La tragedia de la quebrada de “La Virgen” cumple 10 años

DANLI, El Paraíso.- Dolor, destrucción, luto e irreparables recuerdos persiguen a las familias víctimas de la tragedia de agosto del 2010, la quebrada de “La Virgen” acabo con todo a su paso, como si ratificara su poder sobre la tierra y recuperara su espacio original.

Fueron cuatro horas de lluvia incesante, era una noche con inusual calma para los danlidenses y pronto los noticieros locales en especial TeleVista de Canal 25, empezó a informar a través de llamadas telefónicas sobre las inundaciones, hasta ese momento poco se conocía de los alcances de la tragedia que Danlí estaba a punto de registrar.

Dos jóvenes de 21 y 25 años respectivamente, una bebé de tres meses y un adulto fueron las víctimas mortales de esa noche del 18 de agosto; unas 60 viviendas inundadas, 54 destruidas, cinco puentes dañados, tres destruidos, ocho vehículos arrastrados por la corriente, 880 damnificados son las cifras que dejo el torrencial aguacero que convirtió la calma de la quebrada en el verdugo de los danlideños.

Los primeros en salir de sus hogares para salvar sus vidas fueron los habitantes de barrio Los Arcos y San Martín, a su paso barrio Tierra Blanca, colonia 16 de Mayo, La Reforma, Colonia Vista Hermosa, La Granjita, Mel Zelaya y Los Robles; los cuerpos de una dama y un adulto terminaron cerca de las pilas de oxidación enredados entre la maleza y artículos que las aguas arrastraron a su paso.

EL DOLOR UNA FAMILIA

En barrio San Martin la familia Alvares Coloma perdieron todo su patrimonio, su vivienda y todo su menaje y cuatro vehículos que quedaron reducidos a chatarra, sin embargo lo más valioso se conservaba, su vida y su valentía para empezar de nuevo ante la adversidad.

Sara Álvarez, ahora propietaria de la marca Me Late Chocolate, relató “son 10 años de que vivimos esa tragedia, fue de repente y cuando quisimos reaccionar pues me quede con las llaves de los carros en la mano, mi hija menor tenía tres meses y se la di a un vecino sobre el muro, nosotros quisimos rescatar nuestras cosas y en minutos ya no podíamos ni salir, subimos no sé cómo al techo de la casa de don Mario Hernández, pero mi padre quedó en la vivienda, él se sostuvo de unos palos podridos, por gracia de Dios lo sostuvieron”.

“mi padre relata que vio al profesor cuando era arrastrado con todo y su vehículo y le pidió ayuda, sin embargo el no podía hacer nada, cuando nos rescataron los bomberos busque mi hija y nadie sabía nada, por tres horas la busque y la gente me daba el pésame porque creían que era mi hija la niña de tres meses que había muerto, tres horas después una mujer la llevo y solo sabemos que alguien que asistía los rescates se la entregó, nos marcó tanto esa tragedia que jamás regresamos a nuestra casa, perdimos todo”.

Mientras tanto, el puente de barrio Los Arcos vecinos le pedían a las jóvenes Kensi Mairena (21) y Elsa Díaz (25), que no cruzaran el puente, sin embargo lo inesperado se dio, ellas cruzaron y una fuerte corriente de agua las arrastró, sus gritos llevaron a un silencio sepulcral a los que observaban y no aceptaban la tragedia, al siguiente día, Elsa fue encontrada a escaso un kilómetro del puente, mientras que el cuerpo de Kensi fue arrastrado unos 10 kilómetros hasta un paso cercano a las pilas de oxidación.

El alcalde municipal en ese entonces José Antonio Urrutia, señaló que unos 16 barrios y colonias fueron afectados en todo Danlí, la solidaridad no se hizo esperar, la empresa Cosmos Televisión y Canal 25 tomaron las riendas de una hermosa campaña de ayuda humanitaria, bajo la dirección del abogado Ricardo Rodríguez y su esposa Elizabeth, se recaudaron alimentos, ropa, artículos de uso personal, colchones y dinero para empezar a reconstruir la confianza de los afectados, hacer más liviana su carga y proveer alimento.

UNA TRAGEDIA SIN EXPLICACIÓN

Nadie se explica de donde provenía tanta agua, como una pequeña e inocente quebrada podía causar tanto dolor; entre los relatos de la población señalan que la piedra de Apaguiz, está conformada por agua y que esta sufrió una inesperada ruptura que afectó toda la parte noreste de Danlí, al otro lado de la montaña también hubieron daños significativos en las comunidades de Linaca, Arauli y Ocobas.

Los afectados retomaron con valentía sus vidas, aprendieron a vivir con el dolor de sus muertos, reconstruyeron sus viviendas, pero los recuerdos aun marcan la diferencia entre el antes y el después de la tragedia del fatídico 18 de agosto del 2010.