Las posiciones cómodas

ZV
/
25 de junio de 2020
/
12:26 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Las posiciones cómodas

Por: Denis Castro Bobadilla
Doctor, abogado y médico forense, II Vicepresidente del Congreso Nacional.

En la naturaleza, como en la vida, son necesarios los antagonismos. Son complementos que se necesitan uno a otro, y que, sin llegar a destruirse, evolucionan sin tomar en cuenta aquella máxima darwiniana de la supervivencia del más apto. Para la luz, la oscuridad, para la enfermedad, la medicina, para el mal, el bien… Para el gobierno en democracia, la oposición. Y digo “para el gobierno en democracia” porque bien sabemos que si el demócrata no tiene oposición, su deber es crearla, en cuanto que, para el dictador, su deseo es eliminarla.

Con esta breve introducción quiero referirme a cierto tipo de oposición que se está dando en Honduras, sobre todo, en este tiempo de pandemia, que es lo mismo que decir, en este tiempo de horrorosa crisis, y en la cual, los expertos en pescar en río revuelto, están seguros de salir ganadores cada vez que abren la boca.

La mitología política hondureña está plagada de monstruos agoreros que han resultado ser más sabios que la propia Biblia. Lo censuran todo. Que una carpa en el Hospital Escuela es muestra de caos; que las camas vacías en el quinto piso son muestra de desinterés por los pacientes; que falta este o aquel medicamento; que el tratamiento MAIZ es mortal; que el CATRACHO es una fantasía; que el Presidente se ve horrible con barba; que el SINAGER es una farsa; que el gobierno oculta los datos sobre los fallecidos por el coronavirus; que el hospital es el culpable de que un paciente muriera en el carro que lo transportaba; que Mike Tyson es un caníbal porque le mordió una oreja a Holyfield; que la oreja de Holyfield era postiza… ¡En fin!

Criticar a otros desde la oposición es fácil. Basta con abrir la boca.

Es lamentable que una flamante dirigente critique todo lo que hace el gobierno en esta lucha contra la pandemia, y que no proponga ni una sola solución. Es vergonzoso que un exalto funcionario tire piedras contra el Ministerio en el cual sirvió, aunque parece que no sirvió de nada, y tampoco haga propuestas para ayudar contra esta pandemia. Es criminal que los opositores de oficio lleven desaliento a muchos que se esfuerzan por salvar vidas, a costa, incluso, de su propia seguridad y de la de sus seres queridos.

Ya quisiera ver a estos que lo critican, todos al frente de una sala llena de pacientes de COVID; ya los quisiera ver en una sala de cuidados intensivos; ya los quisiera ver frente a pacientes desesperados que no pueden respirar y ruegan a Dios por sus vidas. Allí es donde se necesitan héroes, no en la calle, hablando insensateces frente a las cámaras de televisión. Allí es donde se necesita valor, humanismo, solidaridad y sabiduría, no en el cómodo refugio donde se esconden del virus pero sueltan sapos y culebras contra un esfuerzo que lo que trata es salvar vidas, a pesar de las falencias, debilidades o errores que se cometen, como en toda actividad humana.

Criticar desde una posición cómoda es fácil. Gritarle insultos al que falló un gol frente a la portería es sencillo, pero hay que estar en su posición para entenderlo.

Los sociópatas que todo lo critican son un mal necesario, pero, hay males que son como el pestilente aroma de la letrina. Por desgracia.

Más de Columnistas
Lo Más Visto