Vicente Mejía Colindres a Carías Andino: “DESEO QUE EN ESTE CARGO SEAS MENOS INFORTUNADO QUE YO”
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El presidente Ramón Villeda Morales, el 28 de noviembre de 1962, ratificó el Convenio Multilateral sobre la Asociación de Academias de la Lengua Española, admitiendo que “ha tomado todas las medidas necesarias para el fiel cumplimiento de todas las obligaciones que le impone dicho convenio” y que, por lo tanto, “extiende el presente instrumento de Ratificación para su depósito en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, firmado de mi mano, sellado con el Sello Mayor de la República y refrendado por el Secretario de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores, en Tegucigalpa, Distrito Central, a los 28 días del mes de noviembre de mil novecientos sesenta y dos”. De esta Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) fue miembro fundador, la Academia Hondureña de la Lengua, creada el 28 de diciembre de 1948 por iniciativa de Rafael Heliodoro Valle. Durante el gobierno de Villeda Morales, le fue otorgada a la AHL y a la Academia de Geografía e Historia, en calidad de donación, un terreno en el cual se encontraba edificada una construcción de dos alas y que fuera destruida por la crecida del río Grande o de Choluteca, el 28 de octubre de 1998, durante el paso de Mitch por Honduras. Ahora en ese terreno, en forma ilegal, la Alcaldía Municipal de Tegucigalpa, presidida por Nasry Asfura, opera un parqueo de autobuses. Está ubicado en la primera avenida, entre segunda y tercera calles de Tegucigalpa.
II
El 25 de noviembre de 1872, el gobierno provisional de Honduras, presidido por Céleo Arias, determina que se “conteste al gobierno de Colombia de conformidad con la excitación que hace al de esta República, para que en unión de los demás de América soliciten de la Monarquía Española el reconocimiento de la independencia de la isla de Cuba, empleando para ello los medios diplomáticos”. Los cubanos residentes en Trujillo, el 25 de diciembre de 1872, le escriben al presidente provisional don Céleo Arias, en la que le expresan que “dejaríamos de cumplir con el deber de patriotismo y reconocimiento, si así no lo significáramos elevando nuestra débil voz hasta usted, confiados en su generosidad al dignarse admitir nuestros insignificantes votos de agradecimiento”. Firman la nota, José la Maza Arredondo, José de Garci-Aguirre, María Asunción Tovar, Juan Bautista de Garci-Aguirre, Enrique de Garci-Aguirre, Buenaventura García, Luis García, Matilde Barreto, Leocadio Barreto, Bdo. Riquerrer, Agustín Barreto, José Castro y Torres, Julián Castro, Jacinto Castro, José de Garci-Aguirre hijo, Juan de Mata Oquendo, Laureano Hernández, Pilar C. de Monteagudo”. (Fuente, La Odiosea de Leoncio Prado en Honduras, Ernesto Alvarado García, página 74).
III
En el Reglamento Interno de la Escuela Militar, Tegucigalpa 1904, en el artículo 130 dice que “conviene que los cadetes usen con frecuencia fuera de las horas de servicio, los aparatos de gimnasia. No debe haber ningún cadete que no sea capaz de hacer algunas flexiones. A nadie le faltan fuerzas físicas. Los cadetes que por falta de energías no quieran imponerse algún esfuerzo, deben tener siempre presente que, en muchas ocasiones de la vida, especialmente en la carrera militar, se necesita un cuerpo vigoroso y resistente”. Y, en el artículo 131, se lee que, “en las letrinas deben reinar buenas costumbres, ninguna persona queda en ellas más de lo necesario, conversar, fumar y sobre todo, rayar las paredes, revelar una mala crianza y poca educación. El traje debe arreglarse antes de salir de las letrinas”. (Jesús Evelio Inestroza, Génesis y Evolución de las Escuelas Militares del Ejército, 1831—1937, página 59).
IV
El 10 de noviembre de 1986, Jorge Roberto Maradiaga, bautiza su movimiento político con el cual buscará la candidatura presidencial por el Partido Liberal, con el nombre de ADALID, en una asamblea realizada en San Pedro Sula. El 19 de noviembre siguiente, el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, convoca a los movimientos internos a inscribir planillas de candidatos para autoridades locales, departamentales y centrales del Partido Liberal. El 24 de noviembre, en la celebración del tercer triunfo liberal, en la que participaron Carlos Montoya, Jorge Arturo y Carlos Roberto Reina, Enrique Ortez Colindres, Ramón Villeda Bermúdez y Rodolfo Rosales Abella, se produjeron enfrentamientos entre activistas de las distintas corrientes. Pese a ello, el presidente José Azcona del Hoyo, vaticina el triunfo liberal en 1989. El presidente Azcona, no valora el desgaste sufrido por su gobierno, los efectos de la intervención militar de Estados Unidos en Honduras y el surgimiento de la figura carismática de Rafael Leonardo Callejas que, derrotara, en forma contundente, al candidato rodista, Carlos Roberto Flores.
V
“Los curas de San Salvador, doctor don Matías Delgado y don Nicolás Aguilar, los dos hermanos de este, don Manuel y don Vicente, don José Manuel Rodríguez y don Manuel José Arce, fueron los primeros promotores de la independencia en el reino de Guatemala, y con tal idea formalizaron, contra el intendente de la provincia don Antonio Gutiérrez Ulloa, una conspiración que estalló el 5 de noviembre de 1811. Los autores de este movimiento tuvieron por principal objeto hacerse dueños de tres mil fusiles nuevos que existían en la sala de armas y más de doscientos mil pesos que estaban depositados en las cajas reales; y fuertes ya con estos grandes recursos, se proponían dar el grito de libertad. Una gran parte del pueblo salvadoreño secundaba sus miras; y aún parecía que obraba en combinación con algunas secciones de los pueblos de Metapán, Zacatecoluca, Usuluán y Chalatenango, en donde se hicieron sentir sucesivamente algunos sacudimientos parciales. Pero no estaban en el mismo sentido los demás partidos de la provincia; al contrario, la ciudad de San Miguel y las villas de Santa Ana, Sonsonate y San Vicente se pusieron en armas, renovaron el juramento de vasallaje y fidelidad. Declararon sacrílega la revolución, remitieron al capitán general las invitaciones liberales que se les habían dirigido, y aún en la primera de dichas poblaciones, se mandaron a quemar en la plaza pública por manos del verdugo”. (Alejandro Marure, Bosquejo Histórico de las Revoluciones de Centroamérica, página 90).
VI
El sábado 10 de noviembre de 1945, el (original) Ballet Russe (coronel W. de Basil, director general) se presentó en el teatro Clámer en función de las 9:00 pm. Obviamente después de la proyección cinematográfica. Es dudoso que, apenas habiendo terminado la guerra, el Ballet Ruso haya llegado a Tegucigalpa. De repente fueron refugiados rusos, inmigrantes desempleados que se organizaban para ganarse la vida de esta manera, divirtiendo a un público ávido de las novedades. No sabemos cuántas funciones dieron en Tegucigalpa. (Colaboración del afiche, de Jorge Amaya)
