Víctimas de ataque con machete en Santa Ana piden ayuda
Víctimas de ataque con machete en Santa Ana piden ayuda
En la unidad de cuidados intensivos del Hospital Escuela Universitario (HEU), se encuentran madre, hija y sobrina que fueron atacadas la tarde del domingo 26 de abril en el caserío de Mesa Grande, aldea de Nueva Arcadia que pertenece al municipio de Santa Ana, departamento de Francisco Morazán.
Se trata de Fátima del Socorro Pascual de 33 años, su sobrina Paola Pascual y su hija Danna una bebe de apenas 11 meses de nacida, heridas gravemente con arma blanca tipo machete por Elkin Joxabel Hernández de 28 años de edad, pareja de hogar de Paola.
Elkin es un “allegado” a la comunidad, originario del municipio de Patuca, departamento de Olancho, quien llegó hace unos meses a Mesa Grande en condición de compañero de hogar de la joven Pamela Pascual.
Según la versión de los vecinos cercanos a la humilde casa de habitación de Fátima, en horas de la tarde del domingo, la joven madre salió de su residencia para prestarle ayuda a su sobrina, quien era víctima de violencia domestica por parte de Elkin
Ambas mujeres, residen en casas continuas por eso Fátima fue la primera en querer auxiliar a su sobrina pero lamentablemente, ambas junto a la bebe de 11 meses de nacida, fueron heridas de gravedad.
El hombre en supuesto estado de ebriedad, reaccionó con violencia ante la presencia de Fátima y tras una discusión, reaccionó de manera violeta en contra de las tres víctimas y luego abandonó la escena, dejándolas en estado de gravedad.
El atentado también fue presenciado por los otros cuatro hijos de Fátima, todos ellos menores de edad quienes fueron los que solicitaron ayuda con los vecinos de dicha comunidad.
Los rostros de la violencia
Fátima, al igual que muchas mujeres hondureñas, es madre soltera que se dedica a la venta de tortillas y lavar ropa, para poder mantener a sus cinco hijos, todos menores de edad, incluida la bebé que fue agredida.
Para poder llegar hasta la humilde vivienda de Fátima, se debe caminar aproximadamente una hora por un camino de unos tres kilómetros, la casa no cuenta con el servicio de energía eléctrica.
Desde ayer los cuatro restantes hijos de Fátima fueron albergados por sus vecinos, en una comunidad muy solidaria pero también muy pobre.
“Los niños, no están bien ellos preguntan por su mamá y hermana y están preocupados por ellas, nunca se habían separado pero además están traumados por las imágenes que vivieron”, narro una vecina a La Tribuna.
“La gente no quiere hablar porque ese muchacho es muy violento y se dice que anda en malos pasos, gracias a Dios ya lo agarro la policía, ahora solo falta que no lo dejen salir y que pague lo que les hizo a estas muchachas”, agrego la señora que no quiso identificarse por temor a represarías.
“Si en algo pueden ayudar, ustedes los periodistas es que busquen comida para esos niños, pero no queremos que vengan a llevárselos porque su mamá está en el hospital, aquí los vamos a cuidar muy bien, están seguros, pero hay que buscarles comida, además ya nos pidieron pañales y leche para Danna que está en el Hospital”, aseguro la señora. (RP)
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