentos de calamidad doméstica, generada por causa del virus Covid-19, (conocido como coronavirus), es promover el concurso de todos los hondureños, como gobierno, como sociedad y como personas, estamos obligados a tomar conciencia sobre la naturaleza de la misma y convencernos que debemos unirnos y organizarnos para enfrentar esa lucha como un equipo fortalecido, en una alianza fuerte entre la sociedad civil organizada, el gobierno y los demás poderes del Estado, y priorizar en minimizar el número de infectados y las víctimas mortales.

Sin duda alguna, estimo que nos vendría bien considerar que por esta única vez, y que quizás, para muchos de nosotros pueda ser la última cruzada por Honduras y el pueblo hondureño, debemos retomar la unidad nacional, aunando esfuerzos físicos, talentos y recursos en un solo haz de voluntades y enfrentar esa peste mortal, tomar la actitud de un solo equipo contra una sola lucha, enfocada en la preservación de la vida y que debe lograrse a cualquier costo.

Si lo dicho antes no es suficiente motivación, puedo mencionar como refuerzo a lo expresado, que esta es una situación de vida o muerte para la mayoría de los hondureños, y que por si fuera poco, este virus no hace diferencias de clases sociales, económicas o políticas, no se detiene ante ricos o pobres, y recalco que afecta por igual a todos sin distingos de edad, genero, credo, raza, posición civil, profesionales o iletrados, civiles y militares, etc.

Por consiguiente todos los hondureños de todos los niveles, clases y desprendidos de todo lo que invite al conflicto, debemos entender y compenetrarnos que no es momento de divisiones o pleitos infecundos, reconocer que estamos viviendo una situación nunca vista en los últimos siglos, lo más parecido se dio en 1918 y 1919 con la Gripe Española, que según datos históricos en solo 18 meses infectó un tercio de la población mundial, con víctimas mortales de hasta 50 millones de personas, calificada como una de las peores tragedias que haya experimentado la humanidad. Por favor evitemos a toda costa repetir una tragedia, demos a las nuevas generaciones la oportunidad de sobrevivir.

Concluyo, que en la lucha contra esta epidemia tenemos grandes oportunidades porque su combate requiere que retomemos buenos hábitos de higiene, acatar las disposiciones y quedarnos en casa, pero sobretodo, requiere que nos unamos contra ella y no contra los que en este momento la combaten, solo porque nos desagradan, no es justo, nuestro pueblo espera que lo salvemos, que los asistamos en la futura recuperación en lo físico, lo emocional y en lo económico, después arreglamos las cargas materiales.

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