La efectiva estrategia de Corea para luchar frente a la COVID-19

OM
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3 de abril de 2020
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12:58 am
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La efectiva estrategia de Corea para luchar frente a la COVID-19

Por Antonio Flores Arriaza
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Cito aquí un extracto de la entrevista que Asian Boss (Corea) le realizó al doctor e Kim Woo-joo del Hospital Guro de la Universidad de Corea en Seúl, quien es muy experimentado luchando contra enfermedades como tuberculosis, SIDA, gripe porcina, ébola. Fue el director de la lucha ante el SARS y MERS (que solo sucedió en Corea fuera de Oriente Medio). Al 23 de marzo, Corea presentó 8,961 infectados confirmados, 111 fallecidos y 3,166 recuperados.

Corea, Taiwán, Singapur lo están haciendo muy bien gracias a la experiencia de haber sufrido el SARS y el MERS y supieron que sus hospitales no estarían preparados para una próxima epidemia, así, pensaron prospectivamente. Corea comprendió que, ya que es imposible contar con un tratamiento efectivo ante algo nuevo y, tampoco es posible desarrollar rápidamente una vacuna y que, obtenerla, sería extemporáneo. Siendo así, Corea comprendió que era de gran importancia lograr un diagnóstico rápido y procedieron a desarrollar la capacidad para lograrlo. Por ello, Corea posee los test PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa).
El gran éxito que ha tenido Corea para lograr reducir el contagio y distribuir ese contagio a lo largo de varios días y semanas (aplanar la curva) permite que el sistema sanitario pueda ir atendiendo de a poco a los contagiados y darles de alta progresivamente, de tal manera, que puede estar listo para los nuevos casos que ingresan poco a poco. Ese gran éxito se ha debido a la gran capacidad para aplicar los tests PCR a mucha gente. Su ritmo es evaluar a 15,000 personas diarias, de tal manera que, al 23 de marzo de 2020 Corea había evaluado a 338,000 personas.

El 90% de los fallecidos han sido personas mayores de 60 años ya que empiezan a padecer inmunosenescencia que empeora a los 80 años. Pero, las personas menores de 60 años, si tienen una enfermedad crónica como diabetes o alta presión o son fumadores corren alto riesgo. Los que están usando medicamentos inmunosupresores como los esteroides y los anticancerosos están en alto riesgo. El 20% de los contagiados no presentan síntomas y eso los vuelve peligrosos para sus familiares mayores, ya que los asintomáticos pueden propagar el contagio. Haber hecho esta evaluación tan amplia ha permitido una mejor comprensión de la enfermedad.

La prueba, normalmente, tarda 6 horas para dar el resultado pero, con tantas personas para aplicar, especialmente las que ingresan al país, para mantener el control sobre la propagación, luego de evaluarlos, los remiten durante un día a un centro de aislamiento.

Solo saldrán de allí hacia sus casas a un aislamiento de dos semanas aquellos que obtengan un resultado negativo. Les instalan una aplicación en su celular que permite ubicarlos, si salen de su casa, suena una alarma para él y para el centro y, entonces, deberá regresar de inmediato y empezar a llenar, dos veces al día, un formulario que le consulta sus síntomas. Si no cumpliera con este procedimiento, las autoridades irán por él. Las medidas de aislamiento social son, mayormente, voluntarias y la gente, especialmente los mayores de 60 años, las aceptan muy bien. Obviamente, esto también implica las diferencias tecnológicas, culturales y sociales de un país a otro.

Quienes dan positivo son remitidos a un centro de tratamiento básico y, aquellos más enfermos irán a un hospital con mayor capacidad. No envían a su casa a los que dan positivo (esto implica el alto riesgo de ir a contaminar a toda su familia y debe prevenirse totalmente, más aun si en casa hay personas mayores de 60 años).

Un tema interesante es que, a pesar de que el gobierno postergó el año escolar, en Corea la educación es extremadamente importante, así que los estudiantes, voluntariamente, se mantienen en clases en otras instituciones. En Asia, la universidad de la que se gradúan determinará el futuro, así que los estudiantes, especialmente los adolescentes, se mantienen en clases para no bajar su nivel educativo.

Existe un 10% de probabilidad que pueda suceder un nuevo brote de la COVID-19. Hay pacientes que vuelven a dar positivo 5 a 7 días después de haber sido declarados como recuperados. La otra posibilidad es que los hemisferios norte y sur van rotando sus estaciones climáticas y, otra vez podría regresar al norte. Así que la COVID-19 podría convertirse en estacional, como la gripe. Y, la tercera posibilidad, es el desarrollo de una vacuna que ponga fin al problema que anularía un nuevo brote.

Una vacuna tarda de 10 a 15 años. Al COVID-19 solo se le conoce desde que se descifró su código ADN hace apenas dos meses. Según lo ha dicho el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de USA, la vacuna podría estar lista en unos 18 meses. Pero, tardaría mucho tiempo para vacunarlos a todos. Además, ¿estarían dispuestos los países descubridores a compartirla con la humanidad? Corea no está trabajando en descubrir una vacuna sino en encontrar un medicamento que ya trate otra enfermedad infecciosa y pudiera también ser útil ahora. Están utilizando el plasma sanguíneo de los pacientes que han curado de la COVID-19 para intentar contener el virus con los anticuerpos que el sistema inmunológico de esos pacientes podría haber generado durante la infección.

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